México y la historia: “Sí se puede”
México no necesita ganarle a los de Messi (cosa que sería genial, pues los eliminarían), pero no perder es clave para seguir en la pelea
Se dice que la selección de México suele mostrar su mejor cara en los momentos más complicados y ante los rivales más fuertes. Bien, aunque el sábado necesitarán respaldar el dicho en el campo ante Argentina, lo cierto es que contra los últimos cuatro grandes, el Tri sí que ha podido salir adelante y sorprender al mundo, al menos en una primera ronda mundialista.
En 1994, en el tercer juego de grupos de la Copa en Estados Unidos, los mexicanos empataron a un gol ante Italia (que eventualmente llegó a la final del torneo) y con ello amarraron su pase a los octavos de Final, como primeros...
Se dice que la selección de México suele mostrar su mejor cara en los momentos más complicados y ante los rivales más fuertes. Bien, aunque el sábado necesitarán respaldar el dicho en el campo ante Argentina, lo cierto es que contra los últimos cuatro grandes, el Tri sí que ha podido salir adelante y sorprender al mundo, al menos en una primera ronda mundialista.
En 1994, en el tercer juego de grupos de la Copa en Estados Unidos, los mexicanos empataron a un gol ante Italia (que eventualmente llegó a la final del torneo) y con ello amarraron su pase a los octavos de Final, como primeros; en 2002, también ante los italianos, volvieron a empatar a una anotación y avanzaron; en 2010, en Sudáfrica, México venció 2-0 a Francia, justo en el segundo juego de grupos y, tras empatar su primer partido, avanzaron; en 2014, en Brasil, también en el segundo juego de la fase grupal, empataron sin goles ante los locales y se metieron en octavos. Finalmente, en 2018, le ganaron a Alemania 0-1 en el primer juego del grupo F, en el que a la postre terminaron entre los 16 que avanzaron.
Escenarios
Primero, el Tri no necesita ganarle a los de Leo Messi (cosa que sería genial, pues los eliminarían y de paso darían un paso enorme a la clasificación), pero no perder es clave para seguir en la pelea, pues un empate los dejaría con dos unidades, una arriba de la albiceleste y dependiendo el otro resultado del sector C, podría estar arriba de Polonia y lejos de Arabia o a un punto de los árabes y a dos de Polonia, lo que dejaría la resolución del grupo hasta la última jornada, en la que los mexicanos se toparán con los casi locales saudíes.
Como verán, las matemáticas son indispensables en este asunto de las Copas Mundiales, aunque al final la cuenta más importante es anotar siempre un gol más que tu rival. Con eso, como lo hicieron los halcones verdes, siempre llevarás buenas noticias a casa.
Otro árbitro al patíbulo
El árbitro australiano Christopher Beath ingresó a la larga lista de silbantes despreciados por la afición mexicana, a la que le cuesta mucho aceptar que le marquen algo en contra y le da por sentir que lo hacen con ganas de perjudicar a sus futbolistas, con algún siniestro encargo de la FIFA. De hecho, para quien por ahí maneje alguna teoría conspiracionista, el penalti que le hubiera dado la victoria a Polonia -si Memo Ochoa no lo hubiera atajado- no le convenía en nada a Argentina, una de las favoritas para ganar la Copa del Mundo y de las selecciones consentidas en el mundo. Lo que le convino a los sudamericanos fue justamente que Ochoa hiciera ver mal a Robert Lewandowski, como finalmente sucedió.
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