España y Alcaraz, ante una doble opción para alejar fantasmas

El equipo de Ferrer, encuadrado en un grupo de gran dificultad, busca resarcirse del golpe recibido hace un año en Valencia y el murciano de un verano borroso

Carlos Alcaraz golpea la pelota durante el entrenamiento del martes.Eva Manez (REUTERS)

Cerrado el episodio del US Open, gloria para Jannik Sinner en Nueva York, la Copa Davis se abre fulgurantemente paso en el calendario con la disputa de la fase de grupos, a la que llega España tras el bajonazo de la última edición, en la que no superó el corte. Al frente del equipo capitaneado por David Ferrer está Carlos Alcaraz, ausente el curso pasado por la fatiga y que estos días intentará quitarse el mal sabor de boca de este verano, en el que, extraño en ...

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Cerrado el episodio del US Open, gloria para Jannik Sinner en Nueva York, la Copa Davis se abre fulgurantemente paso en el calendario con la disputa de la fase de grupos, a la que llega España tras el bajonazo de la última edición, en la que no superó el corte. Al frente del equipo capitaneado por David Ferrer está Carlos Alcaraz, ausente el curso pasado por la fatiga y que estos días intentará quitarse el mal sabor de boca de este verano, en el que, extraño en él, no ha llegado a coger el buen tono. Achaca el murciano los tropezones de la gira a la saturación, al hecho de haber competido a todo trapo desde mayo y no haber podido coger aire, pero ahora se impone levantarse otra vez, sintiéndose “bien y motivado”, con ganas de limpiar la mente. El de El Palmar será la referencia en Valencia, donde el poso reciente es negativo: hace un año, experiencia a olvidar.

En 2023, cuando la fase de grupos integrada en el nuevo formato desembarcó por segunda vez en el pabellón municipal de la Fuente de San Luis, La Fonteta, el equipo español no logró romper la barrera hacia las Finales de noviembre, descabalgada de inmediato por la República Checa y la Serbia de Novak Djokovic, sin concesión alguna de una y otra. Tristona semana, aquella. Ahora, la nómina formada por Alcaraz, Roberto Bautista, Pablo Carreño, Pedro Martínez y Marcel Granollers —Rafa Jódar (17), campeón júnior del US Open, reclutado como sparring— alza la vista y divisa un paisaje de lo más espinoso, situada ante un verdadero desafío. Tres cocos: otra vez Chequia, rival de hoy en el arranque (16.00, Movistar+), y dos potencias de tomo y lomo como Francia y Australia; la primera, una clásica con diez Ensaladeras en la vitrina, y la segunda reúne 28, habiendo progresado el año pasado hasta el episodio final del torneo, en el que prevaleció Canadá.

“Es el grupo más difícil, lo sabemos. El año pasado contra los checos el resultado [0-3] no fue el que esperábamos, pero cada año es distinto y confío en el equipo. Será complicado, iremos paso a paso, y tengo confianza. Jugamos en casa”, desliza Ferrer, que esta vez sí ha contado con el compromiso de Alcaraz y que para acompañar al joven líder ha apostado por el recorrido de la vieja guardia; tres de los representantes —Granollers (38), Bautista (36) y Carreño (33)— están por encima de la treintena. Es consciente el capitán de la importancia de esa segunda línea y también de la dobles, para el que cuenta con un actor de privilegio, Granollers, actual número uno del mundo de la mano de Horacio Zeballos. “Con este formato, las eliminatorias son muy ajustadas, así que probablemente los detalles acaben decidiendo el pase”, remarca el veterano jugador catalán.

Granollers, Ferrer, Martínez, Alcaraz y Bautista. Biel Aliño (EFE)

“Eso nos puede ayudar, tenemos jugadores con mucha experiencia y que son buenos. Marcel es número uno, y Roberto y Pablo han tenido lesiones [de largo recorrido ambos], pero vienen con ritmo de partidos y son ganadores. Eso no lo entrenas, se tiene. Y eso hace que estemos tranquilos”, prolonga el preparador, que tuvo un amargo estreno el año pasado y hoy confía en el desquite. Para ello, será fundamental el rendimiento de Alcaraz, referencia actual después de que Rafael Nadal (38 años) haya descartado competir de aquí a final de temporada, dado que el mallorquín no se ha marcado objetivos. Sin él como insignia, España puede presumir ahora del murciano, que no ha tenido tregua en los últimos tiempos y en la transición de Nueva York hacia esta competición que aguarda, tampoco demasiada; cedió hace 13 días ante el neerlandés Botic van de Zandschulp y ahora, de nuevo, más batalla.

