Jesús Navas, en su adiós: “No he visto nada igual en un campo rival”
El sevillista agradece el trato del Bernabéu y dice que eso significa que “el trabajo se ha hecho bien”
Se acabó el partido y todos quisieron un abrazo con Jesús Navas. Propios y ajenos. Primero se saludó con Camavinga, luego se fundió con Brahim y después vino el resto, con gran parte del Bernabéu en pie antes de enfilar los vomitorios. Le queda el gran homenaje del Pizjuán, pero el nuevo Chamartín asistió al último Navas en partido oficial, a sus 39 años. Fueron 989 encuentros como profesional —706 con el Sevilla—, ocho títulos en Nervión, tres con el City —donde jugó entre 2013 y 2017—, y un Mundial, dos Eurocopas y una Liga de Naciones con la selección. El que más con la Roja, por si le faltaba algo. “Estas semanas me dijo: ‘’Si mañana tuviéramos un amistoso en Nueva Zelanda, iría, me comprometí”, reveló su entrenador, Xavi García Pimienta.
“Lo que he vivido ha sido espectacular. No he visto nada igual en un campo rival, que haya habido este recibimiento es una locura. Eso es que el trabajo se ha hecho bien. Lo más importante es no haber cambiado”, valoró un Navas en lágrimas.
Antes del encuentro, llegó al círculo central tras hacerle el pasillo los dos conjuntos y el estadio le entregó una ovación unánime. Y al terminar, acudió a las dos esquinas donde había aficionados sevillistas. “Los dos últimos minutos ya no veía nada, estaba mirando al suelo recordando todos los momentos que he vivido, las alegrías que he dado a mi Sevilla y mi selección. Son muchos días con tanto cariño de todo el mundo que uno explota. Me quedo con la tranquilidad de haberlo dado todo y haber hecho feliz a tanta gente”, insistió Navas, al que los problemas de cadera le han torturado en la recta final de su carrera.
A partir de ahora, será lo que él quiera, apuntó Pimienta. “Jesús va a tener un tiempo de descanso para pensar en todo lo que ha hecho y lo que le viene. Tiene que ser parte importante del Sevilla para inculcarnos su sevillismo. Lo hará de la manera que se sienta más cómodo, cuando él lo decida. Una de las razones por las que Jesús se ha quedado aquí era para inculcar a los canteranos lo que es llevar ese escudo, y lo ha conseguido. Predica con el ejemplo, no se ha perdido ningún entrenamiento. Cuando lleve un tiempo sin jugar se dará cuenta de la leyenda que es para el Sevilla y el fútbol”, aseguró el técnico visitante.
Al elogio también se sumó Carlo Ancelotti. “Se lo merece por su carrera, éxito, actitud y compromiso. Ha sido un ejemplo para los jóvenes que quieren ser futbolistas de alto nivel”, subrayó el italiano. Mientras, Kylian Mbappé admitió tras su buena actuación que San Mamés supuso su punto de inflexión: “Puedo hacer muchos más [goles]. Los últimos partidos juego mejor, creo que el de Bilbao me trae buenas cosas. Yo fui al fondo, fallé un penalti y pensé que era el momento de darme cuenta de que tengo que dar mi máximo con esta camiseta y jugar con personalidad”, confesó el francés, que llega a Navidades con una mejora clara después de meses de aterrizaje turbulento.