La incursión de Arabia Saudí y la fusión de los circuitos: el futuro del tenis se decide en la Caja Mágica
Los distintos entes perfilan una nueva estructura para este deporte global, en la que aumentará el peso de Oriente Medio, que pelea por adjudicarse un Masters 1000
No parece casual que, nada más acceder a la Caja Mágica por el acceso principal, el visitante pueda detectar a su izquierda un panel publicitario con el logotipo del PIF, el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí. Tampoco parece serlo la presencia de la presidenta de la federación de tenis del país oriental, Areej Mutabagani, ni la de su homólogo australiano, Craig Tiley. El tenis se mueve, el escenario muta y los actores cambian, y el complejo del barrio de San Fermín será estos días un hervidero en el que se definirá la nueva fisonomía de un deporte que en un futuro cercano podría asenta...
No parece casual que, nada más acceder a la Caja Mágica por el acceso principal, el visitante pueda detectar a su izquierda un panel publicitario con el logotipo del PIF, el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí. Tampoco parece serlo la presencia de la presidenta de la federación de tenis del país oriental, Areej Mutabagani, ni la de su homólogo australiano, Craig Tiley. El tenis se mueve, el escenario muta y los actores cambian, y el complejo del barrio de San Fermín será estos días un hervidero en el que se definirá la nueva fisonomía de un deporte que en un futuro cercano podría asentarse sobre una estructura radicalmente distinta a la actual, en la que cohabitan tres entres independientes —ATP (circuito masculino), WTA (femenino), ITF (Federación Internacional)—, además de los cuatro Grand Slams.
De fondo, el objetivo común de que se consume una fusión histórica entre el tenis masculino y el femenino. Y para ello, dos propuestas. Una, la anunciada el pasado 28 de febrero por el dirigente de la ATP, el italiano Andrea Gaudenzi, quien confirmó una alianza “estratégica” con Arabia Saudí que propondría un nuevo modelo organizativo a cambio de unos 2.000 millones de euros de inversión, según el diario británico The Telegraph; otra, la formulada por los cuatro Grand Slams (Australia, Roland Garros, Wimbledon y US Open), que se denominaría Premier Tour y unificaría ambos circuitos a partir de una serie de particularidades —como la igualdad de premios o el sistema competitivo del PGA Tour de golf, por ejemplo—, según la información detallada por Sports Illustrated.
Desde marzo, cuando se disputó el Masters 1000 de Indian Wells en el desierto de California, los representantes de los distintos entes han ido reuniéndose y manteniendo conversaciones para ir perfilando un acuerdo que además de tener en cuenta el futuro modelo organizativo, también contempla todo lo referido a la distribución de los ingresos comerciales, los activos comerciales y la retransmisión del tenis, hasta ahora producida de manera independiente. Según una información publicada recientemente por el medio SportsBusiness, todas las partes entienden que sería beneficiosa una señal única a partir de 2027, una vez que finalice el contrato de la WTA con Dazn. Las negociaciones continúan y podrían culminarse ahora en Madrid.
Uno de los ejes de la discusión ha sido Oriente Medio, especialmente Arabia Saudí. A principios de este mes, la WTA anunció que las tres próximas ediciones de la Copa de Maestras (WTA Finals) se celebrarán en Riad tras un lustro sin sede fija; antes se produjo el acuerdo económico con la ATP y, entre medias, el circuito masculino anunció un calendario provisional para 2025 que podría variar, en función de lo que finalmente se acuerde estos días en la Caja Mágica. La adjudicación de un nuevo Masters 1000 está en el aire y, según ha podido saber EL PAÍS, la resolución se producirá entre el jueves y el viernes de esta semana.
Concurso y reunión definitiva
El oscuro régimen del rey Salmán, deseoso de convertirse en actor protagonista de un deporte tan expansivo y global como el tenis —incidiendo en la megalómana estrategia llevada a cabo desde 2016, que ha captado a figuras como Lionel Messi, Rafael Nadal o Jon Rahm, entre otras—, tiene todas las papeletas para adjudicárselo y salirse con la suya a raíz del nexo establecido con la ATP y la WTA. Sin embargo, la asignación se ha hecho mediante un concurso que requería de una serie de condiciones por parte de la empresa de consultoría contratada. El martes finalizó el plazo para la presentación de las propuestas, según ha podido confirmar este periódico, y este miércoles se abrirán los sobres, antes de que el jueves se reúna el board (consejo) de la ATP y la WTA y se adopte una decisión definitiva.
La idea es que dicho Masters 1000 se celebre en la primera o la segunda semana de enero, aunque existe la opción de que se introduzca después de que se dispute el Open de Australia —de mediados a finales de ese mes—. Precisamente, el país oceánico es la alternativa a Arabia para la organización del torneo, del que todavía se desconocen detalles como el prize money (cuantía de los premios) o quién participará.
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