El Girona disfruta y golea como líder de la Liga
El equipo de Míchel despacha plácidamente al Alavés con Yan Couto de figura y le saca dos puntos al Madrid y nueve al Barça
El Girona no tiene vértigo y disfruta del liderato de la Liga tanto si juega en Montjuïc como en Montilivi. Actúa con tanta confianza y determinación que es capaz de ganar partidos de máxima dificultad —por ...
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El Girona no tiene vértigo y disfruta del liderato de la Liga tanto si juega en Montjuïc como en Montilivi. Actúa con tanta confianza y determinación que es capaz de ganar partidos de máxima dificultad —por ejemplo el que le enfrentó al Barça— como los más plácidos —el que disputó contra el Alavés—. Ahora mismo es un equipo fiable e imparable desde que se sobrepuso sin un rasguño a la derrota contra el Madrid. Nadie supo nada del Alavés, sino que el partido se convirtió en un monólogo del Girona, especialmente resolutivo y autoritario para que no quedaran dudas sobre sus dos puntos de distancia respecto precisamente al club del Bernabéu.
El plantel de Míchel no solo ejerció de líder, sino que fue tratado como tal por el Alavés. Los muchachos de Luis García jugaron con un temor reverencial, reducidos por un Girona atrevido y consciente al mismo tiempo de que le convenía solucionar el partido desde la salida, sin esperar ningún remonte —cuenta hasta siete si se cuenta el encuentro de Copa— por motivos varios como la ausencia por sanción del goleador Stuani. El plan le salió a pedir de boca al que también es el máximo goleador de la Liga. El desatascador varía desde que los contrarios se han empeñado en negar a Savinho. El jugador decisivo ante el Alavés fue Yan Couto.
La carga de partidos afecta también a los equipos que no compiten en Europa y juegan los lunes como es el Girona. Un día falta David López, al otro no está Dovbyk, y ya se sabe de la ausencia de Yangel. El último lesionado es el desequilibrante Tsygankov, sustituido por Portu, un balín que da más juego y desmarque que Pablo Torre. El equipo de Míchel ataca muy bien por los costados y los adversarios ya se han acostumbrado a defender con un doble lateral, sobre todo para evitar la carrera y el regate de Savinho, la profundidad de Yan Couto y las llegadas de Miguel, decisivo en la visita a Montjuïc
No había dudas de que la pelota y por tanto la posesión sería para el Girona, de la misma manera que el Alavés atacaría los espacios con un futbolista muy físico como Samu. El pase largo y el contragolpe del equipo de Luis García, muy bien puesto en la cancha, contrastaba con el juego de asociación y combinación del que dirige Míchel. Al Girona, muy dinámico, solo le faltaba precisión en el último toque para poder armar el tiro o poner el centro y encarar a Sivera. El gol llegó por sorpresa y acumulación cuando un tiro de Couto pareció tocar en Marín, provocó el rechace forzado con una mano de Sivera y habilitó el cabezazo de Dovbyk.
El ariete ucraniano es tan eficaz de cara a portería como de espaldas al marco, contundente en el momento de culminar la primera ocasión del Girona. No le quedó más remedio al Alavés que dar un paso adelante y renunciar de alguna manera a las transiciones para dará más vuelo a jugadores como Luis Rioja. Los blanquirrojos, sin embargo, son tan solventes con la zaga parada como en el repliegue porque viajan en ataque y en defensa como una unidad, rápidos y ágiles, agrupados y sin apenas concesiones, muy pendientes de dar una salida aseada a la pelota, preferentemente a partir de Blind o Miguel.
La efectividad del Girona fue tremenda porque la segunda oportunidad también acabó en la red después del centro desde la derecha de Couto que Portu remató cruzado al poste derecho del meta del Alavés. El goleador celebró su titularidad y el tanto abrazado a Míchel en un gesto que demuestra la complicidad del plantel con el técnico de Vallecas.
La contienda había quedado liquidada antes de llegar al descanso con el 2-0. El Girona sabe descansar también con la pelota, y más todavía cuando el contrario es el Alavés, preocupado igualmente por la pegada de los muchachos de Míchel. La única preocupación del entrenador es que sus jugadores perdieran la concentración y se fueran antes de hora del encuentro en el gélido estadio de Montilivi.
Yan Couto se encargó entonces de evitar cualquier accidente y volver a marcar las diferencias con una jugada extraordinaria en la que alternó los regates con los caños hasta que fue tumbado en el área por Javi López. Dovbyk transformó el penalti sin pestañear para contar su décimo gol en la Liga.
El 3-0 dio paso a la rueda de cambios para oxigenar a los futbolistas con vistas a un calendario difícil con rivales como el Betis y el Atlético y un partido de Copa en Elche. La mala noticia fue la lesión de Yan Couto. El brasileño se retiró con gestos de dolor sin que se sepa muy bien qué tenía hasta que empezó a saludar a la hinchada y pareció que no sufría ninguna lesión grave para tranquilidad de Míchel.
El ritmo de partido decayó progresivamente ante la complicidad del Alavés —solo quedó constancia de un tiro al larguero de Duarte— y la tranquilidad del Girona mientras los aficionados de Montilivi empezaban a pensar de momento en el título de campeón de invierno, una vez que ya no tienen necesidad de recurrir a las capturas de móvil para dar fe de su condición de líderes de la Liga. El Girona va como un tiro y ya le saca nueve puntos al Barça.
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