UGT, contra la supervivencia del verticalismo

La Unión General de Trabajadores, según un comunicado de su comisión ejecutiva, rechaza la creación de la Administración Institucional de Servicios Socioprofesionales y las restantes medidas, tomadas o en proyecto, para la reforma sindical. «La UGT -dice el comunicado- no aceptará ninguna normativa que no sea estricta aplicación de los convenios sobre libertad sindical de la OIT.»El comunicado denuncia la subsistencia, en la citada Administración Institucional de Servicios Socioprofesionales, de extremos fundamentales de la ley Sindical de 1971 y todo el aparato sindical oficial.

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La Unión General de Trabajadores, según un comunicado de su comisión ejecutiva, rechaza la creación de la Administración Institucional de Servicios Socioprofesionales y las restantes medidas, tomadas o en proyecto, para la reforma sindical. «La UGT -dice el comunicado- no aceptará ninguna normativa que no sea estricta aplicación de los convenios sobre libertad sindical de la OIT.»El comunicado denuncia la subsistencia, en la citada Administración Institucional de Servicios Socioprofesionales, de extremos fundamentales de la ley Sindical de 1971 y todo el aparato sindical oficial.

La nota dice también «que al sustraer el patrimonio sindical a la clase trabajadora y continuar la cotización sindical obligatoria, se fuerza al movimiento obrero a una doble cotización y a recomponer su patrimonio en las organizaciones sindicales democráticas, con objeto de frenar la sindicación voluntaria, atentándose con ello a la libertad sindical».

Pone igualmente de manifiesto, el comunicado ugetista, la pervivencia de la representación verticalista (UTT, enlaces, jurados y consejeros de empresa), la imposición -desde fuera de los sindicatos libres- del tipo de relación que decidan tener con otras organizaciones del movimiento obrero, y la posibilidad de suspensión administrativa por «realizar actividades ilícitas», lo que supone la exigencia de actuar legalmente «dentro de un marco legal que permite el despido libre, y no reconoce el derecho de huelga ni el de asamblea».

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