Mbappé es ahora asequible
El prestigio del Madrid para atraer al francés es inalcanzable a otros clubes
Cuando Mbappé rechazó al Madrid y prefirió seguir en el PSG lo hizo, engatusamientos de Macron aparte, por un contrato sin precedentes. Según Le Parisien, el diario que mejor información del PSG maneja, le dieron, en cantidades brutas, 180 millones como prima de renovación divididos en tres cuotas, un salario de 72 millones por temporada y ...
Cuando Mbappé rechazó al Madrid y prefirió seguir en el PSG lo hizo, engatusamientos de Macron aparte, por un contrato sin precedentes. Según Le Parisien, el diario que mejor información del PSG maneja, le dieron, en cantidades brutas, 180 millones como prima de renovación divididos en tres cuotas, un salario de 72 millones por temporada y el añadido de una creciente ‘prima’ de fidelización, 70 millones tras el primer año, 80 por el segundo y 90 tras el tercero.
Un contrato sin precedente en la historia del deporte en ese momento. Luego ha sido superado por el de Rahm por LIV, 550 millones de dólares y duración imprecisa, y el del japonés Shohei Ohtani, beisbolista al que los Dodgers firmaron 700 millones de dólares por veinte años con una estructura extrañísima. De 2024 a 2033 cobrará dos por temporada que compensará con sus descomunales ingresos de publicidad; de 2034 a 2043 cobrará 68 millones por año. La hacienda californiana tiene las orejas tiesas ante esa distribución tan asimétrica.
En todo caso, lo que Mbappé ha ganado cada año desde la renovación no ha sido igualado por nadie y estaba fuera del alcance de cualquier club sin otros ingresos que los propios de la industria en que se mueve. El PSG tiene detrás a Qatar como el Chelsea tuvo a Abramovich o el City tiene a Dubai. Ese dinero exterior y sin límite provocó una inflación a la que el Madrid respondió con fichajes de jóvenes que le han dado para competir. Las piezas de caza mayor, como otrora fueron los Figo, Zidane, Ronaldo. Beckham, Cristiano o Bale, dejaron de estar en su alcance.
Pero ahora Mbappé tendrá que bajar un par de peldaños en la escalera. En la Premier el control se ha puesto serio. Al Everton le restaron 10 puntos por incumplimiento del fair play financiero, el City está acusado de 115 infracciones… Los desmanes de dinero se han acabado, ya se ha visto en el mercado de enero. En cuanto a Al Khelaïfi está muy advertido por Ceferin, y más ahora que ya es miembro del Ejecutivo de la UEFA. Gente próxima a él sabe que da a Mbappé por perdido. De hecho, el verano pasado se infló a fichar delanteros: Kolo, Dembélé, Barcola, Asensio, Ekitiké, Gonçalo Ramos…
En cuanto a Mbappé, que en junio termina contrato con 26 años, su interés es terminar su carrera envuelto en glamur, al modo de un Jordan. El otro camino, el del dinero y sólo dinero, te lleva a lo de Neymar, hoy un gordo tirado en alguna playa de Arabia. A igualdad o proximidad de ofertas elegirá el Madrid, cuyo prestigio es incomparable. Todo consiste en encontrar un punto entre lo que Florentino pueda o esté dispuesto a pagar y lo que Mbappé se resigne a rebajar respecto a sus ingresos de estos años, que deberá ser mucho. La ventaja es que ya no habrá quien se acerque a eso y en un mercado ortodoxo el Madrid tiene la fuerza de su marca.
Florentino no querría, ni debería, ni quizá podría, ir mucho más allá del doble de lo que ganan sus estrellas más refulgentes, Vinicius y Bellingham, que en caso contrario podrían revolverse. Digamos que 50 brutos anuales, más una prima de fichaje en torno a 100 prorrateada en un contrato largo, podrían ser el punto de encuentro. Estirando ambas partes lo más posible, el Madrid hacia arriba y Mbappé hacia abajo.
¿Y Haaland? Muchos socios lo preferirían, porque no ha hecho ningún desplante al club, no juega por donde Vinicius y es un cañón. Pero está en el City, de donde sería muy difícil de sacar. Y aunque es un delantero soberbio no tiene en su juego el encanto de Mbappé, que por otra parte puede moverse muy bien por todo el frente del ataque sin necesidad de sacar de la banda a Vinicius salvo en momentos ocasionales.
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