La redención de Luke Shaw
El lateral izquierdo inglés, máximo asistente de su equipo, estuvo tres años fuera de la selección y sufrió una lesión en la que no se descartó la amputación
Luke Shaw (25 años, Kingston, Londres) estaba bastante seguro de que si la Eurocopa se hubiese jugado el año pasado él no hubiese participado. Lo dijo en marzo, cuando entró en la convocatoria inglesa por primera vez en tres años. Pese a haber debutado en 2014, desde entonces solo había jugado ocho veces para su país. Ha sido un arduo camino. Tuvo que enfrentarse a la presión de los 30 millones que el ...
Luke Shaw (25 años, Kingston, Londres) estaba bastante seguro de que si la Eurocopa se hubiese jugado el año pasado él no hubiese participado. Lo dijo en marzo, cuando entró en la convocatoria inglesa por primera vez en tres años. Pese a haber debutado en 2014, desde entonces solo había jugado ocho veces para su país. Ha sido un arduo camino. Tuvo que enfrentarse a la presión de los 30 millones que el Manchester United pagó por sus servicios cuando tenía 18 años, recuperarse de una fractura de tibia y peroné, y aguantar bajo el mando y las constantes críticas de José Mourinho durante casi tres años. Pero ha valido la pena. Tras una temporada excelente, en el que sus compañeros le otorgaron el premio a mejor jugador del equipo, se ha asentado como titular de Inglaterra y es el máximo asistente de la selección en el torneo.
Aun así, empezó en el banquillo el primer partido, en el que Trippier fue lateral izquierdo a perfil cambiado. En el segundo, ante Escocia, Southgate dejó la heterodoxia y, aunque muchos opinaban que el campeón de la Champions Ben Chilwell debía ser quien ocupara esa posición, le dio la titularidad a Shaw. Desde entonces no ha soltado el puesto. Juega con autoridad en defensa, pero, a pesar de ser parte de la única defensa de la historia que no ha encajado un solo gol en los primeros cinco partidos de una Eurocopa, ofensivamente es donde más influye.
Es el jugador de Inglaterra con más pases clave por partido y el segundo del torneo que más oportunidades claras ha creado, solamente por detrás de Gareth Bale. Además, con sus dos asistencias en cuatro minutos ante Ucrania es el inglés con más pases de gol del torneo, y está a uno del suizo Zuber, que tiene cuatro, para liderar esta estadística. Pero, además, gracias a su alta presión, puede desencadenar situaciones de riesgo, como la recuperación que derivó en el segundo gol de Inglaterra ante Alemania.
Su perfil siempre ha sido más ofensivo desde que comenzó su carrera en el Southampton, donde debutó con 17 años en la Premier. En la siguiente temporada disputó 35 partidos y fue elegido como lateral izquierdo del año en la Premier. Lo comparaban en ese entonces con Bale, otro canterano del Southampton. En el verano de 2014, a punto de cumplir los 19, fue convocado para el Mundial de Brasil, donde jugó unos minutos y fue el jugador más joven del torneo. Además, aterrizó en Manchester como el adolescente más costoso de la historia hasta el momento. Parecía que aquel lateral izquierdo inesperadamente veloz y habilidoso tenía el mundo a sus pies.
Sin embargo, tras una primera temporada en la que no se pudo hacer con la titularidad permanente en el equipo de Louis van Gaal vino la fractura doble en un partido de la fase de grupos de Champions contra el PSV Eindhoven. Shaw salió con oxígeno y los médicos en el hospital le dijeron que no descartaban una amputación: además de partirse la pierna, sufrió un trauma psicológico. Estuvo 11 meses sin jugar y la tortuosa recuperación estuvo acompañada por un psicólogo. Aun así, el reto más duro, según él, todavía estaba por venir.
Para la temporada 2016-2017, el United contrató a Mourinho como entrenador y los años del portugués en Manchester fueron un calvario para Shaw. “Estaba dejando de creer en mí mismo”, ha dicho de ese tiempo. Mourinho se pasó muchas ruedas de prensa criticando al jugador específicamente: su peso, su compromiso y su mentalidad táctica. Según él, era una estrategia para impulsarlo. “Me encontré con un niño después de una horrible lesión que puso su carrera en riesgo. Yo estaba intentando mejorar la mentalidad e impulsar su ambición y responsabilidad para que madurase”, dijo el portugués la semana pasada en una entrevista.
Shaw ha admitido que, efectivamente, Mourinho lo hizo una persona mucho más fuerte mentalmente, sin embargo, ha sido la confianza que le han mostrado Ole Gunnar Solskjaer en Manchester, y ahora Gareth Southgate con la selección, la que ha sacado lo mejor de él. En la última temporada ha agregado el balón parado a su repertorio, ha mejorado la calidad de sus centros en general y, según cuentan los entrenadores en su club, constantemente está rompiendo sus propias marcas físicas. El resultado es evidente. Ha sido la temporada en la que más ha jugado y más asistencias ha hecho, y por primera vez desde antes de fichar por el Manchester United fue incluido en el equipo del año de la Premier. Siete años después de vestir por primera vez la camiseta de su país por fin está cumpliendo su potencial.
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