El Real Valladolid fía al entrenador argentino Diego Cocca el milagro de la salvación
El Pucela de Ronaldo elige al sudamericano, sin experiencia europea, tras dos semanas sin técnico
El Real Valladolid ha elegido al desconocido entrenador argentino Diego Cocca, de 52 años, para intentar el milagro de la permanencia. El penúltimo Pucela, presidido por el cuestionado Ronaldo, suma apenas 12 puntos en 17 jornadas y solo la agónica victoria contra el Valencia (1-0) permite soñar aún con la salvación. La entidad despidió al uruguayo Paulo Pezzolano tras una sonrojante derrota por 0-5 contra el Atlético de Madrid el pasado 30 de noviembre y desde entonces se encontraba sin técnico profesional. La dirección deportiva no fue capaz de encontrar una alternativa en el mercado y el equipo quedó al mando de Álvaro Rubio, exfutbolista de la casa y encargado del filial aunque sin tablas en los banquillos. Cocca llega a Valladolid sin currículum en el fútbol europeo, amparado por varias campañas en Argentina y México y con el primer desafío este viernes: la visita a Zorrilla del Valencia, penúltimo en el campeonato, en un duelo capital para comprobar si aún hay esperanza. Rubio ha dirigido al conjunto tres partidos: el primero, en Copa contra el Real Ávila, lo ganó sufriendo en la prórroga; el segundo, otra derrota, 2-1 en Las Palmas frente a otro rival directo; el tercero, oxígeno ante los valencianistas.
La incorporación sorpresiva de Cocca llega tras dos semanas sin entrenador, con Rubio como interino entre mensajes confusos acerca del siguiente jefe del vestuario blanquivioleta. Un sinfín de nombres ha desfilado por la ciudad desde el cese de Pezzolano, que bajó al club hace año y medio, lo devolvió a Primera sin brillo y tampoco logró mejorar el nivel en los 16 encuentros disputados, saldados con dos triunfos y tres empates. Al principio sonó fuerte Francisco González, quien declinó la oferta ante la deriva de lo visto en el césped y los despachos: Ronaldo, con la afición en su contra por la planificación deportiva e institucional, busca comprador tras cinco años de resultados fallidos. También se valoró a Gabi Heinze, exjugador pucelano y ahora tomando carrera como entrenador, pero finalmente se ha elegido a Cocca, igualmente sudamericano como Pezzolano y de nula experiencia entrenando en el fútbol español o europeo. Apenas conoció España con un año como futbolista de la UE Lleida, en Segunda división, en la campaña 1996/1997. El argentino presenció desde un palco privado el triunfo del viernes.
El preparador, con pasado como futbolista aunque sin grandes hazañas, aterriza en Zorrilla con un historial dispar. En Argentina ha trabajado en el Independiente, Godoy Cruz, Gimnasia de La Plata, Huracán, Defensa y Justicia, Rosario Central y Racing Club. Tras esta etapa en su país saltó a México, donde entrenó a Santos Laguna, Tijuana, Atlas y Tigres. En Colombia comandó al Millonarios.
Los mejores números los cuajó en el Atlas, donde fue doblemente campeón liguero y se forjó un nombre en los banquillos. Así consiguió ser seleccionador nacional de México, aunque solo aguantó cuatro partidos en una etapa complicada para el combinado azteca.
Diego Cocca, actualmente sin equipo y defensa central cuando jugaba al fútbol antes de hacerse entrenador, aparece en un escenario convulso para su nueva entidad. El calendario establecía un Real Valladolid - Valencia CF capital para las opciones de supervivencia de los locales. Una derrota contra un rival clave para la permanencia haría aún más difícil el reto de salvarse. Los visitantes llegaban a Zorrilla también bajo la zozobra balompédica y corporativa: marchaban penúltimos, con el vallisoletano Rubén Baraja muy criticado por la hinchada, y también con furia hacia el palco. El propietario, el magnate asiático Peter Lim, comparte con Ronaldo Nazario la animadversión social fruto de varios años de decisiones desacertadas, vaivenes empresariales y escasos resultados futbolísticos. Cocca tiene por delante un partido antes del parón invernal, en forma de visita a Girona, y después tendrá cierto margen para trabajar con la plantilla, aguardar incorporaciones y bajas de quienes no rinden, y apretar en busca de un objetivo lejano pero que el éxito contra el Valencia hace ver algo más factible que en semanas anteriores.