El desplome de energía en el noviembre negro del Real Madrid de Xabi Alonso
El equipo se mostró mucho más pasivo y defendió más atrás en el mes en que terminó perdiendo el liderato de la Liga
El Real Madrid entró en noviembre con una resaca confusa tras el clásico. Y noviembre fue un precipicio. La victoria ante el Barça el 26 de octubre le dejó el chute emocional de ganar por fin después de los insistentes batacazos del curso anterior, pero también las turbulencias del desplante de Vinicius a Xabi Alonso. En ese instante sacaban cinco puntos al equipo de Flick en cabeza de...
El Real Madrid entró en noviembre con una resaca confusa tras el clásico. Y noviembre fue un precipicio. La victoria ante el Barça el 26 de octubre le dejó el chute emocional de ganar por fin después de los insistentes batacazos del curso anterior, pero también las turbulencias del desplante de Vinicius a Xabi Alonso. En ese instante sacaban cinco puntos al equipo de Flick en cabeza de la Liga. El impulso les alcanzó para barrer al Valencia el 1 de noviembre (4-0). Y entonces llegó el apagón: una victoria en cinco partidos, con algunos registros que podrían llevar a sospechar si habían jugado con un futbolista menos.
Por ejemplo, en Liverpool, la segunda derrota del curso (1-0). Allí se esfumó la presión alta, uno de los rasgos esenciales que sustentan el juego que trata de instaurar Xabi. Antes de esa noche, el Madrid solo había defendido más atrás en septiembre en San Sebastián, donde jugó una hora con uno menos después de la expulsión de Huijsen. Contra la Real Sociedad, realizó las acciones defensivas a 38 metros de media de su portería, según los datos de Hudlstatsbomb. Contra el Liverpool, fueron a 38,7 metros, un bajón de 12 respecto a la media de 50,9 que había registrado hasta entonces.
Para Xabi, las zonas del campo en las que se instale su equipo marcan buena parte del desarrollo de los partidos: “Si no defiendes bien, no atacarás bien. Y si no atacas bien, no defiendes bien”, dijo este martes en la previa del partido de este miércoles contra en San Mamés (19.00, Dazn), una visita que ha adquirido carácter de determinante en el comprometido panorama que dejó noviembre. “Nos preocupa cómo podemos mejorar, cómo podemos romper esta dinámica en la Liga, y volver a ganar fuera de casa”.
Existe también una relación entre la altura a la que defienden y lo vulnerables que resultan. Están más protegidos cuanto más arriba recuperan. Y al revés. El Liverpool les tiró 17 veces. Hasta entonces, solo la Real, jugando con uno más, había sumado más disparos (22).
No fue una caída puntual. El desplome en la intensidad y el empeño de ir a buscar arriba a los rivales se prolongó en el noviembre negro en el que perdieron el liderato de la Liga. Algunos miembros de la expedición del club a Anfield detectaron cierta desidia en el equipo, “como si no les importara perder”, según fuentes con acceso al vestuario. El desfondamiento tocó fondo cinco días más tarde en Vallecas.
No hay otro partido de esta temporada en el que los futbolistas del Madrid se hayan mostrado más pasivos cuando les tocaba intentar recuperar la pelota. Aquella tarde se desvaneció la presión inmediata, una métrica de Hudlstatsbomb que indica con qué frecuencia van los jugadores a tratar de robar en los dos segundos siguientes a que reciba un rival. Contra el Rayo, el Madrid lo hizo solo el 14% de las veces. Hasta entonces, solo lo habían intentado menos a menudo contra la Real (16%). La media antes de perder contra el Liverpool era del 22,2%: iban a morder al rival en menos de dos segundos una de cada cuatro veces. Contra el Rayo, el Elche y Olympiacos, la media se desplomó al 17,6%.
Xabi, en plena reconstrucción de las relaciones tras las reuniones con futbolistas y directivos en el viaje a Atenas, disculpó este martes el bajón: “El calendario es exigente, y mantener siempre un nivel de energía 100% es complicado. Pero sí podemos mejorar los saltos de presión, o las vueltas, esa constancia, el ser más regulares...”, dijo.
El domingo contra el Girona, pese al empate, mostraron otra cara: defendieron a 58,4 metros de Courtois, lo que les permitió 12 tiros después de recuperaciones en campo contrario. Eso se había desplomado también en noviembre. Contra el Liverpool acabaron así una única jugada. Solo fue peor cuando perdieron 5-2 contra el Atlético: cero.
“Noviembre no ha ido como nos hubiese gustado, pero yo confío plenamente en la calidad y en la personalidad de este de este grupo para poder jugar bien y para poder tener opciones para todo en abril, en mayo, donde queremos estar para pelear por todo”, dijo este martes Xabi.