España se fortalece en waterpolo a costa de la gran Hungría
La selección de David Martín ajusta su defensa y se impone 10-7 tras un partido de gran ritmo, control y solidez defensiva que apuntilló Marc Larumbe con dos goles clave
Media un mundo y dos trenes de cercanías entre la piscina de la velocidad en La Défense y la piscina del waterpolo en el Centro Acuático de Saint-Denis. Del barrio financiero al suburbio sombrío. De Tom Cruise en las gradas a las hinchadas sudorosas. Del harpa clásica para animar la velada a Calabria 2007 Club Mix. El waterpolo es un deporte de impronta mediterránea. Balcánica, más bien. Los rituales son igualmente rigurosos y si juega España con Hungría la organización se pone firme. Con locutores, luces y sonido por todo lo alto para la gran fiesta en la discoteca acuática de la banlieue. Pero nada de bailes de salón. En Saint-Denis solo vale el perreo. Sin lamentaciones.
En estos confines los deportistas no lloran, ni se quejan de la mala comida en la Villa, ni de los somiers de cartón y los colchones duros, como han hecho los velocistas de natación en línea de Australia y Corea para justificarse por las malas marcas de la semana. “Yo he dormido fenomenal y he comido muy bien”, dijo Unai Aguirre, el portero de España, contento de la vida en la Villa y del partido, más bien plácido, que acaba de jugar contra una de las selecciones más poderosas de los Juegos.
España ganó 10-7 y encabeza el Grupo B con seis puntos por delante de Hungría, Australia, Francia y Serbia —todas con tres puntos—, en una fase en la que solo el último (Japón, con cero) queda eliminada.
“El gran objetivo de hoy ha sido crecer como equipo”, dice el seleccionador, David Martín; “el equipo ha estado muy concentrado. Nuestra gran arma es la defensa. En ataque cuesta pero hemos encontrado el momento”.
En ataque el equipo fluyó poco. Resultó significativo que Marc Larumbe, el defensa por excelencia del equipo, metiera dos goles clave a falta de uno. El 4-3 al final del segundo cuarto, y el 10-7 definitivo al final del cuarto cuarto. Ejemplo de lectura del juego oportunista y de solidez en la protección de la propia portería. Como dijo David Martín: “Cuando Marc ve que atrás está seguro, él se incorpora arriba”. Por si acaso, sus dos tiros tuvieron mucho veneno. Soma Voguel, el portero del Ferencvaros, que conoce la materia, no pudo parar los proyectiles resbaladizos.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir la newsletter diaria de los Juegos Olímpicos de París.