

El Bayern se impone al Leverkusen y encarrila el pase a los cuartos
El Inter acaricia los cuartos tras vencer al Feyenoord en Róterdam por 0-2 con los goles de Thuram y Lautaro
El Bayer Leverkusen se dio varios tiros en el pie en Múnich, detalle nada común en un equipo que no hace tanto les disparaba a los demás. En un duelo de altura le puso al Bayern la eliminatoria en la mano (3-0). El equipo de Xabi Alonso regaló dos goles, se dañó con una expulsión y cuando ya solo se ocupaba de su supervivencia cometió un estúpido penalti que dejó la eliminatoria casi resuelta. Hubo malas decisiones por parte de casi todo el mundo en el vigente campeón de la Bundesliga, que sorprendió desde la alineación con la apuesta de Xabi Alonso por el checo Kovar en detrimento del habitual titular Hradecky. El portero obsequió al Bayern en una acción impropia del fútbol de élite, un centro al área en el que midió mal las distancias, la pelota le sobrepasó y cayó a los pies de Musiala que empujó a la red. Para entonces, al inicio de la segunda parte, el Bayern ya mandaba después de que a los nueve minutos de partido Harry Kane presentase credenciales en el área para robarle la cartera a Mukiele y se anticipara a otro centro.
Mukiele cometió todo tipo de tropelías hasta que mediada la segunda parte se autoexpulsó. Amonestado como estaba acudió a 50 metros de su portería como elefante en cacharrería para pisar el talón de Coman. Se fue a la caseta, claro. Y con diez, el Leverkusen se derrumbó de tal manera que otro imprudente central, Tapsoba, agarró en el área con luz, taquígrafos y VAR a Kane para regalar un penalti que el inglés convirtió en el tercer gol.
Alonso retiró del campo a un cuarto de hora del final a Xhaka, Frimpong y Wirtz, que se fue con un rictus de decepción en el rostro después de pasar de puntillas por un partido en el que apenas tocó bola. El Bayer se aprestó a capear el temporal y evitar que el sangrado fuese mayor. Quiso ahondar en la herida Sané, pero su intento se fue cerca de la escuadra. Y ya sobre la hora una barbaridad de Musiala para llevarse con la espuela la pelota la desperdició Palhinha con un remate que besó el larguero. En el banquillo muniqués lo lamentaron como si fuese la rúbrica de la eliminatoria.


En el fútbol hay grandes historias que se escriben con pequeños renglones. En el magno recorrido del Inter, tres veces campeón de Europa, figura ahora en la cabeza de sus goleadores en la máxima competición continental el argentino Lautaro Martínez, que deja atrás nada menos que a Sandro Mazzola. En Róterdam anotó su decimoctavo tanto en una competición que ahora permite jugar más partidos. Pero ahí está este depredador del área, que golpeó al Feyenoord con precisión para laminar cualquier atisbo de reacción holandesa en el inicio de la segunda parte. El Inter ganó (0-2) y encarrila el pase a los cuartos de final porque fue más equipo que su rival, que busca reconducir su camino con el exdelantero Robin Van Persie a los mandos técnicos.
El Feyenoord había dejado atrás al Milan en un duelo a cara o cruz que cerró la fase de liguilla. Le superó en San Siro, donde volverá para buscar una heroicidad aún mayor porque al menos en este primer duelo de la eliminatoria pareció muy inferior a un rival que, además, llegaba con importantes bajas, sobre todo en los laterales con Dimarco, Darmian y Carlos Augusto ausentes.