Hora de graduarse para España
La selección, con toda la plantilla disponible, afronta su estreno ante Costa Rica con 20 jugadores sin experiencia mundialista, lo mismo que Luis Enrique como seleccionador
Llegó la hora de España, el momento de competir, que es el mínimo exigible para el grupo de Luis Enrique, convencido del hueso de los suyos. Los últimos eventos, Eurocopa y Liga de Naciones, acreditan el pulso de una selección de autor, Luis Enrique, pero el Mundial tiene mayor graduación. Como primer reto, Costa Rica (17.00, La 1 y Gol Mundial-Movistar). Ambas selecciones nunca se han medido en partido oficial.
Los ticos, ya unos parientes de los Mundiales, a los que acuden por sexta vez desde 199...
Llegó la hora de España, el momento de competir, que es el mínimo exigible para el grupo de Luis Enrique, convencido del hueso de los suyos. Los últimos eventos, Eurocopa y Liga de Naciones, acreditan el pulso de una selección de autor, Luis Enrique, pero el Mundial tiene mayor graduación. Como primer reto, Costa Rica (17.00, La 1 y Gol Mundial-Movistar). Ambas selecciones nunca se han medido en partido oficial.
Los ticos, ya unos parientes de los Mundiales, a los que acuden por sexta vez desde 1990. El equipo de los eternos: el exmadridista Keylor Navas (35 años, 107 internacionalidades), el exdeportivista Celso Borges (34 y 156) y el capitán, Bryan Ruiz (37 y 148). Una selección con cierto poso que en dos ocasiones superó una primera fase, alcanzó los octavos en Italia 90 y los cuartos en Brasil 2014. El patinazo mundial argentino, un aviso para la Roja que afronta el torneo con 20 novatos entre los 26. La media de edad es de 25 años y 312 días.
Enfrente de Costa Rica, la España que subraya Luis Enrique, principal divisa de un grupo bien arropado en su figura. Un técnico decidido desde el primer día a coser un equipo que plasme su modelo. Nunca quiso limitarse a seleccionar a los mejores, sino a sus mejores. A falta de grandes solistas en el panorama español, el preparador asturiano se ha decantado por un formato en el que prevalezca lo colectivo, la cohesión del grupo. Para ello jamás le importó afiliar a un suplente o dar vidilla a la primera a cadetes como Ansu Fati o Gavi. Poco a poco, España ha definido su espinazo, con futbolistas como Unai Simón, Laporte, Busquets y Morata, a los que se ha sumado Pedri tras superar los problemas físicos del pasado curso.
A todos se les espera este miércoles en el debú español y del propio Luis Enrique como técnico mundialista. “Lo estoy llevando con naturalidad y nos beneficia haber estado poco tiempo concentrados, porque cuando llevas dos o tres semanas se acumula demasiada energía”, dijo este martes el técnico. El asturiano puede elegir entre los 26, una vez que Carvajal, Morata y algunos otros han superado catarros, consecuencia de los excesos locales con los aires acondicionados. Luis Enrique también confirmó el alta de Hugo Guillamón, un pivote en el gabinete de medio campo al que el seleccionador ha preferido probar como el central que era años atrás.
De lo que nada dijo sobre la puesta en escena fue de la posible alineación, aunque se da por hecho el irrenunciable 4-3-3. Se presume que Carvajal y Jordi Alba ocuparán los laterales, y Gavi o Koke se aliarán con Busi y Pedri en el eje. Para las pitonisas queda quién auxilie a Laporte en defensa —puede retrasar a Rodri, echar el lazo a otro zurdo como Pau Torres o envidar con Eric García—.
Las mismas incertidumbres en los extremos, con opositores como Ferran Torres, Dani Olmo, Nico Williams, Ansu Fati, Yeremi Pino, Sarabia y Asensio. La batería es amplia y hasta cabe que el técnico renuncie al ariete más natural, Morata, posición que ya ha otorgado en ocasiones a Ferran, Olmo y Asensio.
En sus 15 estrenos mundialistas, España ha sellado cuatro victorias y siete derrotas. Cierto que una de ellas, contra Suiza en 2010, resultó el prólogo de la mayor cumbre española. En Qatar, la primera parada será en el estadio Al Thumama, a las afueras de Doha. Un recinto para 40.000 espectadores estrenado el 21 de octubre de 2021. Tiene un diseño circular que evoca a la gahfiya, un tradicional gorro de lana entre los árabes. Tras el Mundial está previsto que reduzca a la mitad su capacidad y la zona superior se destine a hoteles. En Qatar, todo a lo grande.
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