Pretende crecimientos superiores al 5 por 100 en los próximos años

El gobierno japonés ha elaborado un nuevo plan quinquenal para el periodo 1976-1980. En este quinquenio se pretende que la tasa real de crecimiento económico sea del 6 por ciento, mientras que la tasa nominal estará sobre el 13 por ciento. Estos índices son la mitad de los qué se lograban en los años sesenta. Para el año fiscal de 1976/77 se calcula que el crecimiento real estará entre el 5 y el 6 por ciento, en 1977/78 hacia un 7-8 por ciento y en 1979/80 de nuevo en un 5-6 por ciento.El plan fue elaborado por los 30 científicos y expertos que componen el Consejo Económico del presiden...

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El gobierno japonés ha elaborado un nuevo plan quinquenal para el periodo 1976-1980. En este quinquenio se pretende que la tasa real de crecimiento económico sea del 6 por ciento, mientras que la tasa nominal estará sobre el 13 por ciento. Estos índices son la mitad de los qué se lograban en los años sesenta. Para el año fiscal de 1976/77 se calcula que el crecimiento real estará entre el 5 y el 6 por ciento, en 1977/78 hacia un 7-8 por ciento y en 1979/80 de nuevo en un 5-6 por ciento.El plan fue elaborado por los 30 científicos y expertos que componen el Consejo Económico del presidente de ministros, y sustituye al plan quinquenal previsto en 1973/74, el cual había calculado tasas de crecimiento el doble de grandes que el actual, pero que con la crisis energética y finalmente con la recesión, no pudieron hacerse realidad.

Con el nuevo plan, el producto nacional bruto del Japón se elevará en el año 1980/81 a más de 200 billones de yens, y la renta per cápita será de unos 6.600 dólares.

El representante del presidente de ministros y director del departamento de Planificación económica, Takeo Fukuda, explicó que el gobierno ha dado preferencia a la estabilización de las condiciones de vida y no a una alta tasa de crecimiento, pretendiéndose con ello elevar el bienestar social. Para ello será necesario aumentar los impuestos y las contribuciones sociales, reestructurar la industria, aumentar la capacidad de autoabastecimiento de alimentos en un 75 por ciento, almacenar un stock de petróleo equivalente al consumo de días, así como desarrollar la investigación en busca de nuevas fuentes de energía. La contaminación del medio ambiente deberá ser combatida siguiendo el principio de gravámenes. Los planificadores cuentan con una aportación de 12 billones de yens por parte de la industria y con 8 billones de yens de la administración pública.

El plan también prevé importes en concepto de ahorros de unos 5 millones de yens por familia, las cuales (cuatro miembros) deberán disponer para el mismo año (1980) de un mínino de 86 metros cuadrados de vivienda. Para ello habrán de construirse para esa fecha, 8,6, millones de viviendas, de las cuales 3,5 millones deberán ser subvencionadas con dinero del Estado.

La tasa de desempleo deberá descender del 2 por ciento actual a un 1,3 por ciento en 1980. Paralelamente, el número de población activa se elevará de 52,8 a 55,4 millones. El índice de crecimiento de los precios de los artículos de consumo, que actualmente es de un 10 por ciento, se estabilizará en un 6 por ciento: en los precios al por mayor se calcula un encarecimiento del 4 por ciento.

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