La otra presión de Giuliano Simeone

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Giuliano Simeone (22 años) comenzó esta temporada bajo una presión distinta a la anterior, en la que tuvo que demostrar que su inclusión, primero en el plantel y después en el once titular, no era un caso de nepotismo que pudiera afectar tanto al rendimiento del equipo como a la convivencia en el vestuario. De lo primero se ocupó él mismo con sus prestaciones; en lo segundo contó con la colaboración de Koke y Antoine Griezmann, que le apadrinaron. “Nadie le ve ya como el hijo del entrenador, se ha ganado el respeto. Disipó las dudas muy rápido y eso vino bien a todos”, advierten fuentes del Atlético próximas al vestuario. “Tiene una buena relación con sus compañeros y eso es lo que más contento me deja en el trayecto que acompañamos como padre e hijo”, expresó Simeone después de una brillante actuación ante el Sevilla.

El encaje de Giuliano también le ha valido para que su renovación hasta 2030 esté a punto de cerrarse después de, al menos, tres reuniones con sus representantes desde que empezara la temporada. “Está haciendo muchos méritos para ser considerado un jugador importante en la plantilla. A partir de ahí buscaremos esa situación, hablaremos con el jugador, con sus agentes cuando consideremos que sea oportuno”, anunció recientemente Mateu Alemany, director del fútbol profesional masculino del Atlético

Este curso se trataba de que Giuliano mantuviera e incluso elevara las prestaciones de la campaña anterior (5 goles y 9 asistencias). Siempre es complejo para un jugador joven defender una impactante irrupción en la élite. Cumplido el primer tercio, después de un inicio menos explosivo y determinante, Giuliano va camino de mejorar las cifras (3 tantos y 5 pases de gol) de su primer año en el primer equipo. En el arranque de la campaña, cuando el Atlético no acababa de cuajar buenos resultados, bordeó la suplencia en las primeras jornadas de Liga. Simeone optó por no mermar la confianza de un futbolista joven bajo el riesgo de la citada sombra del nepotismo.

La mejora del rendimiento de Giuliano, como sucedió la temporada anterior, ha coincidido con el crecimiento del equipo, a solo dos puntos del liderato, cuando llegó a correr el riesgo de irse a nueve antes del derbi. Su presencia en minutos (944) le sitúa como el sexto jugador más utilizado después de Oblak (1.170), Llorente (1.094), Hancko (1.084), Julián Alvarez (1.033) y Barrios (976).

También existe la creencia en torno a Giuliano de que tiene que pulir su técnica en los controles y en la definición. Él mismo lo admite y también su padre. “Ante todo, tiene una condición física muy importante y eso le permite repetir esfuerzos, pero tiene cosas que mejorar”, ha dicho de él su progenitor. El exinternacional rojiblanco Juan Carlos Pedraza, que también fue un extremo de una punta de velocidad notable, no tiene dudas de que Giuliano mejorará: “Ya se está viendo, es una cuestión de tiempo. Puede que no sea un virtuoso, pero tiene más técnica de lo que la gente piensa”

Muchas de las posibilidades de victoria del Atlético de Madrid en la cita del Camp Nou de este martes pasan por la velocidad para romper la adelantada línea defensiva que aplica el Barcelona de Hansi Flick. Por ello, a Diego Pablo Simeone le inquietaron las molestias que Giuliano, el futbolista más rápido del plantel junto a Marcos Llorente, padeció hace dos semanas. Los cuidados y la prevención fueron máximas con el extremo argentino con vistas a esta visita al vigente campeón de Liga, al Athletic el sábado y al PSV Eindhoven el próximo martes. Una rotura en la parte dañada, la intersección de los isquiotibiales con la parte posterior de la rodilla derecha, le hubieran supuesto un par de meses de baja. Con la ausencia de Marcos Llorente, Simeone corría el riesgo de afrontar este tramo crucial del calendario sin los dos futbolistas que componen una de las bandas derechas más determinantes y potentes de Europa.