Francia

La suerte del Gobierno Chirac está echada

Los tres cuartos de hora «de la verdad» ya los vivieron ayer, en el despacho presidencial del Eliseo, Giscard d'Estaing y su primer ministro, Jacques Chirac. A última hora del día se dio por hecho que esta conversación decidió definitivamente la amplitud de la crisis ministerial francesa. Además de los dos primeros hombres en el escalafón del Estado, es posible que otro u otros dos, estén en el secreto. Los franceses, en todo caso, siguen sin saber nada con certeza. Se aseguró anoche, en buena fuente, que, mañana, miércoles, de no ser antes al final del Consejo de Ministros, se conocerá la sue...

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Los tres cuartos de hora «de la verdad» ya los vivieron ayer, en el despacho presidencial del Eliseo, Giscard d'Estaing y su primer ministro, Jacques Chirac. A última hora del día se dio por hecho que esta conversación decidió definitivamente la amplitud de la crisis ministerial francesa. Además de los dos primeros hombres en el escalafón del Estado, es posible que otro u otros dos, estén en el secreto. Los franceses, en todo caso, siguen sin saber nada con certeza. Se aseguró anoche, en buena fuente, que, mañana, miércoles, de no ser antes al final del Consejo de Ministros, se conocerá la suerte de Chirac y de Gobierno.La prolongación de este suspense está dando lugar a todos los virtuosismos del pronóstico del rumor y en definit iva, también ha servido a través de las múltiples manifestaciones de la clase política de la mayoría, para demostrar qu la «unión» que se configuró en torno a Giscard d'Estaing, cuando las presidenciales, hace dos años, sigue siendo tan ficticia como entonces.

Un clima morboso y de confusión caracteriza las vísperas de un acontecimiento que, sin duda lo será ocurra lo que ocurra y que obligará al presidente a " acertar" pues de lo contrario los resulta se resolverían contra su persona. Un sondeo de opinión, difundido por una publicación próxima al gaullismo, indicaba ayer que la mayoría de los electores de Giscard prefieren que siga Chirac. Otro sondeo por la noche revelaba una mayoría del 40 por 100 de los franceses también se inclinaba a la continuidad de Chirac. Y los dos periódicos conservadores, Le Figaro y L'Aurore, se manifestaron también abiertamente por Chirac como «sucesor de Chirac».

Y mientras la opinión más general sigue apostando por la dimisión de Chirac, el baile de los postulantes aumenta cada hora: Fourcade, Galley, Barre, Peyreñite, Guichard, Simone Veil, Poniatowski, Lecanuet, Dourafour...

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