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Ounahi, el faro del Girona que deslumbró ante el Madrid

El jugador marroquí, autor del gol del empate, lidera a los de Míchel, hundidos en los puestos de descenso

“Me ha sorprendido gratamente el número 8, no recuerdo cuál es su nombre, lo siento. Madre mía, ¿de dónde ha salido ese muchacho? Juega muy bien”. Luis Enrique, aún aturdido tras la eliminación de España en los octavos de final del Mundial de Qatar 2022 ante Marruecos, se rindió al talento de ...

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“Me ha sorprendido gratamente el número 8, no recuerdo cuál es su nombre, lo siento. Madre mía, ¿de dónde ha salido ese muchacho? Juega muy bien”. Luis Enrique, aún aturdido tras la eliminación de España en los octavos de final del Mundial de Qatar 2022 ante Marruecos, se rindió al talento de Azzedine Ounahi (Casablanca, 25 años). Aquel joven, entonces de 22, se presentó al mundo durante la competición. Un ascenso, sin embargo, que se diluyó posteriormente en los clubes que pisó. Ahora ha rescatado aquel brillo. El Girona, necesitado de refuerzos, logró su fichaje este verano sobre la bocina. Y el tiempo le ha dado la razón: con un rendimiento prácticamente inmediato, sus tres goles —Athletic Club, Real Oviedo y Real Madrid— ya han decidido partidos y permitido al equipo de Míchel sumar tres empates vitales. El último, este domingo frente al conjunto blanco. Ounahi firmó un brillante tanto al filo del descanso y cuajó una actuación que demostró su calidad. “Es un jugador diferencial; a veces necesito más de él”, apuntó Míchel tras el empate, consciente de su potencial. Pero no siempre brilló tanto.

El Mundial fue su carta de presentación. Hasta entonces era un desconocido. Formado en la Academia Mohammed VI, llegó en 2018 al filial del Estrasburgo, que lo descartó a los dos años sin llegar a debutar en el primer equipo. Regresó a la academia, sin un rumbo claro, hasta que encontró hueco en el Avranches, de la tercera división francesa. Luego, llamó la atención del Angers SCO, ya en la Ligue 1. Y llegó Qatar: promedió 82 minutos por partido, y su duelo ante España en los octavos de final del Mundial captó la mirada de los clubes.

El Olympique de Marsella apostó por él apenas un mes después, en enero de 2023. Pero su crecimiento se frenó. No logró asentarse, lastrado por la falta de continuidad —una fractura en el dedo del pie le dejó fuera tres meses— y un físico que no estaba a la altura. En nueve partidos que disputó aquella media temporada, apenas sumó 153 minutos. Tampoco mejoró en su segundo curso: menos de 2.000 minutos en 35 encuentros, con solo dos goles y una asistencia.

El propio Ounahi hizo autocrítica. “Pasé por momentos difíciles. Sufría una lesión y afronté problemas personales, pero no trabajé lo suficiente y asumo la responsabilidad”, reconoció. Al final de la temporada, Roberto de Zerbi le abrió la puerta a una cesión en el Panathinaikos. Pero Grecia tampoco fue la solución, a pesar de mejorar ligeramente sus registros con cinco goles y siete asistencias en 37 partidos.

Este verano fue el turno del Girona: fueron a por Ounahi y lo ficharon por seis millones de euros en el último día de mercado hasta 2030. “Azzedine ya ha demostrado su calidad y lo que puede aportar al equipo. Ha tenido la paciencia de esperar al Girona”, explicó su presidente, Delfí Geli. Yassine Bounou le habló del club, diciéndole que no dudara en ir. “No ha sido fácil llegar al Girona. Físicamente aún no estoy al cien por cien; hace más de tres meses que no juego los 90 minutos. Pero estoy muy contento. Es un club donde quiero progresar y crecer”, expuso Ounahi en su presentación. Su impacto fue inmediato: antes de debutar en Balaídos habló con Míchel sobre la posibilidad de disputar apenas una hora; acabó jugando 82 minutos y recorrió 11 kilómetros.

Comprometido socialmente fuera del campo, ha mostrado públicamente su apoyo a las protestas de jóvenes magrebíes que reclaman más inversión en sanidad y educación, y menos en infraestructuras previstas para el Mundial de 2030, que Marruecos coorganizará con España y Portugal. Ounahi compartió en Instagram fotografías de la represión policial durante las manifestaciones en señal de apoyo a las protestas. Símbolo para muchos en su país, ahora también lo es para el Girona. Ounahi se ha convertido en un rayo de luz tras el difícil arranque de temporada del equipo, que no logra salir del descenso aunque se reencuentra poco a poco. Con Ounahi, que ante el Madrid ya demostró que vuelve a ser aquel futbolista que maravilló a Luis Enrique.

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