En waterpolo, no hay quien pare a las auténticas ‘potras salvajes’ de España
La selección femenina, que practica un ritual con la canción del verano, aplasta a Canadá 8-18 y se enfrentará en semifinales a Holanda, campeona de Europa
Pusieron el altavoz en el suelo este martes antes de abandonar la Villa Olímpica, y sonó Potra Salvaje. Poseídas igual que ménades, Maica, Pili, Martina, Paula, Elena, Bea, Nona y las demás, cantaron, gritaron y bailaron en el umbral entre dos mundos, el mundo primitivo y oculto, y el mundo de la televisión, el de las multitudes, las autoridades, el de Comité Olímpico Internacional y la vida productiva y competitiva. “Así soltamos nervios, tensión, lo que sea”, dice Bea Ortiz. “Cuando acaba la canción todas nos volvemos a concentrar, nos ponemos los auriculares, cogemos nuestras mochilas, y vamos al bus en silencio hasta el estadio”.
En la piscina del pabellón cerrado de La Défense Arena de París les esperaban 15.000 personas que vieron cómo las jugadoras de España derrotaban a Canadá 8-18 este martes al mediodía y pasaban a semifinales de un campeonato olímpico de waterpolo en el que no dejan de ganar. El jueves se medirán en semifinales a Holanda, vigente campeón de Europa, que venció a Italia 11-8.
La selección femenina de waterpolo surca las aguas de París sin que hasta ahora nadie haya podido frenarla. Es el equipo que más tiró a portería en la primera fase del torneo (124 lanzamientos y 51 goles), el que arrasó 15-6 a Francia, el que ganó 11-13 a Estados Unidos, venció 8-10 a Grecia y doblegó 13-11 a Italia. El mismo que pasó por encima de Canadá ante una multitud inédita, probablemente el aforo más concurrido de la historia de los torneos de waterpolo. “Hemos tenido nuestro momento de flipar” dice Bea. “No recuerdo haber jugado ante tanto público”.
A sus 29 años, la jugadora de Tarrassa ocupa uno de los puestos reservados a las líderes del equipo junto con Anni Espar y la capitana Maica García. Vienen de ganar una plata en los Juegos de Tokio y tras los baches experimentados en los Mundiales de Fukuoka y Doha se han regenerado como equipo para competir con más recursos en París. La complicidad es evidente. “Estamos muy fuertes, y esto es porque hemos creado una familia”, explica Bea. “Un vínculo muy bonito. Hemos cambiado la mentalidad. Confiamos mucho no solo en nosotras mismas, sino en la que tenemos al lado. Y hemos cambiado la forma de definirnos, de lo que somos, y así hemos podido mostrarles a todos los demás de lo que somos capaces. Somos guerreras”.
España dominó a Canadá con sus armas de siempre, solo que más afinadas. Movilidad, dinamismo, polivalencia, solidaridad en defensa y precisión en los pases y en la manipulación de la pelota. Las chicas juegan rápido y claro, como si tuvieran alquitrán en las manos. El balón no se escurre y ellas no dejan de nadar frente a unas adversarias demasiado pesadas para seguirles el ritmo en los desplazamientos de 20 metros de campo a campo. Martina Terré paró 12 tiros de los 20 que recibió, incluido un penalti. La portera ganó en confianza y del otro lado del equipo, la joven Elena Ruiz volvió a acribillar y a golear: siete lanzamientos, cuatro tantos.
“¡Oca no ha hecho nada!”
En el cuartel de los italianos, cuyo equipo femenino perdía minutos más tarde su partido ante Países Bajos, daban por concluida una era, certificaban el agotamiento de la convivencia entre las jugadoras, y se preguntaban cómo ha hecho Miki Oca para regenerar a la selección española después de ganar una plata en Londres 2012 y otra en Tokio 2021. “¡Oca no ha hecho nada!”, responde el seleccionador español, con su habitual gracejo, sin sonreír. “¡Nada! Este es un grupo de chicas que sabe lo que quiere y trabaja para conseguirlo. Yo no estoy en sus relaciones. Si son buenas chicas, ¿por qué no van a tener buena química entre ellas, si además comparten intereses?”.
“Ya no me acuerdo de cómo estábamos en Londres, ¡hace mucho tiempo!”, dice Oca cuando le piden que compare a este equipo con el primero que llevó a unos Juegos. “¡De verdad! No lo recuerdo. Yo solo sé que estamos para competir y podemos ganar a cualquiera y que tenemos rivales enfrente que también tienen sus opciones”.
Miki Oca en estado puro al frente de las potras salvajes de España. Las auténticas.
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