Aprobación a la pista

“No estamos muy acostumbrados a jugar en casa, así que tengo muchas ganas de sentir el cariño de la gente. No he podido jugar muchas eliminatorias, y estoy con ganas”, subraya Alcaraz, que entró hace dos años en una serie frente a Rumania con buen pie, en Marbella, y que luego —derrota contra Auger-Aliassime y victoria apurada contra Soonwoo Kwon— conoció la doble realidad de la Davis, esos extremos a los que suelen conducir el cansancio y el peso de la responsabilidad. “Físicamente he hecho un buen trabajo desde que perdí en Nueva York, para estar a un nivel óptimo y poder afrontar lo que viene. Jugué aquí hace dos años, y esta vez siento que las condiciones son algo distintas; me gusta la pista, es un poco más rápida, siento genial la bola y tengo confianza”, transmite optimista, haciendo referencia a un formato siempre complicado, no obstante, para el tenista español: dura-indoor.

En sentido opuesto, los checos —Tomas Machac (35º), Jiri Lehecka (37º), Jakub Mensik (67º), Vit Kopriva (143º) y Adam Pavlasek (41º en dobles)— disfrutan de las particularidades de jugar a cubierto. También satisface el marco a los franceses —Ugo Humbert (18º), Arthur Fils (25º), Arthur Rinderknech (58º), Pierre-Hugues Herbert (129º) y Édouard Roger-Vasselin (22º en dobles)— y a los australianos siempre les ha ido la velocidad. Estos últimos acusarán la baja a última hora de su linterna, Alex de Miñaur (11º), pero Lleyton Hewitt dispone de un bloque de garantías, integrado por Alexei Popyrin (24º) —verdugo reciente de Novak Djokovic en Flushing Meadows y campeón en Montreal—, Jordan Thompson (29º), Thanasi Kokkinakis (78º) y un dúo de relieve que acaba de coronarse en el grande estadounidense, Max Purcell y Matthew Ebden.

Juan Carlos Ferrer y David Ferrer, durante un entrenamiento. / ITF-GETTY

Duro escenario, por tanto, el que se va a encontrar España. De entrada, en la jornada de apertura se midieron Francia y Australia, superior la segunda al decantar el tercer punto a su favor (2-1). “Las dos tienen grandísimos dobles, y esto en la Davis es muy importante”, indica Ferrer, satisfecho con la superficie. “Es un término medio; hace dos años era lenta y el pasado, rápida”, precisa. “He visto muy bien al equipo, con un muy buen ambiente, que es fundamental. En ese aspecto estoy muy tranquilo. Muchos de ellos han jugado muchos partidos este año, y en ese aspecto quiero darles las gracias”, prolonga el técnico. Alcaraz, por ejemplo, ha disputado hasta ahora 48 y aprovechó el intervalo de Estados Unidos a La Fonteta para recargar fugazmente las pilas en Murcia y dejándose caer también por el circuito de Monza para ver la Fórmula 1.

“He tenido pocos días de descanso, de desconexión, y también poco tiempo para prepararme para la gira [norteamericana]; no pude entrenar lo que me hubiese gustado para llegar allí de la mejor manera posible. Es una experiencia de la que aprenderé para seguir mejorando”, asegura el número tres del mundo. “Son cosas [estar con los amigos y la visita automovilística] que tenía ganas de hacer, pero el calendario no me lo permitía. Ojalá hubiese seguido en Nueva York, claro, pero tienes que encontrar huecos que te hagan desconectar un poco. Tuve dos o tres días que me vinieron bien para calmarme, pero una vez tranquilo, pensaba que lo mejor era volver a entrenar, dar lo mejor y ponernos físicamente muy bien para tener confianza en la pista”, añade Alcaraz, lujoso estandarte que ahora busca recuperar la chispa perdida durante el estío.

Valencia, buena oportunidad para olvidar un verano nuboso para él. También lo es para España, zarandeada hace un año en este mismo escenario. La Davis, doble opción de bálsamo.

ASÍ FUNCIONA LA FASE DE GRUPOS

Sistema. Cuatro grupos de cuatro equipos cada uno, distribuidos en cuatro sedes: Bolonia, Valencia, Zhuhai y Mánchester. Los dos primeros de cada bloque accederán a las Finales que tendrán lugar en Málaga (del 19 al 24 de noviembre).

Puntos. Cada serie se compone de tres partidos, dos individuales y un dobles. Al mejor de tres sets. En caso de empate entre dos países, se usará el resultado directo. En el caso de triple empate, se determinaría el siguiente orden: porcentaje de partidos ganados, sets ganados y juegos ganados.

Grupos. España forma parta del B, con Chequia, Francia y Australia. En el A competirán Italia, Países Bajos, Bélgica y Brasil; en el C lo harán Alemania, Estados Unidos, Eslovaquia y Chile; y el D reúne a Canadá, Finlandia, Gran Bretaña y Argentina.

Calendario. España-Chequia (hoy, 16.00); España-Francia (viernes, 16.00); y España-Australia (domingo, 14.00). Todas las series y las del resto de los equipos son retransmitidas por Movistar+.

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