El Villarreal cae goleado ante el Olympique de Marsella y se queda casi fuera de Europa

Un catastrófico despliegue en Marsella deja al Villarreal con pie y medio fuera de Europa, dañado justo en su mejor momento de la temporada, un espejismo en el Vélodrome ante un rival que se manejó varias marchas por encima. El OM acudió, con pierna fuerte desde el inicio, a buscar a su rival y en esa presión logró difuminarle, le quitó la pelota y le hundió ante la meta de ...

Un catastrófico despliegue en Marsella deja al Villarreal con pie y medio fuera de Europa, dañado justo en su mejor momento de la temporada, un espejismo en el Vélodrome ante un rival que se manejó varias marchas por encima. El OM acudió, con pierna fuerte desde el inicio, a buscar a su rival y en esa presión logró difuminarle, le quitó la pelota y le hundió ante la meta de Pepe Reina, que no fue ni mucho menos de lo peor de su equipo. A partir de ahí los desastres se sucedieron: un gol en propia puerta, un imprudente penalti, la incapacidad para juntar pases en el terreno de los galos, tres goles antes de la media parte.

Marcelino, abucheado en su regreso a Marsella, dio un volantazo en el descanso. Llamó a Alberto Moreno, Parejo y Sorloth y envió al equipo a una guerra que ya estaba perdida por más que el reingreso pareciese alentador. Se abrió el Villarreal y ahí le llegó más castigo porque Aubameyang le golpeó con puño de seda mediante una vaselina sutil y, casi sin solución de continuidad, Alberto Moreno vio la segunda tarjeta amarilla. Poco más de un cuarto de hora estuvo en el campo, epítome de la debacle amarilla.

El Olympique bajó revoluciones, pero no dejó de acelerar. Su entrenador retiró del campo a Ndiaye, tan activo como indetectable para sus rivales. Sacrificó verticalidad por control a través del hábil Ounahi y siempre gozó del talento de otro internacional marroquí, Harit. El Villarreal se aprestó a minimizar daños en un epílogo doloroso, sin fuerzas, capacidad ni prestancia para tomar la batuta. Apenas se aproximó a Paul López en una acción colectiva a la que sobraron pases en el área y pudo sentirse afortunado de no salir de Marsella más desangrado porque el Olympique se dio por satisfecho con la ventaja de cuatro goles.

La jornada de ida en los octavos de final en la Europa League delata la dureza de la competición. El Liverpool goleó en Praga al Sparta (1-5) y dosificó algún esfuerzo como el de Salah, alineado apenas un cuarto de hora. La Roma también goleó (4-0) al efervescente Brighton adiestrado por Roberto de Zerbi. Otro favorito, el líder germano Bayer Leverkusen, lo pasó peor en Bakú ante el Qarabag, que se fue al descanso con dos goles de ventaja. Empató (2-2) casi sobre la hora el imbatido equipo de Xabi Alonso. Otro de los favoritos, el Milan, encarriló su eliminatoria contra el Slavia Praga (4-2) y más reñidos quedan los duelos entre Benfica y Rangers (2-2) en el Estadio da Luz o el que enfrenta a Friburgo y West Ham, a favor del cuadro alemán (1-0) ante la vuelta en Londres. Antes, el miércoles, Sporting y Atalanta habían empatado en Lisboa (1-1).

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