Giráldez y Hayes, dos modelos de juego y dos personalidades enfrentadas por una final de Champions
Los entrenadores, rivales hoy en Londres, simbolizan las diferencias entre el Barcelona y el Chelsea
Dos entrenadores y un mismo destino. Comparten algunos detalles, pero les alejan grandes diferencias. Jonatan Giráldez se enfrenta a Emma Hayes en un duelo de juegos y personalidades en la vuelta de las semifinales de la Champions (18.30, DAZN , La 2 de TVE y TV3) tras el 0-1 de las londinenses en Montjuïc. Stamford Bridge, rozando el lleno, espera el gran choque.
Ambos técnicos compartieron nominación al ú...
Dos entrenadores y un mismo destino. Comparten algunos detalles, pero les alejan grandes diferencias. Jonatan Giráldez se enfrenta a Emma Hayes en un duelo de juegos y personalidades en la vuelta de las semifinales de la Champions (18.30, DAZN , La 2 de TVE y TV3) tras el 0-1 de las londinenses en Montjuïc. Stamford Bridge, rozando el lleno, espera el gran choque.
Ambos técnicos compartieron nominación al último The Best como mejores entrenadores del fútbol femenino —ganó Sarina Wiegmann, seleccionadora de Inglaterra— y este verano coincidirán en Estados Unidos: Giráldez se marchará al Washington Spirit y Hayes a la selección norteamericana después de 13 temporadas en el Chelsea. Y ambos anhelan un objetivo común: hacerse con la Champions (la segunda para él, la primera para ella).
La londinense, enfundada en Montjuïc en un resultón traje azul, es más de gestos y ruido. El vigués, siempre apuntando en su libreta o toqueteando una tableta, se muestra más discreto y sencillo, acomodado en sus tejanos negros y sudadera.
El Chelsea, hasta la ida, jamás había vencido al Barcelona. El plan de Hayes funcionó y hasta Giráldez pareció desesperado por no poder construir su juego, rodar la pelota y asaltar la portería. El modelo de Jonatan —asociativo, rápido y saliendo de atrás— se vio acorralado por el de Hayes, que prefirió ralentizar y obstaculizar al Barcelona para coger el ritmo. Emma impuso su fútbol.
Ni tener enfrente al “mejor equipo del mundo”, como admitió, ni la presión de haber perdido dos competiciones en las últimas semanas o tener bajas importantes, alteraron la tensión de Hayes. “La única persona que me puede hacer perder los nervios es mi hijo”, confesó la londinense en la previa a la vuelta. La experiencia también le ha otorgado serenidad. Empezó a dirigir al Chelsea en 2012, y desde entonces ha ganado seis Ligas, cinco FA Cup y dos League Cup, aunque jamás una Champions.
Instructiva, intensa y con la disciplina por bandera, señaló que las relaciones entre jugadoras eran “inapropiadas”. Tampoco le falta ironía y sarcasmo en las ruedas de prensa. Una personalidad marcada, pero siempre decidida.
“La vuelta será similar en la propuesta de ellas, porque les ha funcionado. La ida fue muy igualada, hubo muy pocas ocasiones. Tenemos que crear más”, reclamó Giráldez. Y añadió: “No tenemos que hacer nada excepcional, simplemente hacer un buen partido. Ganar y merecerlo”.
Giráldez es un obseso del fútbol, analítico y sencillo. Llegó al club en 2019 como uno de los dos asistentes de Lluís Cortés, hasta que este se marchó dos años más tarde y pasó a ser el primer entrenador del equipo. Desde entonces, suma dos Ligas, una Copa de la Reina, tres Supercopas, una Champions, y escasas polémicas. Se muestra elegante en ruedas de prensa en temas complicados, siempre centrado en lo futbolístico más que en el ruido, pero también directo y sincero. Cuando se filtró su marcha al Washington, prefirió dar la cara y responder a los medios.
La cita supone una nueva oportunidad para Giráldez de demostrar el nivel azulgrana con la esperanza de remontada, y otra para Hayes de acercarse a una ansiada corona. Sus equipos se lo juegan todo y sus banquillos estarán separados por unos metros, pero sus disimilitudes les distanciarán. Enfrente y enfrentados por un mismo cometido.
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