San Mamés vive un final feliz para el Athletic

Los leones aseguran la quinta plaza al vencer al Sevilla con goles de Raúl García y Muniain, dos jugadores que se marchan a final de temporada

Jugadores del Athletic celebran el gol de Raúl García ante el Sevilla.Javier Zorrilla (EFE)

Hubo fiesta en la Catedral con la victoria del Athletic en una tarde de despedidas. Todo salió como esperaba la grada, y contribuyó mucho a ello que el Sevilla saliera desmotivado en un partido en el que no se jugaba nada. Raúl García y Muniain jugaron su último partido en San Mamés con la camiseta del Athletic; salieron al césped con sus hijos, se hicieron fotos de recuerdo, las últimas, y antes del minuto 20 ya habían marcado un gol cada uno. No se puede pedir más a una despedida. En el bando contrario, Jesús Navas, que se iba pero no, tuvo que dejar el campo en el minuto 44, y como el públi...

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Hubo fiesta en la Catedral con la victoria del Athletic en una tarde de despedidas. Todo salió como esperaba la grada, y contribuyó mucho a ello que el Sevilla saliera desmotivado en un partido en el que no se jugaba nada. Raúl García y Muniain jugaron su último partido en San Mamés con la camiseta del Athletic; salieron al césped con sus hijos, se hicieron fotos de recuerdo, las últimas, y antes del minuto 20 ya habían marcado un gol cada uno. No se puede pedir más a una despedida. En el bando contrario, Jesús Navas, que se iba pero no, tuvo que dejar el campo en el minuto 44, y como el público estaba de fiesta, también le dedicó una gran ovación cuando se marchaba.

Se acaba la Liga en San Mamés, el Athletic aseguró su quinta plaza; Valverde dejó a Unai Simón en la grada para proteger su trofeo Zamora y certificó su condición de campo inexpugnable, que solo claudicó en la primera jornada, frente al Real Madrid y en el lejano mes de agosto. El Sevilla también confirmó que esta Liga, cumplido el triste objetivo (para un club ganador) de la salvación, se le ha hecho demasiado larga.

El fútbol fue del Athletic en la primera parte, aunque fue el Sevilla el que comenzó el baile con un centro peligroso de Acuña que no encontró respuesta de sus delanteros. Luego llegaron los goles. El primero, en un cabezazo impecable de Raúl García, después de un pase extraordinario de De Marcos, que anunció su renovación; y el segundo, tras una acción de Nico, que asistió con el exterior del pie para que Muniain entrara con toda la fe del mundo al remate.

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