La terapia del reguetón en la selección española para olvidar a Japón
Las jugadoras, tras un día de fiesta con los familiares, pasan página de la derrota ante la selección nipona con música en el vestuario y el gimnasio
Una hora antes de que comenzara el entrenamiento, las notas y letras pegadizas ya atronaban en el vestuario de España, reguetón que copa las listas de música. Desde Columbia de Quevedo al LALA de Mike Towers, pasando por Arranca de Becky G y Algo sencillito de Marta Santos, aunque también melodías diversas como Uno más uno son siete de Fran Perea o canciones de Camela. “La música depende de los días. Alguno quizá estamos con un mood un poco más melancólico y ponemos música más tranquila, y otros estamos más arriba y ponemos reguetón todo el rato”, desveló Oih...
Una hora antes de que comenzara el entrenamiento, las notas y letras pegadizas ya atronaban en el vestuario de España, reguetón que copa las listas de música. Desde Columbia de Quevedo al LALA de Mike Towers, pasando por Arranca de Becky G y Algo sencillito de Marta Santos, aunque también melodías diversas como Uno más uno son siete de Fran Perea o canciones de Camela. “La música depende de los días. Alguno quizá estamos con un mood un poco más melancólico y ponemos música más tranquila, y otros estamos más arriba y ponemos reguetón todo el rato”, desveló Oihane; “y esta tarde [por ayer] estábamos a tope”. Señal de que el disgusto se ha pasado, de que el equipo no mira hacia atrás sino a lo que está por venir, Suiza en octavos, por más que todas llegaron a la misma conclusión: “Ni antes éramos tan buenas ni ahora tan malas”.
Los cuatro goles de Japón hicieron daño a la selección. “Fue duro, pero se ha recapacitado y sabemos que siempre hay momentos difíciles y que lo importante es levantarse después de la caída”, explicó Salma Paralluelo. “Es un palo que no nos esperábamos y hemos estado un par de días en los que te cuesta levantarte, pero el chip cambia solo. El equipo sabe a lo que ha venido y una derrota no nos tiene que bajar la moral. No nos sentimos menos futbolistas y no se ha rebajado la euforia ni las ilusiones”, se sumó Jenni. “Fueron un par de días jodidos porque dolió la manera en la que se perdió, pero ya está olvidado y el equipo está más unido que nunca, remamos en la misma dirección junto con el staff técnico”, intervino Athenea. Aunque para Jenni no todos piensan igual. “Después de lo que ha pasado [en referencia al follón de las 15 jugadoras que en su día decidieron no ser convocables con la selección], si te metes en las redes sociales… Sabemos que siempre se espera el fallo y hay gente que se alegra. Pero a esos les digo que si no quieren seguir en el barco de España, que se bajen”.
No lo han hecho las futbolistas de La Roja, vitaminadas tras un día con los seres queridos. “Siempre viene bien despejarse, son muchos días juntas 24/7″, reseñó Jenni. “Estar con la familia fue un alivio porque aporta tranquilidad y felicidad, que era necesaria después de Japón”, añadió Ona. “Es un plus que te ayuda a desconectar”, apuntó Athenea. Lo mismo que la música.
Con Irene Guerrero y Jenni como Dj’s, el reguetón animó al equipo en el vestuario y después en el gimnasio, al punto que se les oía cantar con ganas. “Somos muchas las que bailamos y cantamos, somos moviditas”, desveló Salma. “Yo no tengo mucho ritmo, pero canto, bailo, hago lo que haga falta para sacar la alegría”, dijo Athenea, que señaló a Jenni, Misa y Esther como bailongas. “Sí, son graciosas, sí”, aclaró Ona. Y, así, entre risas y música, España olvidó a Japón.