Almería, un descenso doloroso tras gastar 52 millones en fichajes

El equipo andaluz cae ante el Getafe (1-3) y baja a Segunda dos años después con cuatro técnicos en el banquillo en un curso donde batió registros negativos

Greenwood celebra su primer gol al Almería ante la desolación de Chumi.Carlos Barba (EFE)

El Almería, tal y como se esperaba desde hace varias semanas, consumó su descenso a Segunda División. La derrota ante el Getafe, que se impuso con dos goles de Greenwood y otro de Mata (1-3), confirmó el regreso a la categoría de plata del conjunto andaluz dos años después de su último ascenso. El Almería baja tras haber obtenido solo un triunfo en 33 jornadas, con un saldo irrisorio de 14 puntos, producto de esa única victoria y 11 empates, a los que se añaden 2...

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El Almería, tal y como se esperaba desde hace varias semanas, consumó su descenso a Segunda División. La derrota ante el Getafe, que se impuso con dos goles de Greenwood y otro de Mata (1-3), confirmó el regreso a la categoría de plata del conjunto andaluz dos años después de su último ascenso. El Almería baja tras haber obtenido solo un triunfo en 33 jornadas, con un saldo irrisorio de 14 puntos, producto de esa única victoria y 11 empates, a los que se añaden 21 derrotas. Además, ha sido incapaz de lograr un triunfo en su estadio. Un auténtico fiasco histórico. “Estoy destruido. No tengo palabras para decir lo que siento. Solo puedo pedir disculpas a la afición porque entiendo lo que sienten. Desde ya hay que trabajar para devolver al Almería donde se merece, a Primera División”, admitió Robertone, capitán del conjunto andaluz, nada más acabar el encuentro ante el Getafe.

Las matemáticas certificaron el derrumbe del conjunto andaluz, de propiedad saudí, adquirido por el millonario Turki Al-Sheikh en el verano de 2019 por 20 millones de euros. “Hemos bajado cuando quisimos dar un salto para asentarnos en Primera”, resalta a este medio una fuente autorizada del club andaluz. Así ha sido. Durante el pasado verano, el Almería se gastó 52 millones en reforzar el equipo. La segunda mayor inversión de la Liga después del Madrid (129 millones). Se puso en manos de un hombre con experiencia, Vicente Moreno, pero todo comenzó mal y ha acabado mucho peor.

Todo empezó a torcerse cuando el técnico Rubi sintió el pasado verano que había tocado techo en el Almería. El entrenador catalán, después de lograr una permanencia agónica en el curso anterior, no quiso renovar. Había ascendido al conjunto andaluz en 2022 y había logrado una continuidad desconocida en el banquillo andaluz. En el primer año y medio de gobierno del jeque, hasta cinco entrenadores desfilaron por la banda del estadio rojiblanco (Óscar Fernández, Pedro Emanuel, Guti, Mario Silva y José Gomes). El nuevo proyecto lo encabezó Vicente Moreno para intentar la consolidación en Primera. Mohamed El Assy, el administrador del club, se lanzó a una ambiciosa política de fichajes. Se pagaron, por ejemplo, 14 millones al Espanyol por César Montes; ocho por Luis Suárez al Marsella; otros ocho por Koné al Lorient o seis por Arribas al Madrid como inversiones más destacadas hasta llegar a la alta cifra de 52.

El Almería tuvo un deficiente inicio de Liga en resultados. El equipo de Moreno competía de manera aceptable, pero ya mostró un problema que se volvió acuciante con el paso de la temporada. Una fragilidad defensiva alarmante. En la quinta jornada, tras cuatro derrotas y un solo empate en Cádiz, el Almería ocupó la posición colista, que no ha abandonado en toda la Liga. No hubo paciencia con Moreno. Los dirigentes del Sevilla observaron perplejos cómo el administrador del club decidía su destitución al descanso del choque contra su equipo en el Sánchez Pizjuán en la séptima jornada (5-1).

Récord negativos

El Almería, mientras intentaba la contratación de Paunovic, le dio el banquillo al entrenador del filial, Alberto Lasarte. El técnico interino se mantuvo dos partidos, hasta que el club decidió la llegada de Gaizka Garitano ante la imposibilidad de fichar a Paunovic. Con Garitano, los resultados no llegaron a pesar de que el equipo ofreció algunos síntomas de mejoría en su juego. La grave lesión de Luis Suárez, su principal delantero, lastró mucho la trayectoria de un equipo que se mostró incapaz de ganar. Koné, el otro delantero que debía marcar las diferencias, también se lesionó de gravedad apenas jugados ocho partidos. Garitano fue destituido el 13 de marzo con un Almería incapaz de lograr un triunfo desde su llegada en octubre. El conjunto andaluz, con el vasco, logró un bagaje muy pobre. Siete de 57 puntos en juego gracias a siete empates frente al Betis, Mallorca, Girona, Athletic, Granada, Atlético de Madrid y Sevilla (el resto fueron 12 derrotas).

El descenso del Almería ha estado jalonado de datos negativos. Por ejemplo, ha sido el único equipo en la historia de la Liga incapaz de ganar transcurridas 28 jornadas y ha recibido, de momento, 67 goles. “Quiero que mis jugadores se vuelvan a sentir futbolistas”, admitió Pepe Mel, el técnico que llegó para dirigir al equipo en las últimas 10 jornadas. La salvación era un objetivo imposible, pero los dirigentes del Almería intentaron que Mel tranquilizara un ambiente insostenible. Buena parte de la plantilla estaba enfrentada a Garitano y el entrenador madrileño, al menos, logró el triunfo en Las Palmas y un empate en San Sebastián ante la Real. Mel, en principio, no seguirá la próxima temporada. Quedan cinco jornadas por delante, en las que el Almería debe ofrecer una imagen digna y comenzar a sentar las bases del nuevo proyecto en Segunda. El objetivo de sus dirigentes es regresar cuanto antes a Primera.

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