Manifestación pacífica de 4.000 trabajadores de Químicas

Con el recorrido fuertemente vigilado por las Fuerzas de Orden Público -Policía Armada, Brigada Político-Social, Policía Urbana y un helicóptero que sobrevoló constantemente la zona-, entre cuatro y cinco mil trabajadores de Industrias Químicas se manifestaron en la tarde de ayer, en forma silenciosa y pacífica, en apoyo del convenio -unitario del sector, cuyas deliberaciones quedaron rotas en las primeras reuniones mantenidas por las representaciones social y económica.Los manifestantes se concentraron a las siete de la tarde a la altura de la Cruz de los Caídos y, ocupando totalmente la acer...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Con el recorrido fuertemente vigilado por las Fuerzas de Orden Público -Policía Armada, Brigada Político-Social, Policía Urbana y un helicóptero que sobrevoló constantemente la zona-, entre cuatro y cinco mil trabajadores de Industrias Químicas se manifestaron en la tarde de ayer, en forma silenciosa y pacífica, en apoyo del convenio -unitario del sector, cuyas deliberaciones quedaron rotas en las primeras reuniones mantenidas por las representaciones social y económica.Los manifestantes se concentraron a las siete de la tarde a la altura de la Cruz de los Caídos y, ocupando totalmente la acera de los impares de la calle Hermano García Noblejas -protegida de la calzada por vallas metálicas- desembocaron en Julián Camarillo, donde había sido cortada la circulación de vehículos, para proseguir hasta su final, donde se disolvieron pacíficamente, poco antes de las nueve de la noche.

Los trabajadores de Químicas integrantes de la manifestación portaban varias pancartas con textos alusivos al convenio unitario que pretendía el sector -sobre el que dictará próximamente laudo la autoridad laboral- y a los despedidos del mismo, así como pegatinas y carteles conteniendo los puntos de la plataforma reivindicativa elaborada de cara al convenio.

Durante su recorrido, particularmente en el tramo de García Noblejas, los manifestantes recibieron numerosas muestras de solidaridad por parte de las personas concentradas a lo largo de la calle, a las que correspondían con el símbolo de la victoria. De forma, intermitente, a través de un megáfono, era repetida la plataforma reivindicativa, así como el carácter pacífico y silencioso de la manifestación.

A lo largo de la manifestación, varias personas ajenas a la prensa -al menos no lucían las escarapelas acreditativas de profesionales de la información- fotografiaron repetidamente a sus integrantes.

Poco antes de las nueve de la noche, los manifestantes fueron invitados a disolverse por los miembros del Servicio Interior del Orden, uno de cuyos miembros, a través de un megáfono, aludió al éxito que la concentración había constituido y anunció la celebración de asambleas autorizadas, cada miércoles, en el sindicato, tras lo que, entre aplausos, los trabajadores de Químicas pusieron fin a la manifestación.

Archivado En