Millones de chinos esperan un nuevo terremoto

Un nuevo seísmo, de proporciones ligeramente inferiores al que el pasado 28 de julio asoló una región próxima a Pekín, es esperado. para las próximas horas por las autoridades chinas, que han urgido nuevamente a las poblaciones de las zonas afectadas a abandonar sus hogares.

La eventualidad de un nuevo terremoto es considerada tanto más probable por cuanto los especialistas chinos en sismología han realizado notables avances en la detección de fenómenos de esta naturaleza.La amenaza de un peligro inminente fue confirmada en las últimas horas por las recomendaciones hechas por las autori...

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Un nuevo seísmo, de proporciones ligeramente inferiores al que el pasado 28 de julio asoló una región próxima a Pekín, es esperado. para las próximas horas por las autoridades chinas, que han urgido nuevamente a las poblaciones de las zonas afectadas a abandonar sus hogares.

La eventualidad de un nuevo terremoto es considerada tanto más probable por cuanto los especialistas chinos en sismología han realizado notables avances en la detección de fenómenos de esta naturaleza.La amenaza de un peligro inminente fue confirmada en las últimas horas por las recomendaciones hechas por las autoridades chinas a los residentes diplomáticos extranjeros para que abandonen la capital. Unos 300 ciudadanos extranjeros abandonaron Pekín ayer y se esperan para hoy nuevas expediciones.

Las agencias internacionales, a partir de los pocos datos que pueden filtrar, califican la situación en China como dominada por «el caos y la confusión» después del terremoto de la semana pasada, que alcanzó 8,2 grados de intensidad en la escala de Richter y ha sido considerado por los geólogos como el más importante de los doce últimos años.

Ayer, el Gobierno chino reaccionó oficialmente por primera vez a la catástrofe, a través de un editorial del periódico oficial Diario del Pueblo, en el que se hacía un elogio al «heroísmo» del pueblo chino, pero en el que no se daban cifras de víctimas de la tragedia.

Ciertas fuentes estiman el número de víctimas en más de medio millón. Según algunos visitantes extranjeros, la ciudad de Tang-Shan, donde estuvo situado el epicentro del seísmo, quedó totalmente destruida y la mayor parte del millón de sus habitantes resultaron sepultados bajo los escombros.

En la región afectada, los temblores de tierra, de mayor o menor intensidad, se suceden prácticamente sin interrupción desde hace seis días. Los seísmos, que se producen con una cadencia aproximada de uno cada media hora, han provocado nuevas muertes, según ciertas informaciones, entre los equipos de obreros, soldados y voluntarios que realizan operaciones de desescombro y de auxilio a las víctimas del terremoto del 28 de julio.

Diplomáticos extranjeros revelaron que las autoridades chinas les habían informado que, por lo menos, 110 de estos seísmos, con una magnitud de cinco grados, se habían producido solamente en las últimas 48 horas en la región de Tang-Shan y sus alrededores.

El editorial del Diario del Pueblo divulgado ayer, daba cuenta, sin embargo, de que la mayoría de los mineros que habían quedado atrapados en el interior de los pozos como consecuencia del terremoto habían logrado sobrevivir, desmintiendo en parte las afirmaciones procedentes de fuentes occidentales.

Se calcula, por otra parte, que unos siete millones de personas han pasado el fin de semana en comunas espontáneamente organizadas en las calles de Pekín entre aquellos que han seguido los consejos de las autoridades de buscar un refugio seguro en previsión del nuevo terremoto que se espera para las próximas horas.

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