El Oviedo se adelanta al Espanyol en la carrera por el ascenso

Un gol del brasileño Alemao pone en ventaja al equipo asturiano en la pelea por la Primera División

Alvaro Aguado, en posesión del balón, se escapa de tres rivales durante el partido de ida del playoff de ascenso a Primera División.Paco Paredes (EFE)

Salta al césped Melendi, micrófono en mano, con la camiseta de Borja Bastón, y entre lágrimas canta: “Me he cortado, y mi sangre sale azul, desde el día en que mi padre me llevó al Carlos Tartiere”. Marca un gol Masca, que luego anula el VAR por fuera de juego, y el propietario del Real Oviedo, Jesús Martínez, se abraza a la guarda de seguridad del palco. Electriza el ambiente del coliseo ovetense; tres míseros puntos en la sexta jornada de Liga, y ahora buscando el sueño del ascenso que el brasileño Alemao prolonga con su gol en el minuto 72 frente a un Espanyol que se arruga en el último cuarto de hora.

Están los pericos acostumbrados a regresar a Primera por la vía rápida después de cada descenso, y tendrán que sudar más de lo previsto frente a un Oviedo que ocupó la última plaza para la promoción de ascenso, por un regalo del Racing, otra vez la maldición del sexto que amenaza esta vez a los espanyolistas, que tendrán que ganar sí o sí el próximo domingo.

Fue una cuestión de voluntad, y puso más el Oviedo en medio de su mágico ambiente en el Tartiere, aunque el Espanyol asustó en la primera jugada después de un robo de Aguado que acabó con el disparo cruzado de Jofre. Primera y última casi, porque aunque primó el miedo a perder en los dos equipos, fue el Oviedo el que más perseveró en busca del gol, con Alemao de protagonista como máxima amenaza, primero en un taconazo a Masca que el portugués aprovechó para disparar y que se luciera Joan García, y después en el gol. Fue una falta que colgó Seoane y se fue cerrando. El guardameta, que la atrapó, se percató de que se iba a meter en la portería con la pelota, así que se deshizo de ella, el rechace lo tocó Oier Luengo y le cayó a Alemao, que fusiló de cerca para llevar la ilusión a Oviedo.

Unos minutos más tarde, el Tartiere llegó al éxtasis cuando Masca remató de cabeza un centro de Dubasin, en pleno desconcierto del Espanyol, pero el VAR revisó las imágenes y detectó que el delantero portugués estaba en fuera de juego en el momento del centro. Frustrada la alegría por unos momentos, el estadio oviedista volvió al empeño de empujar a su equipo en los instantes finales, en los que el Espanyol, como el resto del partido, apenas encontró argumentos para acercarse con peligro a la portería de Leo Román. Pese al empeño de Braithwaite, otra vez el mejor en las filas de su equipo, siempre dispuesto para la pared o buscar el espacio. Pero el exceso de precaución de sus compañeros le impidió brillar.

Después de una primera parte plana y el mejor tono del Oviedo en la segunda, con el premio del gol, una vez que el Espanyol se vio por detrás en el marcador, no supo cómo hincarle el diente a un rival que tiene permiso, al menos durante una semana, para soñar con el regreso a una categoría que no conocen desde el primer año del siglo XXI.

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