El aislamiento y la falta de fútbol condenan a Harry Kane

El capitán de Inglaterra tocó 26 balones ante Suiza y ninguno fue para rematar a puerta

Kane golpe el balón en el Inglaterra-Suiza de cuartos de final de la Eurocopa.Dean Mouhtaropoulos (Getty Images)

Nadie padece más el mal juego ofensivo de Inglaterra que su capitán y goleador Harry Kane. El partido de cuartos de final contra Suiza fue el gran exponente de la soledad y la falta de fútbol que le ha desesperado en esta Eurocopa. Contra los suizos tocó 26 balones y ninguno fue para disparar a puerta. Sus acciones con la pelota tuvieron mucho que ver con su desesperación. ...

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Nadie padece más el mal juego ofensivo de Inglaterra que su capitán y goleador Harry Kane. El partido de cuartos de final contra Suiza fue el gran exponente de la soledad y la falta de fútbol que le ha desesperado en esta Eurocopa. Contra los suizos tocó 26 balones y ninguno fue para disparar a puerta. Sus acciones con la pelota tuvieron mucho que ver con su desesperación. Harto de que la espesura y el individualismo de Foden, Bellinghamn y Saka impidiera que le dieran balones en ventaja para atacar la portería de Sommer, Kane bajaba a recibir o se tiraba a banda para tocar el balón y sentir que estaba jugando un partido de fútbol. “Cada partido es diferente, claro que nos gustaría que tocara mucho más el balón, pero hemos ganado y el próximo partido veremos qué podemos hacer para mejorar”, defendía Saka, autor del empate inglés que supuso la prórroga y después la tanda de penaltis.

Para colmo, un golpe en el gemelo provocó que el seccionador inglés Gareth Southgate tuviera que sustituirle. El gran especialista de Inglaterra en los lanzamientos de penalti no pudo participar en la definitiva tanda. El hombre vio cariacontecido cómo sus compañeros acertaban los cinco lanzamientos que citaron a Inglaterra con Países Bajos en la semifinal de Dortmund de mañana.

“Me sentí tranquilo, aunque era difícil para mí no verme involucrado en los lanzamientos de penalti”, confesó Kane en la zona mixta del Arenastadion de Düsseldorf. Minutos antes, en la rueda de prensa posterior al partido contra Suiza, Southgate pretendió cortar las críticas sobre la pobre actuación de su capitán, resaltando su papel trascendental en la cohesión del plantel. Southgate presentó a Kane como el hermano mayor del grupo de egos que capitanea. “Está liderando de manera increíble, es una influencia muy positiva en la concentración, guiando a los jugadores jóvenes con todo con lo que ha tenido que lidiar el equipo en los primeros momentos del torneo…” , le defendió el preparador inglés.

El propio Kane pareció asumir ese rol tras el partido: “Los chicos han demostrado una gran resistencia. Fuimos por debajo en el marcador y logramos empatar. Si se mira lo que ha pasado en los grandes torneos en los últimos años es que los campeones han sabido resistir. Estamos en las semifinales. Estamos encontrando la manera de salir adelante”, defendió el atacante del Bayern de Múnich.

Mientras, la prensa inglesa y los exjugadores que comentan los partidos han abierto el debate sobre la conveniencia de alinear a Kane, que hasta hace nada era intocable. Le acusan de sobrepeso y de una lentitud y una falta de chispa en el área que limitan su juego y también el del equipo. A Southgate le reclaman que se atreva a sentarlo y alinee a Ollie Watkins, delantero del Aston Villa. Southgate no es permeable a esa demanda. Kane es uno de los suyos y difícilmente lo va a sentar.

Las imágenes de Harry Kane en los partidos de esta Eurocopa reclamando el balón son habituales. También las broncas y sus enfados cuando considera que el individualismo de algún compañero es excesivo. En el empate ante Dinamarca, Kane recriminó a Foden que le ignorara cuando estaba desmarcado y en carrera para pisar el área y encarar a Schmeichel. Foden prefirió regatear hacia dentro y soltar un disparo que no fue a ninguna parte.

Por otra parte, el duelo de mañana tiene un punto de morbo por el reencuentro entre Jude Bellingham y el colegiado alemán Félix Zwayer. Ambos coincidieron en la Bundesliga y la última vez que se vieron las caras, Bellingham salió mal parado. Se quejó de un posible penalti que Zwayer no pitó en un encuentro entre el Borussia Dortmund y el Bayern de Múnich. Después del encuentro, Bellingham, visiblemente enfadado con las decisiones de Zwayer, cargó contra el árbitro alemán en declaraciones al medio de comunicación sueco ViaPlay: “Si le das el partido más importante de Alemania a un árbitro que ya amañó partidos antes... ¿Qué esperabas?”, dijo en referencia a Zwayer, suspendido seis meses en 2005 por la federación germana por haber participado supuestamente en un escándalo de amaño de partidos de 2005. Bellingham fue sancionado con 40.00 euros.

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