El Barcelona, vigente campeón, vence a un resistente Deportivo Abanca en su regreso a Liga F

El Barcelona, dominador de las competiciones femeninas en España y vigente campeón en la Liga F, se estrenó contra un recién ascendido Deportivo Abanca, que no pudo superar en la tabla el curso pasado al filial azulgrana. Y que, contra todo pronóstico, pero con un gran trabajo, puso trabas y dificultades a un gigantesco Barça renovado, que tuvo que reencontrarse en sus estrellas para finalmente vencer al Dépor (0-3). Las culés, un año más, serán sus máximas rivales, y su objetivo será alcanzar la absoluta perfección. Tras lograr el póquer de títulos la temporada pasada —ganaron su quinta liga consecutiva, y la novena de su historia—, este curso las azulgranas pretenderán repetir y prolongar su hegemonía, también en Europa. El proyecto barcelonista es continuista, aunque con ausencias significativas y novedades atractivas.

La más evidente, al frente del banquillo: Pere Romeu tomó el relevo de Jonatan Giráldez tras la marcha de este a Estados Unidos en un año redondo que culminó con la tercera Champions. Romeu salió del staff de Giráldez, y en Riazor demostró su similar idea de juego y capacidad analítica y de adaptación, ajustándose a las despedidas y llegadas de este verano. Se marchó Sandra Paños —suplida en la portería por el fichaje de Ellie Roebuck—, y también Lucy Bronze, que se marchó libre al Chelsea. Pero sobre todo el Barcelona añorará a Mariona Caldentey, una polivalente cumplidora en la sombra con un gran hueco por suplir. Para contrarrestar el vacío aterrizó la carismática portuguesa Kika Nazareth, que debutó oficialmente en el once inicial contra el Dépor y con mucha actividad. Junto a ella, la polaca Ewa Pajor, jugadora diferencial que llegó con un objetivo claro: ocupar la huérfana posición de nueve. Una fetichista del gol en la liga alemana, que también promete serlo en la española, y que cumplió contra el Dépor con un doblete.

En Riazor, Romeu quiso premiar a las jugadoras presentes durante la pretemporada y dar descanso a las olímpicas, que acumulaban una gran carga de minutos en sus piernas. Pero una buena primera parte del Depor con una defensa muy cerrada impidió el movimiento de las culés. No cuajó el centro del campo azulgrana, evitando que Pajor, Rolfö y Graham Hansen apareciesen y llegando al descanso sin ocasiones claras para ellas. Por lo que en la segunda parte entraron tres Balones de Oro a solucionar el atasco: Aitana Bonmatí y Alexia Putellas. La primera, con la renovación más cerca que nunca. La segunda, con su lesión y recaída atrás, sin fantasmas tras una temporada de dudas y con un año en el que promete reinar de nuevo.

Con ambas estrellas sobre el césped regresó el Barcelona habitual. Mapi León, que volvió a la capitanía tras perderse gran parte de la temporada anterior, evidenció su importancia defensiva y ofensiva con un centro que resolvió Ewa Pajor. Con la entrada de Ona Batlle y Patri Guijarro, el Barcelona ganó contundencia y aplacó definitivamente a su rival. Reapareció, además, el clásico tridente en el centro del campo —Alexia, Aitana y Patri, que hacía un año había perdido presencia con la lesión de la 11 del Barça y el nivel de Keira Walsh. Y durante todo el partido destacó especialmente Esmee Brugts, que cumplió una gran pretemporada y marcó el segundo en Riazor con una gran asistencia de Alexia. Un golpe sobre la mesa en la primera jornada de la temporada que promete ser su consolidación tras la adaptación del curso pasado.

La gran calidad individual de la plantilla aleja al Barcelona del resto de equipo de la liga, y este año se ha materializado con seis jugadoras azulgranas nominadas al Balón de Oro, que lleva tres años seguidos siendo propiedad culé: Alexia, Aitana, Salma Paralluelo, Patri, Graham y la recién aterrizada Pajor. En Riazor, tras algunos ajustes, volvió a demostrar que este año todo puede ser suyo. Una vez más, una era nueva.

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