Nace la Asociación del Comercio del libro

El lunes próximo se celebrará la reunión de la Comisión Gestora, elegida democráticamente para la elaboración de los Estatutos de la Asociación del Comercio del Libro, que pretende establecer un grupo de libreros de Madrid.El proyecto fue discutido, para su elaboración, por una comisión del gremio. Una vez sea aprobado por la Comisión Gestora, que está compuesta por 22 miembros, éste habrá de someterse a la aprobación de la Asamblea General del Gremio de Libreros de Madrid.

Los principios que, según el proyecto, mueven a la Asociación, son los de libertad de asociación, en contraposici...

El lunes próximo se celebrará la reunión de la Comisión Gestora, elegida democráticamente para la elaboración de los Estatutos de la Asociación del Comercio del Libro, que pretende establecer un grupo de libreros de Madrid.El proyecto fue discutido, para su elaboración, por una comisión del gremio. Una vez sea aprobado por la Comisión Gestora, que está compuesta por 22 miembros, éste habrá de someterse a la aprobación de la Asamblea General del Gremio de Libreros de Madrid.

Los principios que, según el proyecto, mueven a la Asociación, son los de libertad de asociación, en contraposición con la asociación forzosa que, en su opinión, no tiene sentido ya, la autonomía de la asociación frente al Estado y otras asociaciones; democracia de funcionamiento, como única -arantía de que todos los socios pueden hacer valer su opinión y su derecho, disciplina, como contrapartida lógica del respeto a la democracia, y respeto a las particularidades de los diferentes sectores que integran la asociación.

«La finalidad de la Asociación, se puede leer en el proyecto de estatutos, no puede ser otra que la defensa de sus miembros. Para ello debe dotarse de los órganos y medios adecuados, definiendo en cada momento las prioridades entre los objetivos posibles, hasta conseguir que nuestra profesión sea suficientemente digna y estable porque presta a la sociedad un servicio indispensable que la sociedad remunera adecuadamente».

En el proyecto se habla de la necesidad de «conseguir aunar los intereses de los socios y los de la sociedad en general, lo cual no es fácil de conseguir. La tendencia hacia la concentración que permite, en una primera etapa, bajar costes y proporcionar un servicio elemental -la pura venta- acarrea necesariamente el encarecimiento de los restantes servicios pudiendo marginar del mercado a muchas empresas, con lo cual se empobrecerá la calidad de un servicio en el que la variedad y las peculiaridades de los que lo realizan son indispensables para el apoyo de talentos o iniciativas desconocidas. Convencer a la sociedad de la necesidad de mantener la variedad en el comercio del libro, combatiendo la excesiva concentración, es tarea de la Asociación, que nunca debe aparecer como un obstáculo a la modernización y el incremento de eficiencia que pueda proporcionar el servicio mejor y el menor coste para el cliente».

El proyecto se refiere también al respeto que ha de merecer la profesión que pretende representar la Asociación, diciendo: «De la misma forma que otras profesiones gozan del respeto y aprecio general je la sociedad y no toleran el intrusismo. competencias desleales ni deterioro del valor del servicio que prestan, los libreros debernos pensar que nuestros servicios, si son eficientes, merecen el máximo aprecio y respeto por parte de la sociedad a quien servimos, que debe remunerarlos dignamente»