Szczęsny, el portero que pierde dinero pero gana prestigio en el Barcelona
Además de por su experiencia y capacidad de liderazgo, Hansi Flick se decanta por el portero polaco en lugar de Iñaki Peña por su rendimiento bajo el larguero: evita uno de cada cuatro goles encajados
El pasado verano, Wojciech Szczęsny, de 34 años, pactó con la Juventus un dinero por rescindir su contrato y así poder olvidarse del fútbol profesional en el sur de España. El club de Turín, en cualquier caso, se había guardado una carta: pagaba ese dinero solo en el caso de que el polaco estuviera retirado. Pero se lesionó Ter Stegen y el Barça tentó a Szczęsny, que asintió, a costa de un importante dinero, evidentemente. “¿Qué jugador acepta perder past...
El pasado verano, Wojciech Szczęsny, de 34 años, pactó con la Juventus un dinero por rescindir su contrato y así poder olvidarse del fútbol profesional en el sur de España. El club de Turín, en cualquier caso, se había guardado una carta: pagaba ese dinero solo en el caso de que el polaco estuviera retirado. Pero se lesionó Ter Stegen y el Barça tentó a Szczęsny, que asintió, a costa de un importante dinero, evidentemente. “¿Qué jugador acepta perder pasta para ser suplente?” En los despachos del Camp Nou lo tenían claro, Szczęsny no había decidido abandonar su cómodo retiro en Marbella y compensar económicamente a la Juve solo para venir de vacaciones a Barcelona. “Sabíamos que quería jugar. Lo que sí nos sorprendió fue que Hansi tardara tanto tiempo en darle la oportunidad. No sabemos si lo hacía por una cuestión de gestión de vestuario o por otra razón. Los preparadores físicos nos dijeron que estaba listo para jugar en noviembre”, subrayan fuentes de la directiva azulgrana.
Cuando Szczęsny aterrizó en Barcelona para suplir la baja de Ter Stegen, que se había roto el tendón rotuliano en el partido frente al Villarreal el pasado 22 de septiembre, la dirección deportiva azulgrana buscaba un portero titular. “Fichamos a Tek [como llaman al polaco] para que juegue. Eso es así”, explicaban desde las oficinas de la Ciudad Deportiva Joan Gamper. Sin embargo, Hansi Flick sorprendió a todos en el Barcelona. Su apuesta, de entrada, fue mantener en la portería a Iñaki Peña, de 25 años.
La experiencia del Barça con Peña no era esperanzadora: cada vez que le había tocado reemplazar a Ter Stegen, no había transmitido seguridad. Flick, en cualquier caso, lo respaldó. “Iñaki es nuestro titular”, resolvía el preparador alemán. El guardameta alicantino respondió a la confianza del técnico con buenos partidos, pocos tan importantes como las victorias frente al Bayern (4-1) y al Madrid en el Santiago Bernabéu (0-4).
Sin embargo, después de la exitosa semana en la que se impuso al gigante alemán y vapuleó al Madrid en el Clásico, el Barça se convirtió en un equipo frágil y ciclotímico. “Shit November”, lo bautizó Hansi Flick después de que el equipo azulgrana perdiera ante la Real Sociedad (1-0) y Las Palmas (1-2), y empatara contra el Celta (2-2). La sangría de puntos no terminó en noviembre: antes del parón por Navidad, el Barça firmó tablas con el Betis (2-2) y luego acumuló dos derrotas más en Montjuïc, la primera ante el Leganés (0-1) y la segunda ante el Atlético de Madrid (1-2).
Instalado en una montaña rusa emocional, de noviembre a enero, el Barcelona pasó de liderar la Liga con nueve puntos de ventaja sobre el Madrid, a ver cómo el cuadro de Ancelotti le sacaba siete puntos. Sin respuestas claras en lo futbolístico para analizar la crisis, Hansi Flick entendió que era una cuestión de experiencia: en momentos clave de los partidos, a su equipo le faltaba una voz líder. “Es muy importante contar con jugadores con experiencia, ofrecen confianza. Lo podemos ver en los partidos. Esa experiencia ayuda mucho al equipo. Tek, por ejemplo, ha hecho un trabajo extraordinario”, celebraba Hansi Flick el aporte de Szczęsny, después de que el Barça venciera este lunes al Rayo Vallecano y recuperara el primer puesto en la Liga.
La apuesta de Flick por Szczęsny no solo se justificaba por su experiencia, ni siquiera por las faltas de puntualidad de Peña que el técnico castiga con suplencias. “Son profesionales. Tienen que llegar a tiempo”, expuso el preparador en Arabia, tras dejar a Peña en el banquillo en la Supercopa de España. Según explican desde el cuerpo técnico, el alemán entendía que Iñaki Peña no ganaba partidos. Es decir, en esos encuentros en los que los delanteros del Barcelona no terminaban de cerrar los partidos, la solución no estaba en la portería. “No lo hizo mal, pero tampoco tuvo ninguna parada destacada que nos permitiera sacar adelante los partidos en los que tuvimos dificultades”, explican desde el área deportiva.
Iñaki Peña ha defendido la portería del Barcelona en 22 ocasiones esta temporada. Ha encajado 25 goles (1,14 por partido) y ha realizado 42 paradas (62% de los disparos). Szczęsny, en cambio, ha recibido nueve goles (0,90 por partido) y ha firmado 22 paradas (69%) en 10 partidos. Sin embargo, hay datos que ejemplifican mejor la decisión de Flick: los goles evitados por Szczęsny ascienden a 0,24, mientras que la estadística de Peña es negativa, -2,21. Además, el Barça nunca ha perdido con el polaco en la portería. “Tek ha hecho paradas que nos han permitido dejar la portería a cero. La portería a cero nos cambia la mentalidad”, destacó Flick tras la victoria ante el Rayo. Bajo el larguero azulgrana, Szczęsny no ha encajado goles en el 50% de los partidos. Con Peña en la portería, la estadística desciende al 22%.
“Tek es el número 1″, defiende Flick. Su carisma, sumado a su liderazgo para gestionar la defensa y a su capacidad para generar buen ambiente en el grupo, le entregaron la llave de la portería azulgrana. Peña no lo ha digerido con hidalguía. Según explican empleados del club que presencian los entrenamientos del primer equipo, el portero de Alicante ha comenzado a trabajar con cierta displicencia.
Hay un nuevo problema para Peña: Ter Stegen ha vuelto a entrenar. “Marc va por el buen camino. Ya ha comenzado a trabajar con De la Fuente —entrenador de porteros—. Es un primer paso, ha mejorado mucho y estamos muy contentos”, contó Flick. Independientemente de la velocidad con la que se recupere Ter Stegen, en el Barça tienen claro que Szczęsny no está de turismo en Barcelona. Ha perdido dinero, sí; pero también ha ganado prestigio.