Tribuna:

Un oriundo en Mestalla

Antoni Bernabéu fue un arcediano valenciano del pasado siglo que tuvo problemas con la Iniquisición y acabó por exiliarse en Londres. Antoni Bernabéu era liberal y ello le costó disgustos. José Bernabéu era un abogado de Onteniente al que la bondad le impedía cobrar honorarios a los clientes de escasos recursos. Su hijo, Santiago Bernabéu, sólo tiene una barca y una modesta casa en Santa Pola. Los mayores disgustos de Bernabéu le han llegado, posiblemente, por haber olvidado su condición de oriundo valenciano. Hoy, sin embargo, ocupará el sillón presidencial del Luis Casanova, campo que ha dad...

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Antoni Bernabéu fue un arcediano valenciano del pasado siglo que tuvo problemas con la Iniquisición y acabó por exiliarse en Londres. Antoni Bernabéu era liberal y ello le costó disgustos. José Bernabéu era un abogado de Onteniente al que la bondad le impedía cobrar honorarios a los clientes de escasos recursos. Su hijo, Santiago Bernabéu, sólo tiene una barca y una modesta casa en Santa Pola. Los mayores disgustos de Bernabéu le han llegado, posiblemente, por haber olvidado su condición de oriundo valenciano. Hoy, sin embargo, ocupará el sillón presidencial del Luis Casanova, campo que ha dado cobijo al exilio madridista.Santiago Bernabéu, que es socarrón como nadie y avispado como pocos, ya ha dado cuatro largas cambiadas en Valencia a fin de ganar, para su equipo, las simpatías de, un público al que le ha caído en suerte un partido no programado.

Bernabéu dirá hoy en el palco de Mestalla cuatro palabras en la lengua de sus antepasados y, probablemente, hasta. contará aquellas protestas que le dirigiera una aficionada en el Sequiol de Castellón, al término de un encuentro en, el que Basilio no había perforado la meta madridista.

Hoy tiene la ocasión el presidente madridista para mostrarse como un hombre liberal, como aquel viejo arcediano, lo que vendría bien para que el fútbol comenzara a perder los tintes que en cuarenta años ha tenido. Bernabéu, en ocasiones, no: piensa dos veces lo que dice y justamente de él cabe esperar signos de concordia deportiva.

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