Que viene la Real Sociedad
Con el descaro y la finura que caracteriza al estilo Alguacil, el equipo donostiarra tiene ante el PSG la oportunidad de dar otro salto
Las primeras reacciones tras el sorteo de los octavos de final de la Liga de Campeones, celebrado el lunes, apuntaban a algo tan manido como eso de “suerte dispar para los equipos españoles”. La traducción oficial significa que a unos les ha ido muy bien y a otros, bastante mal. Para la mayoría, de los cuatro equipos españoles que se han clasificado para los octavos de final, la peor parada es la ...
Las primeras reacciones tras el sorteo de los octavos de final de la Liga de Campeones, celebrado el lunes, apuntaban a algo tan manido como eso de “suerte dispar para los equipos españoles”. La traducción oficial significa que a unos les ha ido muy bien y a otros, bastante mal. Para la mayoría, de los cuatro equipos españoles que se han clasificado para los octavos de final, la peor parada es la Real Sociedad. Mucha gente destacó la mala fortuna del equipo que dirige Imanol Alguacil, que acabó como primero de grupo después de una fase casi inmaculada y al que le toca cruzarse en el camino del PSG para llegar a cuartos.
No es ningún secreto que el equipo que preside Al-Khelaïfi está obsesionado con levantar la Orejona desde hace años, aunque esta temporada está haciendo menos ruido y se ha caído de las quinielas. La salida de Neymar le ha hecho perder peso en Europa y la tensa relación que parece existir entre Kylian Mbappe y Luis Enrique, por mucho que el asturiano lo niegue, no favorece al equipo. Sin olvidar que se ha metido en octavos de milagro tras una última jornada de la fase de grupos en la que tuvo que estar más pendiente de otros partidos que del suyo.
Parece que el PSG ha perdido algo de fuelle con respecto a otros equipos potentes de Europa que, temporada sí y temporada también, reclaman su trono como Manchester City, Real Madrid o Bayern de Múnich, pero por nombre sigue siendo un equipo temible y, no nos engañemos, de todas las bolas que había en el bombo dos, era la bola a evitar.
Nadie puede ser favorito contra un equipo en el que juega Kylian Mbappe y desde Francia festejan que les haya “tocado el gordo”, tal como publica el diario L’Equipe. Un menosprecio que les puede salir por la culata.
A todos los segundos de grupos les hubiera gustado emparejarse con los de San Sebastián, viendo al resto de integrantes del bombo 1, pero si alguien se ha ganado el derecho a ser el coco esa es la Real Sociedad. Es el equipo parisino el que ha salido peor parado del sorteo.
La Real se está haciendo un nombre en Europa y ahora, Inter de Milán, Salzburgo y Benfica ya saben por dónde queda el Reale Arena. Seguro que para la afición donostiarra fue un bajón ver el papelito del París Saint Germain, pero ahora que han pasado un par de días y se ha enfriado el sorteo, no me cabe la menor duda de que medirse y eliminar al conjunto de Luis Enrique es el paso que necesita dar para seguir creciendo en el continente.
Argumentos no le faltan, empezando por el inquilino que tiene en el banquillo y que está sacando el mejor rendimiento a una plantilla amamantada en su gran mayoría en Zubieta. Jugadores jóvenes que se pasean por Europa como cualquier veterano. Oyarzabal, Remiro, Zubimendi, Merino… y así podría seguir. Con el descaro y la finura que caracteriza al estilo Alguacil, la Real tiene una oportunidad de oro para seguir dejando su sello en una competición en la que no tiene nada que perder. El buen gusto por el balón, los grandes peloteros que tiene en la medular y la cerradura atrás le avalan.
El PSG tendrá mejores individualidades, las que ha podido conseguir a golpe de talonario, pero así no le ha dado para colocar la primera Champions en el Parque de los Príncipes. La cuadrilla albiazul amenaza París. Los franceses dejarán de pensar que viene el coco para empezar a decir “que viene la Real”.
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