Bilbao: Blas Piñar, contra la"ikurriña"

«Desde esta tierra afligida y conflictiva era importante, aquí y, ahora, rendir como españoles un homenaje a España en su bandera, junto a la que hay que montar una guardia permanente de honor». Estas palabras del consejero nacional Blas Piñar podrían resumir el sentido del acto celebrado a mediodía del domingo en Bilbao, bajo el título de Homenaje a la bandera nacional.La intervención del señor Piñar -interrumpido veintidós veces por aplausos y gritos de Franco, Franco- tuvo posiblemente un tono menos apocalíptico que en anteriores alocuciones, aunque en un momento recordó q...

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«Desde esta tierra afligida y conflictiva era importante, aquí y, ahora, rendir como españoles un homenaje a España en su bandera, junto a la que hay que montar una guardia permanente de honor». Estas palabras del consejero nacional Blas Piñar podrían resumir el sentido del acto celebrado a mediodía del domingo en Bilbao, bajo el título de Homenaje a la bandera nacional.La intervención del señor Piñar -interrumpido veintidós veces por aplausos y gritos de Franco, Franco- tuvo posiblemente un tono menos apocalíptico que en anteriores alocuciones, aunque en un momento recordó que para quienes atacan al símbolo patrio habría que aplicar la dialéctica Joseantoniana de los puños y las pistolas.

Unas 1.800 personas abarrotaron totalmente el teatro, ocupando incluso pasillos y los espacios existentes entre las butacas. Abundaban las camisas azules entre los asistentes, y numerosos jóvenes vestían camisa parda, pantalón azul y botas de tres hebillas. Se hizo notar la presencia de algunas personas de relieve público: Pilar Careaga y varios altos cargos de la Guardia Civil destinados en Vizcaya.

Después de atacar expresamente a la bandera republicana, «que no representa a nadie», el señor Piñar se refirió extensamente a la Ikurriña: «Por alguna gente se ha ultrajado la bandera de la patria y se ha levantado para oponerla una enseña injustificable».

«Estamos hartos -subrayó- de ciertas serenidades que se nos aconsejan desde el Gobierno... cuando caen muertos tantos y tan buenos patriotas». No faltarían tampoco las alusiones frecuentes a los traidores y vendidos, apoyadas fervorosamente por los asistentes.

El Cara al Sol y el himno nacional cerraron el acto. Un pequeño grupo profirió en el exterior gritos contra el Gobierno mezclados con consignas de ni amnistía ni perdón, ETA al paredón. Alusiones a Pinochet y al general Iniesta, se mezclaron en última instancia con vivas a las fuerzas de orden público. Algunos de los participantes en esta manifestación final agredieron luego a un grupo de viandantes que llevaban pegatinas alusivas a la amnistía.

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