Mbappé y Vinicius buscan encaje
El francés y el brasileño, que querían jugar y marcar juntos en el Madrid, solo han anotado un gol en la Liga, y de penalti
Hubo un momento en el que Mbappé fue parte del cortejo del Real Madrid a Vinicius. A principios de 2017, cuando el brasileño tenía 16 años y ellos y el Barça trataban de seducirle, José Ángel Sánchez, director general ejecutivo de los blancos, le dijo a su agente, Frederico Pena, que si se decidía por el Bernabéu se olvidarían del francés. “Nos dimos cuenta de que le querían de verdad porque, sin debutar como profesional, le estaban comparando con un jugador que la estaba rompiendo al máximo ...
Hubo un momento en el que Mbappé fue parte del cortejo del Real Madrid a Vinicius. A principios de 2017, cuando el brasileño tenía 16 años y ellos y el Barça trataban de seducirle, José Ángel Sánchez, director general ejecutivo de los blancos, le dijo a su agente, Frederico Pena, que si se decidía por el Bernabéu se olvidarían del francés. “Nos dimos cuenta de que le querían de verdad porque, sin debutar como profesional, le estaban comparando con un jugador que la estaba rompiendo al máximo nivel en Europa”, contó en 2019 a The New York Times Pena, que recordó que se había reído, dudando si habría sido en serio.
Vinicius se comprometió con el Madrid, y Florentino Pérez intentó hasta el verano contratar a Mbappé, que se fue al PSG. Tardó siete años más. Para entonces, antes de que empezaran a buscar el modo de encajar en el campo, los dos futbolistas llevaban años escribiéndose por Instagram. Vinicius le insistía en que debía suceder lo que en 2017 le dijeron que no sucedería, como contó el francés en su presentación: “Me mandaba mensajes: ‘Ven al Madrid. Vamos a marcar goles juntos”.
También para entonces, el brasileño había ganado ya dos Champions y se encontraba en la antesala del Balón de Oro. Al llegar Mbappé, el club hizo otro movimiento del tipo de aquel del cortejo de 2017. Ofreció a Vinicius una subida de sueldo para alcanzar al recién llegado, algo que, según fuentes conocedoras de las conversaciones, también trasladó a Bellingham. Los asesores del brasileño prefirieron aplazar el asunto. La propuesta se refería solo al salario base y dejaba fuera los complementos que recibe Mbappé al llegar libre. Creían que el escenario podría cambiar en breve, con el posible Balón de Oro y quizá otra Champions.
El club buscaba equilibrios antes de que empezaran a buscarlos ellos sobre el césped. También Ancelotti, que tenía sobre su escritorio una de esas elecciones que marcan estatus, el lanzador de los penaltis. Lo dejó en sus manos: “Es correcto darle la responsabilidad a los dos. Tienen la misma calidad para tirar, y no quiero afectar a uno al elegir”, explicó este sábado, horas antes de recibir este domingo al Betis (21.30, Dazn), a siete puntos del Barça.
El primero lo anotó el jueves Vinicius en Las Palmas, el segundo empate contra un rival inferior, es el único gol que han marcado en la Liga. Esta sequía es el último eslabón de la cadena de desajustes del juego de este Madrid con un medio menos y un atacante más. Ancelotti se ha referido a cómo se han descosido: “No hemos sido capaces de tener un bloque compacto en todo el partido. Hemos sufrido en la recuperación y tenemos que mejorarlo con un trabajo colectivo mejor”, dijo este sábado.
Tampoco le ha gustado lo que sucede cuando tienen la pelota: “El juego es lento. No hay mucha movilidad y el balón llega a los delanteros cuando el equipo ya está cerrado”, dijo el jueves. Los pases del Madrid son mucho más intrascendentes que el año pasado. StatsBomb mide en qué medida acerca al gol un pase. Toma el lugar donde tiene el futbolista la pelota y revisa cuántas veces ha terminado en gol una jugada así: si son 5 de cada 100, le asigna 0,05 puntos. Si tras el siguiente movimiento llegan a una situación que acaba en gol 10 de cada 100 veces, significa que el pase ha añadido 0,05 puntos. Si pasa a una posición desde la que solo se marca una de cada 100 veces, el pase vale -0,04.
El año pasado el Madrid añadía 0,72 puntos de amenaza por partido con los pases, en línea con el City, por ejemplo, que registró 0,77. En cambio, esta temporada la amenaza de los pases del equipo de Ancelotti, más predecible, ha bajado a 0,41, el segundo peor de la Liga, un desplome del 43%.
Como explicaba Ancelotti, el balón no llega como debería a sus delanteros, que están escogiendo tiros peores, con menos opciones de convertirse en gol. El curso pasado Mbappé se jugaba disparos que de media tenían un valor de 0,12 goles esperados, según StatsBomb, mientras que los que ha probado en el Madrid (17, más que nadie en Europa) tienen 0,08, un 33% peores. Vinicius ha pasado de 0,15 a 0,09, un 40% peores. Es solo el principio y Ancelotti, que confía en ajustar el puzle general, no parece inquieto: “Ofensivamente no vamos a tener problema. Nunca lo hemos tenido y no lo vamos a tener cuando tenemos a los mejores del mundo”. Algo parecido a lo que dijo Mbappé al llegar: “Los grandes jugadores están hechos para jugar juntos. No tendré problemas para jugar con Vinicius”.
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