El Barça aumenta su límite salarial un 109% pero sigue lejos de los 754 millones de euros que puede gastar el Real Madrid

El club azulgrana pasa de 204 millones el pasado febrero a 426 al inicio de este curso. El Sevilla se desploma tras no clasificarse para Champions y cae de 168 a 2,5 millones

El presidente de LaLiga, Javier Tebas, este jueves en Madrid.Javier Lizon (EFE)

Otra temporada más, el Barcelona continúa con quebraderos de cabeza para cuadrar las cuentas. Según ha desgranado este jueves LaLiga en un acto en Madrid en el que han estado el presidente de la patronal, Javier Tebas, y el director general corporativo, Javier Gómez, la entidad presidida por Joan Laporta ha aumentado el límite salarial de su plantilla desde los 204 millones de euros del pasado febrero hasta los 426,4 tras el mercado de fichajes de este verano, aunque sigue sin cumplir el fair play financiero y está todavía muy lejos del Real Madrid. El club blanco dispone de 754,9 millones —la mayor cifra de su historia— para confeccionar los sueldos del equipo con el que cuenta su entrenador, Carlo Ancelotti. La otra cara de la moneda la protagoniza el Sevilla, que el curso pasado no se clasificó para la Champions, con lo que dejó de ingresar unos 70 millones. Con un plantel diseñado para jugar en Europa, el equipo hispalense ha pasado de tener un límite de 168,7 millones en septiembre de 2023 a 2,49 al inicio de esta campaña, el menor de Primera División.

El llamado límite de coste de plantilla deportiva (LCPD) es la medida fundamental del sistema de control económico de LaLiga. Se calcula en función de la diferencia entre los ingresos estimados de los clubes para la temporada que empieza y los gastos, que van desde los alquileres y las nóminas hasta las pérdidas que hay que recuperar de ejercicios anteriores o las deudas que se deben devolver a corto plazo. El LCPD no significa que un club deba gastar esa cantidad en salarios para sus jugadores, sino que es una estimación de lo que pueden pagar según su situación económica. También es un aviso para las entidades que tienen un coste de plantilla y unos gastos superiores al límite estipulado por LaLiga, como el Barcelona o el Sevilla. Si los equipos que están en números rojos no actúan para reducir gastos o incrementar ingresos, corren el riesgo de no poder pagar a sus acreedores y sufrir pérdidas de puntos o incluso un descenso administrativo.

El Barça todavía no puede inscribir a jugadores con normalidad porque no cumple el fair play financiero. Laporta dijo a principios de septiembre que la entidad estaba a 60 millones de euros de regresar a la norma 1:1, es decir, de que el club pueda invertir en fichajes la cantidad que libere por la venta de jugadores o el ahorro de fichas. Mientras tanto, como la entidad continúa excedida en el gasto, para mejorar la plantilla tan solo puede utilizar el 20% de los ingresos por la venta de jugadores y el 60% de los salarios que reduzca. “El Barcelona está más cerca de la norma 1:1 gracias a que ha aumentado sus ingresos y reducido sus gastos salariales de forma importante. Ha hecho un gran trabajo porque en el tema económico ha disminuido la masa salarial y ha hecho esfuerzos muy importantes”, ha afirmado Tebas.

El club azulgrana, que este verano solo ha incorporado a Dani Olmo y Pau Víctor, ha logrado ampliar su límite salarial gracias a las salidas de Dest, Cancelo, João Félix, Marc Guiu, Chadi Riad, Oriol Romeu (cedido), Julián Araujo, Gündogan, Sergi Roberto, Mika Faye, Lenglet (cedido) y Vitor Roque (cedido). También por el pago de un patrocinador y la utilización del artículo 31.11 de la normativa, que permite a los clubes que están reformando su estadio —el Camp Nou está en obras— no imputar los ingresos perdidos por ticketing y abonos este curso, sino durante los tres años posteriores a la reforma.

“Cada vez van sabiendo mejor cómo funciona el fair play financiero, pero todavía les queda para poder arreglar todo, aunque un club con ese nivel de facturación va por buen camino si reduce los gastos”, ha añadido Tebas. De hecho, la alta en LaLiga de Olmo —de momento, solo hasta diciembre— no se logró por haber liberado la masa salarial suficiente, sino gracias a la norma que permite inscribir a un jugador por la lesión de otro: Christensen sufrió una tendinopatía en el talón de Aquiles izquierdo y el internacional español fue habilitado para debutar en el torneo.

En febrero de 2022, tras las pérdidas sufridas durante la pandemia —97 millones en la campaña 2019-2020—, el Barcelona llegó a tener un margen salarial negativo de -144 millones. Con las famosas palancas —el nombre que Laporta dio a las operaciones en las que vendió el 25% de los derechos de televisión y el 49% de Barça Studios—, el club comenzó a reconducir una situación financiera crítica que aún no ha solventado al completo. El presidente azulgrana afirmó a principios de septiembre que la negociación con Nike para un nuevo contrato de patrocinio para las equipaciones deportivas va a ser clave para cuadrar las cuentas y regresar a la norma 1:1, aunque de momento la multinacional estadounidense y el club catalán no han llegado a un acuerdo.

Con las mejoras logradas en la situación financiera del club, el Barça ha superado al Atlético como el segundo equipo con más límite salarial. La entidad presidida por Enrique Cerezo, que realizó una ampliación de capital por valor de 70,8 millones de euros el pasado junio, cuenta con 310 millones para los sueldos de sus jugadores tras las contrataciones de Julián Álvarez, Gallagher, Le Normand, Sorloth, Lenglet (cedido) y Musso. A la cola de los tres grandes siguen la Real Sociedad (159,2) el Villarreal (135,8), el Betis (108,9) y el Athletic Club (100,8). En la zona baja, además del Sevilla, está el Espanyol (8,8), que arrastra la carga de haber descendido a Segunda hace dos temporadas sin reducir sus salarios, con lo que ahora tendrá que equilibrar sus cuentas.

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