Protesta internacional por agresiones a militantes obreros
El secretario general de la Federación Internacional de las Industrias del Metal (FITIM), Herman Rebhan, ha enviado sendos telegramas al Rey y al presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, en el que manifiesta que «tras ser alertados por nuestra filial, la Unión General de Trabajadores, sobre las numerosas violaciones de los derechos sindicales y la agresión de las fuerzas del orden contra militantes pacíficos, constamos la profunda contradicción entre las declaraciones liberalizadoras de su Gobierno y la realidad».Asimismo, manifiesta su repulsa por los disparos de la policía contra el obrero si...
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El secretario general de la Federación Internacional de las Industrias del Metal (FITIM), Herman Rebhan, ha enviado sendos telegramas al Rey y al presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, en el que manifiesta que «tras ser alertados por nuestra filial, la Unión General de Trabajadores, sobre las numerosas violaciones de los derechos sindicales y la agresión de las fuerzas del orden contra militantes pacíficos, constamos la profunda contradicción entre las declaraciones liberalizadoras de su Gobierno y la realidad».Asimismo, manifiesta su repulsa por los disparos de la policía contra el obrero siderometalúrgico avilés, Agustín Delestal, y por la prohibición de visitarle a sus padres, aunque se halla en peligro de muerte, así como por las detenciones de los militantes ugetistas llevadas a cabo en Salamanca, Talavera de la Reina y Bilbao.
En nombre de «trece millones de trabajadores siderometalúrgicos democráticos de todo el mundo», el señor Rebhan exige «la liberación de los detenidos, el respeto a los derechos familiares del obrero herido y la finalización de las acciones represivas que atentan contra los derechos del sindicalismo, aprobados en la OIT, y en todo el mundo democrático».
En similares términos se expresa el telegrama remitido también al Rey y al presidente del Gobierno por el secretario general de la CIOSL, Otto Kersten, quien, «en nombre de 60 millones de trabajadores democráticos de todo el mundo», pone de manifiesto la «contradicción que supone respecto a la declaración programática del Gobierno, las acciones represivas llevadas a cabo contra militantes sindicalistas».