Un golazo de De Paul rescata al Atlético ante el Celta

El tanto del argentino en el tramo final del encuentro da la victoria a los rojiblancos, a un paso de lograr plaza para la próxima Champions League y compromete la permanencia del conjunto vigués

Rodrigo de Paul celebra su gol al Celta, este domingo en el estadio Metropolitano.SERGIO PEREZ (EFE)

Un arreón final culminado con una volea espectacular ejecutada por De Paul a falta de ocho minutos han dejado al Atlético a medio paso de disputar la próxima Champions League y al Celta inmerso aún en la pelea por no descender. Con ocho puntos de ventaja sobre el Athletic y el coeficiente de goles general a su favor (+3), alcanzar la gran competición europea, el objetivo mínimo, es apenas ya un trámite para los rojiblancos. ...

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Un arreón final culminado con una volea espectacular ejecutada por De Paul a falta de ocho minutos han dejado al Atlético a medio paso de disputar la próxima Champions League y al Celta inmerso aún en la pelea por no descender. Con ocho puntos de ventaja sobre el Athletic y el coeficiente de goles general a su favor (+3), alcanzar la gran competición europea, el objetivo mínimo, es apenas ya un trámite para los rojiblancos. El Celta, con cinco puntos de ventaja sobre el Cádiz, tendrá que batallar su salvación.

La salida del Atlético fue correcta y punzante. Lo suficiente para generar cuatro ocasiones en las que a Correa, Riquelme y a Lino en dos ocasiones, les faltó o ajustar más su punto de mira o golpear el balón con más violencia para superar a Guaita, brillante en dos intervenciones. No abrieron el marcador los rojiblancos y asistieron al crecimiento del Celta. El activismo de Bamba, el criterio de Fran Beltrán y Iago Aspas y el trabajo de zapa de Larsen le entregaron el gobierno del partido en el último tercio del primer acto. El Atlético fue ese equipo discontinuo y racheado que le ha dibujado una temporada liguera muy gris. Le ha costado firmar partidos redondos, sobre todo fuera de casa. El problema que es que esta vez también se reprodujo en el fortín que se ha convertido el Metropolitano durante el curso. Solo mantuvo la intensidad Correa en un conjunto que acusa en exceso no estar fino en la definición.

Muy significativa fue la actuación de Griezmann, que siguió en su línea de los últimos encuentros. Busca los espacios con trote cansino y con la pelota está fuera de punto. La lesión de tobillo que padeció ante el Inter en Milán lo ha sacado de punto y de la temporada. Parece tener su cabeza más preparada para recuperar el nivel en la Eurocopa que en el tramo final de esta campaña. Su desinfle en la segunda parte del curso, como el de Morata, lo ha pagado mucho el equipo. La actuación del francés contrastó con la de Aspas. Activo en la medida que el físico le da y con esa etiqueta del veterano resabiado, siempre dispuesto a hacer un buen servicio con la pelota en cualquier momento.

Del desplome del Atlético no fue ajena parte de la hinchada colchonera, que hizo sonar los pitos cuando percibió la dormidera y el advenimiento de sus futbolistas ante un Celta correcto, pero con poco veneno. Ni el traslado de Riquelme al carril diestro, mejoró el panorama para el Atlético. Se espesó tanto que Simeone sentó en el intermedio a Lino para darle cabida a Morata. El Cholo debió apreciar que por dentro ya no había chispa y que los centros desde los costados tampoco tenían futuro.

La primera jugada del segundo acto fue un centro de Azpilcueta que Morata cabeceó fuera. Había otro plan, pero tampoco cuajó en exceso. De nuevo, el Celta, con Fran Beltrán haciéndose indetectable entre líneas, volvió a tomar el mando. Aspas tuvo el gol al cazar un centro atrás en el punto de penalti. Su derechazo fue muy centrado pero iba alto y exigió a Oblak a una buen parada. Tuvo que darle otra vuelta al equipo Simeone, metiendo a Barrio a Barrios por Correa, De Paul por Savic y Memphis por el inoperante Griezmann.

Ese triple cambio le dio piernas y filo al Atlético para protagonizar el arreón final que le condujo hasta la victoria. Memphis puso a prueba la rapidez y la elasticidad de piernas de Guaita en un remate escorado. Nadie puede negar que el neerlandés cuando está bien físicamente es un jugador diferencial. La cuestión es que hasta ahora su alto rendimiento solo se contabiliza por dos o tres semanas al año. También Barrios con un remate acrobático puso a prueba los reflejos de Guaita, que voló alto para meter el puño y desviar la pelota contra el travesaño. Al poco llegaría el golazo de De Paul. Una volea preciosa y contundente que ha dejado al Atlético al borde de la próxima Champions.

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