Yaye, el legado de Pedro Rocha y del sistema para presidir la RFEF
La extremeña García Chaves es la única candidata que ha presentado los avales y puede ser la primera presidenta de la historia del fútbol español
Tras su dimisión obligatoria al frente de la comisión gestora para poder presentar su candidatura, María Ángeles García Chaves (Cáceres, 37 años) puede convertirse en los próximos días en la primera presidenta de la historia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). García Chaves, esposa de Alberto Montes, exsecretario de Pedro Rocha en la territorial extremeña, cumplirá así con el cometido por el que este la nombró vicepresidenta adjunta si era inhabilitado por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD). Conocida por el sobrenombre de Yaye, la heredera de Rocha presentó 88 avales y, al ser la suya la única candidatura, no será necesaria la votación de la asamblea.
Una vez que se haga con la presidencia, Yaye convocará un nuevo proceso electoral en el que se elegirán una nueva asamblea y un nuevo presidente para el ciclo olímpico de 2025-28. Esta será la hoja de ruta salvo que el TAD, este jueves, dé por buena la impugnación elevada por Miguel Galán, presidente de la escuela de entrenadores Cenafe. Este ha denunciado que lo que corresponde es un único proceso electoral para elegir asamblea y presidente para el próximo cuatrienio, tal y como marca la orden ministerial que regula las elecciones en las federaciones deportivas. Si el TAD da la razón a Galán, García Chaves no comparecerá como candidata oficialista a las elecciones cuatrienales. Sería Rocha el que lo hiciera si logra una medida cautelar —ya se le ha denegado una vez— que paralice su inhabilitación de dos años por haberse excedido en sus funciones como presidente de la citada gestora.
Hay un consenso generalizado entre la mayoría de los presidentes de las territoriales de que García Chaves es la persona ideal para ocupar la presidencia del fútbol español de manera efímera, pese a que muchos de ellos también reconocen que no está capacitada para ello. “Yo no sé ni cómo habla”, apunta uno de los barones, que admite que la designación de Yaye como vicepresidenta adjunta “ya bordeó el nepotismo”.
Contradicción
“Ninguno de los otros barones se ha presentado a este proceso electoral porque no querían arriesgar, tenían que dimitir como presidente de su territorial y esto siempre es un riesgo. Yaye no es la más indicada, pero aquí cada uno juega sus cartas”, dice un presidente de territorial sin aspiraciones a la presidencia del fútbol español. Curiosamente, cuando Rubiales dimitió, algunos de los barones no quisieron dar el paso para presentarse porque estaban pendientes de la elecciones en sus respectivas territoriales. Por entonces, les convenía dilatar el proceso y lo consiguieron con Rocha a la cabeza. Mas de un año después de la dimisión de Rubiales, aún no se han celebrado los comicios en los que se elija presidente para el nuevo ciclo olímpico.
El proceso de designación de Chaves ha vuelto a exhibir las costuras del sistema imperante. Uno de los nombres que se puso encima de la mesa fue el del actual secretario general, Álvaro de Miguel, más cualificado para el cargo porque ha trabajado diez años en el departamento jurídico de la federación. Su figura fue rechazada, principalmente por alguno de los barones que sí pretenden presentarse a las elecciones para el periodo 2025-28 porque temen que pudiera afianzarse en el cargo en el tiempo que esté al frente. Este será al menos de unos meses si Rocha no consigue la cautelar. En ese paisaje, hay barones que no descartan una batalla entre ellos para elegir el sucesor y García Chaves tendrá que navegar en medio de esa lucha como presidenta de la comisión gestora.
El sistema permite que Rocha, también investigado en el marco de la Operación Brodie por no haber cumplido con sus funciones como presidente de la comisión económica federativa en asuntos como los contratos con Arabia Saudí y las correspondientes comisiones de Gerard Piqué, o las concesiones de obras en la sede de la federación, aún pueda presidir la RFEF. El sistema también concede que alguien que no está preparado, según reconocen barones y empleados federativos, pueda reemplazarle. “Si la Ley del Deporte permite esto, el Gobierno de turno debería plantearse cambiarla”, concluye un opositor a Rocha.