‘Dibu’ Martínez, puños de acero, boca burlona
El portero del Aston Vila destaca en la tanda de penaltis frente a Colombia y lleva a Argentina a la final contra Brasil
Un tobillo y unas manos. El tobillo del 10; las manos, como no podía ser de otra manera, de un portero. La imagen salta de Italia 90 a Brasil 2021. De la figura de Diego Maradona a la de Lionel Messi y de la Sergio Goycochea a la de Emiliano Dibu Martínez. Los penaltis que rechazó Goycochea en la cita italiana fueron tan icónicos como el dolor del Pelusa en su pierna izquierda. Argentina llegó a la final de Roma, como también estará este domingo en Maracaná. Las postales, 31 años después, fueron la del tobillo en...
Un tobillo y unas manos. El tobillo del 10; las manos, como no podía ser de otra manera, de un portero. La imagen salta de Italia 90 a Brasil 2021. De la figura de Diego Maradona a la de Lionel Messi y de la Sergio Goycochea a la de Emiliano Dibu Martínez. Los penaltis que rechazó Goycochea en la cita italiana fueron tan icónicos como el dolor del Pelusa en su pierna izquierda. Argentina llegó a la final de Roma, como también estará este domingo en Maracaná. Las postales, 31 años después, fueron la del tobillo ensangrentado de Messi y las tres paradas de Martínez. Y se disfrutó un bonus track: sin público en las gradas, no hubo manera de esconder la estrategia psicológica del portero del Aston Villa como tampoco el toque de atención del capitán de la Albiceleste a su excompañero Yerry Mina.
El defensa del Everton, fiel a su estilo, bailó tras marcar el penalti que selló la clasificación a la semifinal de Colombia ante Uruguay. “Baila ahora”, le soltó la Pulga a Mina cuando Martínez frenó el tercer lanzamiento de Colombia en la tanda. Antes ya le había parado a Davinson Sánchez y después repitió frente a Cardona para convertirse en el primer portero argentino en parar tres penaltis en una serie de cinco. Una hazaña con historia. El portero del Villa había estudiado los lanzamientos de Colombia ante Uruguay y también planteó un duelo verbal frente a los muchachos de Reinaldo Rueda. “Lo siento, hermano, pero te como”, le dijo a Sánchez. “¿De qué te reís? ¿Estás nervioso? Yo a vos te conozco. Mira cómo te como”, le soltó a Mina. Frente a Cardona no dijo nada. Solo se movió con intensidad, de un lado a otro, antes de clasificar a Argentina para la final de la Copa América contra Brasil.
“Ahora se escucha todo”, comenta Leo Franco, exportero de la selección argentina y del Atlético de Madrid. “Es un juego inteligente. Cada uno utiliza una estrategia. La de Unai Simón, por ejemplo, fue la de estar siempre en movimiento y le funcionó. Son técnicas”. La historia de Emiliano Martínez comienza bajo el tutelaje de un reconocido formador de porteros en Argentina, Pepe Santoro, ganador de cuatro Libertadores y una Intercontinental con Independiente. “Mucha gente me preguntó qué le vi a Emi”, cuenta Santoro. “Era grandote, medio torpe y no tenía mucha técnica. Pero con mucho sacrificio y lágrimas se fue depurando”. A los 17 años, después de un torneo sudamericano con la selección, lo fichó el Arsenal. “Si vos vas a extrañar, traes a tu mamá. Cuando tu mamá se canse, viene tu papá. Él se cansa y viene tu hermano y así te vas a ir amoldando”, le dijo Santoro tras su viaje a Londres. “Pepe fue como una madre que me enseñó a caminar”, le agradece el portero argentino.
La temporada pasada, el Aston Villa le pagó 17,5 millones de euros al Arsenal por su traspaso. La cifra más alta para un portero argentino. Su camino, en cualquier caso, no fue fácil. Antes de consolidarse en Birmingham, estuvo cedido en el Sheffield Wednesday, el Rotherham, el Wolverhampton Wanderers, el Getafe y el Reading. “Dibu tiene las características de un portero europeo. Trabaja bajo palos y cuando sale es seguro. En contadas situaciones reduce espacios e intenta estar siempre dentro del área pequeña”, explica Leo Franco.
Como Goycochea en Italia 90 —comenzó de suplente y se quedó con la portería tras la lesión de Pumpido—, Martínez no estaba llamado a ser el titular de Argentina en Brasil. Pero Armani estaba con covid. “Hay que destacar la muy buena gestión que hizo el cuerpo técnico con Dibu. Primero por llevarlo y después por esperar los tiempos para convertirlo en titular”, cierra Franco. Martínez, puños de acero, boca burlona, finalista con Argentina en Brasil.