Alcaraz: “Me falta madurez para manejar estos partidos”

El murciano se reprocha la “desconexión” en el desempate del primer ‘set’ y renuncia a competir la próxima semana en la Copa Davis: “Necesito descanso”

Carlos Alcaraz intenta devolver la pelota durante el partido contra Medvedev.JUSTIN LANE (EFE)

Se hace extraña esta última comparecencia de Carlos Alcaraz. Al fin y al cabo, el murciano, apeado ya del US Open, reflexiona en la sala sobre una derrota que en el territorio del Grand Slam apenas ha experimentado desde hace un año. Le batió Novak Djokovic en las semifinales de París y ahora lo ha hecho Daniil Medvedev en las de Nueva York; distinta forma, similar fondo. Un doble aprendizaje para un tenista que a sus 20 años sigue descubriendo los códigos del estrellato...

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Se hace extraña esta última comparecencia de Carlos Alcaraz. Al fin y al cabo, el murciano, apeado ya del US Open, reflexiona en la sala sobre una derrota que en el territorio del Grand Slam apenas ha experimentado desde hace un año. Le batió Novak Djokovic en las semifinales de París y ahora lo ha hecho Daniil Medvedev en las de Nueva York; distinta forma, similar fondo. Un doble aprendizaje para un tenista que a sus 20 años sigue descubriendo los códigos del estrellato.

“Me dolió más la de Roland Garros [entonces acalambrado]. Hoy [por este viernes] al menos he podido pelear hasta el final y he tenido mis oportunidades. Lo único que puedo reprocharme es la desconexión que he tenido”, contesta a los periodistas. “Soy una persona que siempre quiere mejorar, y al final se aprende más de las derrotas que de las victorias. Tengo que hablar con Juan Carlos [Ferrero, su entrenador], pero vamos a intentar olvidarlo lo antes posible. La temporada sigue y nadie se ha muerto”, prosigue el murciano.

En su discurso no falta autocrítica, señal de madurez. Hace unos días señalaba que ahora se veía como un jugador más maduro, pero matiza la afirmación. “No he podido encontrar soluciones”, se afea. “Pensaba que era mejor en ese sentido, cuando el partido no va de cara, pero después de esto voy a cambiar de opinión. No tengo la suficiente madurez para manejar este tipo de partidos, así que debo aprender”, prosigue el español, al que no le ha sorprendido el soberbio rendimiento de Medvedev. El ruso, inclinado las dos veces que se habían cruzado esta temporada, ha ofrecido un recital desde el fondo.

“Se merece más que yo estar en la final. El revés paralelo lo ha utilizado bastante, es un golpe con el que tiene mucha confianza”, analiza, “pero, tanto derecha como de revés. Lo que sí que me ha sorprendido ha sido la derecha; ha aumentado la velocidad y ha cometido muy pocos errores con ella. Él es uno de los mejores del mundo, así que no te puede impresionar mucho lo que haga en la pista. Al final, Daniil hace muchísimas cosas bien y te pone las cosas superduras. Pero quizás hoy ha incrementado el nivel con respecto a lo que me esperaba”, admite.

14 partidos en un mes

Alcaraz incide en su repentino desfallecimiento en el desempate del primer parcial. “He perdido la cabeza, he jugado tres o cuatro puntos sin control”, detalla en inglés. “He perdido totalmente la cabeza y no he sido capaz de volver en el segundo set. Estaba casi en la luna. Son cosas que tengo que mejorar si quiero ganar más Grand Slams, si quiero ser uno de los mejores. Son cosas que no pueden suceder”, continúa el de El Palmar, que califica con un “siete y medio y ocho” el paso de este año por el Grand Slam, resuelto finalmente en 17 triunfos y dos derrotas.

Ausente en Australia por lesión, alcanzó las semifinales de Roland Garros, triunfó en Wimbledon y se queda en Nueva York en la penúltima ronda. Teniendo en cuenta que defendía el título y Djokovic ingresará una cantidad ingente de puntos —1.200 o 2.000, si se corona el domingo—, la derrota le distanciará aún más del serbio, de nuevo número uno a partir del lunes.

Alcaraz se despide de los aficionados de la Arthur Ashe.CJ GUNTHER (EFE)

Antes de abandonar la sala de conferencias, desliza que el desgaste de la gira veraniega en Estados Unidos le ha pasado factura, y horas después la Real Federación Española de Tenis (RFET) confirma su baja para la cita del 12 al 17 de septiembre en Valencia, donde España competirá en la fase de grupos de la Copa Davis contra Serbia, Corea del Sur y la República Checa.

“Tengo que verlo. Ha sido una gira larga e intensa, así que tengo que escuchar a mi cuerpo; a ver qué me pide y mañana veremos cómo me levanto”, indica. “He ido cuidándome más de lo habitual. Ya habéis visto los tapes [cintas protectoras que ha llevado durante el torneo] en las piernas. Lo que puedo decir es que es una gira bastante larga y necesito descanso, pero mañana veré”, zanja Alcaraz, que ha disputado 14 encuentros en un mes.

Para reemplazarle, el capitán David Ferrer ha escogido al barcelonés Albert Ramos, según informa la RFET. El barcelonés, de 35 años, ha sido finalista este año en Gstaad y semifinalista en Córdoba, además de haber alcanzado los cuartos de final en Río de Janeiro y en el challenger de Parma. El catalán ya estuvo presente en las finales del curso pasado, celebradas en Málaga, y ha disputado cinco eliminatorias con un bagaje de seis victorias y dos únicas derrotas.

MEDVEDEV: “PARA GANAR A NOVAK TENDRÉ QUE SER 10 VECES MEJOR QUE EN 2021”

A. C. | Nueva York

Medvedev es el único jugador que puede presumir esta temporada de haber batido a Djokovic y Alcaraz. Satisfecho por esta última victoria, pero sin lanzar las campanas al vuelo, ni mucho menos, se exige un salto exponencial para tener opciones en el pulso del domingo contra el balcánico. 

“Novak será 10 veces mejor de lo que fue ese día”, expuso refiriéndose a la final de 2021, que él se adjudicó contra pronóstico, evitando así un hito histórico, puesto que Nole habría logrado completar el Grand Slam (conquistar los cuatro grandes templos el mismo año); “así que si quiero vencerle, tendré que ser 10 veces mejor de lo que fui ese día”.

A pie de pista, el de Moscú afirmó que para derrotar a Alcaraz “hay que jugar a un nivel de 12 sobre 10”, y que pese a los rodeos para sellar la victoria ante el español, logró salvar en la recta decisiva “cuatro o cinco puntos de break”. Lo hizo, además, en una circunstancia de adversidad. 

“Había 1.000 españoles y con 5-3 [en el cuarto set] empezaron a gritar entre el primer y el segundo servicio. Eso no fue agradable, pero supongo que estaban desesperados, así que me alegro de que no les sirviera. Ahora ya se pueden ir a dormir...”, bromeó el finalista con su perspicacia característica.

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