La defensa de Luis Rubiales alega que Jenni Hermoso no consideró el beso una agresión sexual: “Si te da asco, ¿te despides con una sonrisa?”

El abogado de la futbolista, en su exposición final en el juicio: “No estamos ante un consentimiento, sino ante un sometimiento”

El expresidente de la Federación Española de Fútbol Luis Rubiales, este jueves rodeado de periodistas a su llegada a la Audiencia Nacional.Foto: FERNANDO VILLAR (EFE)

La defensa de Luis Rubiales ha desplegado este jueves todas sus armas en la octava sesión del juicio que acoge la Audiencia Nacional contra el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) por el beso que propinó a la jugadora Jennifer Hermoso tras la final del Mundial de 2023 y por las presuntas coacciones que ejecutó después para conseguir que la deportista saliera en público a justific...

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La defensa de Luis Rubiales ha desplegado este jueves todas sus armas en la octava sesión del juicio que acoge la Audiencia Nacional contra el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) por el beso que propinó a la jugadora Jennifer Hermoso tras la final del Mundial de 2023 y por las presuntas coacciones que ejecutó después para conseguir que la deportista saliera en público a justificarlo. Durante su alegato final, la prestigiosa penalista Olga Tubau, que representa al exmandatario, se ha volcado en desacreditar la versión de la deportista, que negó que diese su consentimiento; y ha tratado de demostrar que su comportamiento posterior evidencia que ella no consideró ese beso como una agresión sexual. “Te dan un beso que tú no has querido y, si en ese momento te da asco, ¿te despides con dos palmadas en los costados y con una sonrisa?”, se ha planteado Tubau.

“A veces, el comportamiento posterior de la víctima, en el ejercicio del derecho de defensa, puede servir también para intentar obtener elementos [que refuercen] las tesis exculpatorias”, ha proseguido la abogada; que, para insistir en que la futbolista no le dio importancia al beso cuando sucedió, ha descrito el ambiente de “buen humor, alegría y una cierta euforia” que se vivió en los vestuarios tras ganar la final: “Y de todo ello, Jennifer Hermoso era protagonista”. De esta forma, la penalista arremete así contra el contundente discurso del miércoles de la teniente fiscal Marta Durántez, que se preguntó ante el tribunal: “¿Acaso ella no tenía derecho a celebrar un triunfo deportivo de tal entidad? [...] ¿Qué le podemos exigir que haga? ¿Que se vaya a un rincón a llorar? ¿Que monte un espectáculo? ¿Podemos exigirlo eso? ¿Es menos víctima por eso?”.

En esa misma línea de defensa, la abogada de Rubiales ha destacado que Hermoso restó importancia al incidente en una entrevista que ofreció en la cadena Cope al poco de acabar la final —la futbolista aseveró que lo hizo porque quería que el foco no se desviara del triunfo de la selección—. Y también ha señalado que un vídeo muestra cómo la deportista, como el resto del equipo, aplaude a Rubiales tras dar un discurso por la victoria: “No se aplaude a un agresor sexual. Esto no lo puedes hacer”. “Porque ese lema del ‘yo sí te creo’ no puede llevarse al espacio de los tribunales, donde los castigos y las penas no pueden desprenderse de delitos creídos, sino de delitos demostrados”, ha apostillado Tubau, que ha calificado el beso como “una manifestación de alegría” incontrolada: “¿Estamos ante una conducta inadecuada? Sí. ¿Delictiva? No”. “No hay ánimo sexual”.

La letrada ha reclamado al magistrado José Manuel Clemente Fernández-Prieto que valore también la “relación que existía entre Hermoso y Rubiales, cordial y de cierta confianza”. “Se puede afirmar que, de acuerdo al contexto y a esa relación, el beso no constituye un delito de agresión sexual”. Según la tesis de la defensa, la jugadora cambió de versión a medida que el escándalo mediático crecía: “Había tuits ya de miembros del Gobierno que tachaban a Rubiales de agresor sexual”. En ese sentido, Tubau ha vuelto a los comentarios de Hermoso en la Cope, con los que quitaba hierro al beso: “Que una víctima de agresión sexual haga broma de lo que ha sido la conducta constitutiva de la agresión sexual es muy poco coherente con ese sufrimiento en el que caen inmediatamente las personas que han tenido que pasar por una situación tan terrorífica como esta”, ha cargado.

