La presencia de la prensa italiana siempre excita a Diego Pablo Simeone, muy imbricado a Italia por raíces familiares y su paso por el calcio. Se gusta el preparador argentino cuando los periodistas trasalpinos le preguntan. En especial si son los informadores que cubren al Inter de Milán, el complejo rival al que el Atlético se enfrenta este miércoles en el Metropolitano (21.00, Movistar Lc). “Mamma mía, [Roberto] Baggio, qué jugador”, exclamó el Cholo deleitándose en su italiano. Nunca ha ocultado Simeone su intención y su deseo de entrenar al Inter, del que fue jugador dos temporadas (1997-99). Un periodo corto, pero intenso que le marcó. “En mi camino como entrenador me imagino un período en el Inter”, aseguró para regocijo de los periodistas italianos.

Si el futuro parece tenerlo claro Simeone, el presente del partido de esta noche le tiene inmerso en un mar de dudas. Sobre todo la banda derecha con la baja de Marcos Llorente y la decisión de si alinea o no a Giuliano. Este tiene molestias en la intersección de los isquiotibiales con la parte posterior de la rodilla. El extremo se ejercitó ayer en el Metropolitano, pero existe el temor entre los servicios médicos del club de que forzarle puede deparar una rotura que le dejaría dos meses fuera de los terrenos de juego.

Si Giuliano finalmente no forma parte del once, Simeone perderá su flanco más potente tanto en defensa como en ataque. La pareja que ha formado con Llorente está considerada como una de las más potentes de Europa, por capacidad de ambos de romper al espacio de manera continuada. En Liga, por ese costado, el Atlético ha generado diez goles y en la Champions cinco. Individualmente, en lo que va de curso, Llorente ha marcado tres tantos y ha dado tres pases de gol y Giuliano ha registrado cinco goles y cuatro asistencias.

La baja de Llorente ha dado paso a Nahuel Molina, que no ha vuelto a recuperar el nivel que le llevó a ser indiscutible en la Argentina que se proclamó campeona del mundo en 2022. “La lesión de Marcos es una importante pérdida para nosotros”, admitió Molina. El empeño de Simeone en recuperarle y darle confianza también incluyó que este martes compareciera en rueda de prensa. “El Cholo siempre me estuvo insistiendo, me impulsó a que siga entrenando, a que siga creyendo en mí, que él creía en mí. Al final la oportunidad siempre está y hay que reponerse cuando a uno le toca estar en un mal momento”, abundó el lateral argentino. Si Giuliano finalmente no juega, Simeone tendrá que ver cómo refuerza ese flanco que es por el que ataca el potente y profundo Dimarco. Barrios, Gallagher, Nico González o incluso Raspadori podrían ser la solución de Simeone para ayudar a Molina.

“El Inter juega muy bien, con personalidad, tiene claro el patrón, sobre todo, de ataque so que posee. Tiene una plantilla increíble”, elogió Simeone a su rival, del que piensa que su técnico, el rumano Cristian Chivu, conserva el molde de Simone Inzaghi, “pero ha cambiado algunas cosas”.

“Deseo tener una carrera como la de Simeone”, confesó el entrenador interista, que se presenta en el Metropolitano con su capitán y goleador Lautaro Martínez como gran amenaza para los rojiblancos. “Antes decían que no marcaba en Champions (4 tantos este curso) y solo lo hacia en la Serie A) y ahora es al revés”, concluyó el atacante argentino.