La visita a España de los líderes de los sindicatos ingleses, aplazada hasta noviembre

La visita que este verano iba a hacer a España una representación sindical británica se ha pospuesto y parece seguro ahora que tendrá lugar en noviembre.El viaje se programó en abril. Los sindicalistas británicos aceptaron entonces una invitación del Partido Socialista Obrero Español y de la UGT, grupos con los que los líderes sindicales de este país tienen relaciones muy estrechas. Las ciudades que en principio van a visitar los tradeunionistas británicos son Barcelona, Bilbao y Madrid. Para uno de ellos, Jack Jones, del sindicato del Transporte, la visita tiene un doble significado: el polít...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La visita que este verano iba a hacer a España una representación sindical británica se ha pospuesto y parece seguro ahora que tendrá lugar en noviembre.El viaje se programó en abril. Los sindicalistas británicos aceptaron entonces una invitación del Partido Socialista Obrero Español y de la UGT, grupos con los que los líderes sindicales de este país tienen relaciones muy estrechas. Las ciudades que en principio van a visitar los tradeunionistas británicos son Barcelona, Bilbao y Madrid. Para uno de ellos, Jack Jones, del sindicato del Transporte, la visita tiene un doble significado: el político y el sentimental. El señor Jones luchó en las brigadas internacionales en la batalla del Ebro, donde fue herido. Esta será la primera vez que vaya a España desde entonces.

Al efectuarse en noviembre esta visita, ocurrirá después de que los dos grandes grupos representativos de los trabajadores británicos celebren sus reuniones anuales. A principios de septiembre se reúne el Congreso Sindical y a finales de ese mismo mes comienza en Blackpool la conferencia del Partido Laborista, al que también pertenecen los líderes sindicales que van a ir a España.

Sin embargo, esos dos grandes acontecimientos no parece que vayan a cambiar el sentido de prospección que tiene la visita. Al revés que en años anteriores, en ninguna de las dos conferencias citadas hay mociones específicas sobre la situación española. Lo único que se espera es que el Consejo General de los sindicatos incluya en su informe rutinario un resumen de lo que ha pasado en estos últimos meses en nuestro país. Este silencio es un reflejo de la actitud expectante que con respecto a España se viene adoptando en Gran Bretaña en las cuatro últimas semanas.

Contrasta con la moción que los sindicalistas británicos pasaron en su conferencia del año pasado en la que se condenaba el «régimen fascista» español y se pedía apoyo para los demócratas que luchaban por sustituirlo.

La visita que ahora van a hacer a España los líderes sindicales ingleses se ha programado dentro de ese espíritu de apoyo a la idea de un cambio democrático para España. Según Jack Jones dijo a EL PAIS hace dos meses, «nosotros vamos a ir porque tenemos la esperanza de que nuestra presencia allí puede, en parte, ayudar a que se llegue a la democracia por la que nosotros hemos venido luchando desde Inglaterra».

Cualquiera que sea el resultado de este viaje, lo que sí es cierto es que se contempla con mucho interés en Inglaterra.

El Gobierno laborista ha dicho repetidamente que espera que en España haya libertad sindical, entre otras libertades, para dar a conocer su posición con respecto a la administración que sucedió a la del general Franco, con la que las relaciones eran muy distantes. De las conclusiones que estos representantes sindicales británicos saquen de su viaje a Bilbao, Barcelona y Madrid quizá salga una opinión concreta del partido que está en el poder con respecto a lo que aquí se espera del segundo Gobierno de la Monarquía. No se piensa, pues, que ésta sea una visita de cortesía. Se cree que su significación política, en cuanto a las relaciones de los dos países, puede ser muy importante para el futuro.

Archivado En