Oihan Sancet fulmina al Girona con un triplete

Oihan Sancet es uno de esos futbolistas diferentes que aparecen de vez en cuando. Con menos nombre que otros, para el Athletic es fundamental su concurso, y otra vez está en modo turbo. Le marcó tres goles al Girona, suma ya once y mejora su marca de hace dos temporadas, cuando consiguió diez en toda la Liga. Con el navarro, el Athletic se siente seguro. Con él y con Berenguer, que suma y suma minutos como titular, cuando su rol parecía de suplente en agosto.

Está tan enchufado el Athletic en el campeonato, con 14 partidos seguidos sin perder, que Valverde se permite el lujo de hacer debutar chavales como Endika Buján, dar minutos a otros como Canales, o presentar en riguroso estreno al fichaje de invierno, Maroan Sannadi, que en media hora dejó pinceladas de lujo.

Transcurría anodino el partido frente al Girona, sin demasiados sobresaltos, salvo en un remate de Iñaki que sacó Gazzaniga sobre la línea, y de repente se desató la furia en San Mamés, cuando en una acción de ataque rojiblanca, Jauregizar llegó a la pelota antes que Miguel y sufrió el pisotón del defensa. El VAR avisó y el penalti lo transformó Sancet. Había cierto temor en la Catedral, porque el último partido liguero que perdió el Athletic fue en octubre, en el partido de ida, en el que los bilbaínos desperdiciaron tres lanzamientos de penas máximas, pero Sancet no hizo experimentos. Disparó duro, arriba, donde el portero no llega nunca.

Fue el detonante de un final del primer tiempo con el Girona noqueado. Gazzaniga le sacó a De Marcos un remate en plancha a dos metros de la portería después de un pase de Prados. Era la jugada posterior al gol, y poco después, Berenguer robó un balón al borde del área, se buscó el espacio para centrar y le puso la pelota a Sancet para que rematara de cabeza su segundo gol.

No salió con mejor cara el Girona en la segunda parte. Desdibujado el equipo de Míchel, siguió dejando la iniciativa a un Athletic más pausado, que jugaba con cabeza, y no permitía ningún lanzamiento a puerta a su rival. Debutó entonces Maroan, que había tenido su techo en la Primera RFEF con el Barakaldo, y mostró hechuras de primera, pero los focos seguían puestos sobre Sancet, que consiguió el triplete después de un robo de Iñaki Williams en colaboración con Prados. El balón le llegó al navarro, que con su habitual sangre fría batió a Gazzaniga para redondear el marcador.