España busca ganar a Inglaterra para culminar la seducción con su cuarta Eurocopa
Con el mejor fútbol del torneo, la selección de Luis de la Fuente quiere completar el torneo alzando el título que levantó por última vez en 2012
La España de Luis de la Fuente, observado con tanta desconfianza al llegar, se encuentra a un paso de completar un viraje extraordinario esta noche en el Olímpico de Berlín contra Inglaterra (21.00, La1). O quizá lo haya completado ya, porque el equipo que está en disposición de sumar la cuarta Eurocopa para España, más que nadie, ha dibujado en el torneo una trayectoria en la que ...
La España de Luis de la Fuente, observado con tanta desconfianza al llegar, se encuentra a un paso de completar un viraje extraordinario esta noche en el Olímpico de Berlín contra Inglaterra (21.00, La1). O quizá lo haya completado ya, porque el equipo que está en disposición de sumar la cuarta Eurocopa para España, más que nadie, ha dibujado en el torneo una trayectoria en la que ha ido dejando en el camino a tres de los cuatro campeones del mundo, Italia, Alemania y Francia, con el cuarto aguardando esta noche.
No ha sido una senda cualquiera. De la Fuente ha transformado la frustración inane de los más de mil pases registrados en la eliminación en octavos del último Mundial contra Marruecos en el equipo más atractivo del mundo: de la nada a la seducción.
A expensas de si el fútbol mantiene esta noche correspondencia con la gloria, España ha retomado el hilo de aquel equipo que persuadió al mundo de intentar jugar de otra forma, de tratar de cultivar el talento por rutas diferentes desde muy temprano, de construir como se había construido en las canteras y categorías inferiores españolas. Aquel modelo, que se marchitó de retórica, lo ha revitalizado De la Fuente propiciando, además, el encuentro simbólico de Jesús Navas, el último representante de la selección campeona del mundo, de 38 años, con Lamine Yamal, la última aparición deslumbrante, que ayer sopló las velas de los 17 clavadas en una tarta de fresas.
El barcelonista y Nico Williams marcan la evolución de la idea dorada infiltrada ahora por su vértigo. También ellos, hijos de inmigrantes nacidos y criados en España, subrayan la transformación y el enriquecimiento de la sociedad reflejados en un equipo cada vez más espejo de lo que se mueve en las calles.
Frente a la España que ha reencontrado su hilo aparece una Inglaterra que lleva buscando el suyo desde el Mundial que ganaron en 1966 en Wembley. No solo no han vuelto a celebrar, sino que no habían jugado una final de un gran torneo fuera de Inglaterra. Encargaron esa búsqueda a Southgate, en quien se advierten ciertos paralelismos con De la Fuente: ambos proceden de las selecciones inferiores, donde participaron en la formación de futbolistas con los que ahora compiten en la cumbre. Pero el camino de Southgate está resultando más tortuoso, pese a que alcanzaron la final de la última Eurocopa, también en Wembley.
Perdieron en los penaltis contra Italia, y aquello avivó las grietas sociales, con despiadados ataques racistas a los jugadores que fallaron sus lanzamientos: Marcus Rashford, Bukayo Saka y Jadon Sancho. Levantaron el vuelo después de aquello, con un prometedor Mundial en Qatar, pero en esta Eurocopa han penado con un juego que no extrae el potencial de una plantilla que desborda talento. Han alcanzado la final atravesando el malestar e incluso la rabia de sus propios aficionados, que arrojaron vasos de cerveza a su técnico tras el 0-0 contra Eslovenia. Ha sobrevivido a su propia gente y sus expectativas, y también a los partidos: son la primera selección que alcanza la final después de ir por detrás en el marcador en cuartos y en semifinales, contra Suiza y Países Bajos.
Ha sobrevivido también a la extenuación de sus figuras, que incluso estando en las raspas han encontrado el modo de resultar determinantes, como Jude Bellingham con el gol de chilena en los octavos que permitió a Inglaterra alcanzar la prórroga cinco minutos más allá del 90.
Cuentan con la conquista de un espíritu al que se aferra Southgate: “El equipo ha mejorado en las últimas semanas. Han mostrado carácter, resiliencia”. Ante eso, la fortaleza de la idea cultivada por De la Fuente: “Si nosotros no somos España, no vamos a tener opciones de ganar. Tenemos que ser reconocibles por nuestras fortalezas”.
Aparte de su trascendencia, la final, en la que Gavi acompañará a la delegación de España, lleva picante extra. La ropa de paseo de la selección recrea la camiseta de la Euro de 1996 en la que el Southgate jugador eliminó a la Roja. Ese Southgate futbolista jugó su último partido contra Navas: el Sevilla le ganó la final de la UEFA en 2006. En el Olímpico de Berlín, en su último baile con España, el sevillano busca coronar la seducción con la gloria.
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