Una medalla en el aire para Diego Botín y Florian Trittel en la clase 49er de vela

La falta de viento en Marsella obliga a aplazar a este viernes la regata decisiva, cuando la pareja española acariciaba el oro

Diego Botín y Florian Trittel, en Marsella.OLIVIER HOSLET (EFE)

Marsella es un horno. El viento ha desaparecido. No corre apenas la brisa en La Marina y los barcos se quedan clavados en el agua. Las 10 embarcaciones que disputan la regata decisiva, la Medal Race, de la clase 49er comienzan dos veces a intentar surcar los cuatro tramos que decidirán las medallas, y dos veces los jueces los mandan de regreso a la casilla de salida, porque la calma del mar las ha plantado como estatuas. La pareja española de Diego Botín y Florian Trittel vuelve decepcionada al puerto. Acariciaban el oro, líderes de la clasificación general hasta esta última prueba que disputan solo las 10 mejores parejas y que puntúa doble. Un tercer puesto les servía para colgarse la medalla de oro. Un sexto lugar aseguraba subir al podio.

La primera suspensión les pilla con la situación muy controlada, casi en el ecuador de la regata y con sus perseguidores en la tabla bajo vigilancia después de una muy buena partida: Irlanda a cinco puntos, Nueva Zelanda a seis y Estados Unidos a 12. Pero así es la vela, azotada por las condiciones del viento y las olas. Son las 14.43 cuando se dio el primer pistoletazo y los regatistas aguantan dos horas hasta que pueden zarpar de nuevo. Esta vez España arranca más retrasada, incluso baja hasta la séptima posición en la Medal Race, pero remonta, escala posiciones, y en plena subida la barca de los jueces aparece otra vez en escena con la bandera de la suspensión levantada.

A las 17.37 la organización decide no esperar más y aplazar hasta este viernes a las 13.10 la disputa de la Medal Race. Es el primer día de reserva, y en caso de que se repitan las malas condiciones se utilizará el sábado como segunda jornada para completar la prueba olímpica. Los retrasos se han repetido varios días en Marsella, una sede a 800 kilómetros de París, pero ningún día hasta ahora se habían cancelado las regatas. Después de 12 mangas, Botín y Trittel mandaban en la general pese a no apuntarse ninguna victoria, gracias a una regularidad en sus actuaciones que contempló tres segundos puestos, un tercero, un cuarto, un quinto y dos sextos.

“Volvemos contentos del agua”, resume Trittel ya en la tierra, “con esos dos intentos hemos visto que estamos con el foco donde debía estar, finos, con la confianza para el próximo día”. “Ha sido un día duro en el agua mentalmente, emocionalmente, gastamos mucha energía en volver a focalizarnos en las pruebas. Ahora debemos volver a prepararnos de la misma manera”, añade su compañero de viaje.

Botín y Trittel, ambos de 30 años, buscan engordar el botín de la vela española, el deporte que más medallas (21) y más oros (13) ha aportado en los Juegos Olímpicos. Después de aventuras por separado, ambos se unieron para compartir este ciclo en el que han sido campeones de Europa y medallistas en los tres Mundiales: plata en 2022 y bronces en 2023 y 2024. Ahora persiguen un metal olímpico que a Diego Botín se le escapó por un suspiro en Tokio, cuarto en 49er junto a Iago López Marra al quedar empatados con los terceros, el barco alemán, que se impuso al quedar por delante en la Medal Race. La maldición estaba a punto de romperse en Marsella cuando el viento dejó de soplar y dejó en el aire una medalla para España.

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