“Solicito que dicte una sentencia absolutoria a favor del señor Rubiales porque no podemos confundir el pecado y el delito, es decir, lo social y moralmente reprochable con lo penalmente condenable”, ha concluido.

Las versiones “contrapuestas”

Durante los cerca de 90 minutos que ha durado su exposición, la abogada del expresidente ha vuelto a pedir la absolución de su cliente. Y se ha esforzado primero en tratar de tirar abajo el testimonio de la futbolista para contrarrestar la acusación de agresión sexual que se atribuye al exdirigente del organismo. “Hermoso niega haber oído que Rubiales le preguntara ‘¿te puedo dar un besito?’ y haber contestado ‘pues vale’. Rubiales manifestó que eso ocurrió. Estamos ante dos versiones contrapuestas”, ha recordado Olga Tubau, que ha incidido de seguido en que la futbolista sí dio su consentimiento para que él la besara. Para ello, la letrada se ha apoyado en la existencia de un vídeo —que recoge una emisión en directo en Instagram desde los vestuarios del estadio de Sídney que acogió la final— donde la deportista, según asegura Tubau, confirmó que le había dicho ‘pues vale’ (extremo que niegan las acusaciones).

Para reforzar esta tesis, la abogada ha resaltado el valor de una prueba pericial aportada por la defensa a la causa, que el ministerio público trató de desacreditar (“es una pericia manipulada y ad hoc, sin intervención judicial”). En ese documento, una persona sorda afirma que, tras visualizar un vídeo de TikTok sobre el beso, aprecia claramente un movimiento de labios de Rubiales: “[Dijo]: ‘¿Te puedo dar un besito?”, según apuntó su autor al ratificar el análisis ante el tribunal. “Es un sólido elemento de descarga para la defensa de Rubiales y que perturba la tesis acusatorias”, ha expuesto Tubau. Ante ello, la fiscal Marta Durántez ya contestó el miércoles que, en el “hipotético” caso de que el exmandatario dijera eso, Hermoso insiste en que nunca lo escuchó y nunca le contestó: “Es más, si a mí me dicen ‘¿te puedo dar un besito?’, a no ser que sea tu pareja, lo menos que pienso es que vaya a ser en la boca”, infirió Marta Durántez. Un argumentó que la defensa ha combatido este jueves: “Nadie en nuestro país pide un beso para darlo en la mejilla. Eso igual pasa en Japón”, ha desdeñado la representante del principal acusado.

La octava sesión del juicio, que el tribunal prevé que acabe este viernes con los alegatos finales del resto de acusados y con el turno de última palabra, ha comenzado este jueves con las conclusiones del abogado Ángel Chavarría, que representa a la deportista, personada como acusación particular. El letrado ha recordado el beso que le propinó el expresidente de la RFEF a la jugadora el 20 de agosto de 2023 tras la final del Mundial, “esos seis segundos de la vida de Jenni Hermoso”: “Ella nunca dio el consentimiento. No hay ninguna prueba que lo acredite”. “[El beso] lo realiza el señor Rubiales en exclusiva, por su cuenta y riesgo, y de manera sorpresiva”, ha remachado: “Jennifer nunca cambió de opinión sobre su consentimiento. [...] No estamos ante un consentimiento, sino ante un sometimiento”, ha remarcado Chavarría sobre la acción del expresidente federativo en el estadio Olímpico de Sídney (Australia).

“[Luis Rubiales] Utilizó todos los mecanismos de la federación para lavar su imagen y coaccionar a la jugadora con el objetivo de que se emitiera un comunicado conjunto diciendo que el beso había sido consentido”, ha continuado María José López, la abogada de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), que ejerce la acusación popular. En referencia a ese presunto delito de coacciones que se atribuye a Rubiales y sus tres compañeros de banquillo, la abogada Olga Tubau ha contestado: “Coaccionar no es pedir, no es insistir, no es ser pesado”.

El abogado de Jenni Hermoso, Ángel ChavarríaFoto: Audiencia Nacional | Vídeo: EPV

La Fiscalía pide dos años y medio de cárcel para Rubiales por un delito de agresión sexual por el beso “no consentido” a Hermoso y por las presuntas coacciones que impulsó después para que la deportista justificara en público su actuación. En el banquillo se sientan otras tres personas, que se enfrentan a una petición de un año y medio de prisión por participar en esas supuestas presiones: Albert Luque, exdirector de la selección masculina y exfutbolista; Jorge Vilda, exentrenador de la selección femenina; y Rubén Rivera, exresponsable de marketing de la RFEF.

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