Montañismo

La publicidad, ante todo

El último «show» de César Pérez de Tudela ha tenido lugar en Gibraltar. César, que todavía siente nostalgia de los fuegos de campamento y que quería subir a la guarida de los monos con el «Gibraltar español» en los labios, se encontró con un pedrusco que le cortó el camino. César no pudo culminar el ascenso deportivo-patriótico. César tenía en la cabeza esta idea hace mucho tiempo y al fin encontró quién se la patrocinara. El montañismo de César sin patrocinio y publicidad, no tiene interés. Por eso hasta en el momento de descender en camilla de un avión no se olvida de colocar la bolsa para q...

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El último «show» de César Pérez de Tudela ha tenido lugar en Gibraltar. César, que todavía siente nostalgia de los fuegos de campamento y que quería subir a la guarida de los monos con el «Gibraltar español» en los labios, se encontró con un pedrusco que le cortó el camino. César no pudo culminar el ascenso deportivo-patriótico. César tenía en la cabeza esta idea hace mucho tiempo y al fin encontró quién se la patrocinara. El montañismo de César sin patrocinio y publicidad, no tiene interés. Por eso hasta en el momento de descender en camilla de un avión no se olvida de colocar la bolsa para que se vea bien la marca. A César le consume la fiebre del montañismo sui géneris. El héroe del Eigger no encontró hueco en los medios de información. El hombre que vive el drama de las montañas ha llegado a cobrar hasta 125.000 pesetas por una entrevista televisiva. En Gibraltar, una vez más, tuvo suerte. Afortunadamente.

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