Iván Romeo inaugura para España el cuestionado Mundial de ciclismo de Ruanda
El vallisoletano debuta este domingo en la contrarreloj élite tras el arcoíris sub-23 logrado el pasado año en Zúrich. Raúl García Pierna, el otro español en liza
A más de 1.500 metros sobre el nivel del mar, las calles de Kigali, capital de Ruanda, contienen la respiración a escasas horas de albergar el primer Mundial de ciclismo en el continente africano. Allí, junto a la frontera con la República Democrática del Congo, donde el grupo rebelde M23 ha dejado cerca de 7.000 muertos apoyado por el gobierno ruandés, la Unión Ciclista Internacional (UCI) engalana entre fuertes medidas de seguridad una cita para la que se llegaron a barajar varias sedes alternativas. No hizo falta recurrir al plan B según la UCI, a quien el Parlamento Europeo pidió cancelar ...
A más de 1.500 metros sobre el nivel del mar, las calles de Kigali, capital de Ruanda, contienen la respiración a escasas horas de albergar el primer Mundial de ciclismo en el continente africano. Allí, junto a la frontera con la República Democrática del Congo, donde el grupo rebelde M23 ha dejado cerca de 7.000 muertos apoyado por el gobierno ruandés, la Unión Ciclista Internacional (UCI) engalana entre fuertes medidas de seguridad una cita para la que se llegaron a barajar varias sedes alternativas. No hizo falta recurrir al plan B según la UCI, a quien el Parlamento Europeo pidió cancelar la cita a comienzos de año. Un año después del Mundial de Zúrich, donde la muerte de la joven ciclista suiza Muriel Furrer ensombreció cualquier arcoíris, el órgano presidido por David Lappartient se prepara para su particular fiesta anual.
Acompaña, en lo estrictamente deportivo, el regreso a una contrarreloj mundialista de Tadej Pogacar, quien quitó carbonilla el fin de semana pasado en Canadá tras algo más de mes y medio sin competir tras enfundarse el cuarto maillot amarillo en los Campos Elíseos. En un terreno empolvado y repleto de repechos, el esloveno amenaza el impertérrito reinado de Remco Evenepoel, campeón olímpico en la modalidad, arcoíris en las dos últimas ediciones (2023 y 2024) y podio, como mínimo, en todas sus participaciones hasta la fecha.
Para combatir la potencia del pequeño Caníbal, así como los fortísimos zapatazos de Jay Vine, Isaac del Toro o Stefan Küng, el seleccionador español, Alejandro Valverde, ha llamado a filas a dos jóvenes, Iván Romeo y Raúl García Pierna, presente y futuro del equipo Movistar.
El vallisoletano, 22 años y campeón del mundo sub-23 hace un año en Zúrich, viajó a Kigali el pasado domingo junto a su padre Roberto, con quien ha tratado de memorizar esta semana cada recoveco de los 40 kilómetros y 758 metros de desnivel de la contrarreloj mundialista (diez kilómetros más y el doble de desnivel acumulado que el recorrido de Zúrich). Desde la distancia observan Alexis Gandía, su entrenador en el Movistar, e Iván Velasco, el cerebro detrás del meteórico progreso de los telefónicos en las pruebas contra el tiempo.
La de este domingo (13.45, Teledeporte) no será, sin embargo, la única cita de Romeo en una semana de lo más cargada en Ruanda. Si nada se tuerce, tras el gran objetivo individual de la temporada, el pucelano formará parte del relevo mixto español junto a García Pierna, Héctor Álvarez, Mireia Benito, Paula Blasi y Usoa Ostolaza. La prueba, creada en 2019 y sin grandes recuerdos para España, cuyo mejor resultado es el noveno puesto de la pasada edición, divide el recorrido en dos bloques: las tres ciclistas de cada selección no podrán arrancar hasta que sus tres compañeros no hayan cruzado la línea de meta. Superado el experimento, Romeo, como García Pierna, será clave en el verdadero plato fuerte del Mundial de Ruanda: la prueba en línea del domingo 28. Su temporada, en cualquier caso, no terminará en África. Tras el Mundial, Romeo representará a España en los Europeos de comienzos de octubre y viajará después con su equipo a las clásicas otoñales de Italia.
No obstante, antes de retar el domingo 28 al indomable Pogacar, maillot arcoíris en Zúrich tras un ataque a 100 kilómetros de meta, los otros seis integrantes de la ruta española —Ayuso, Verona, Soler, Adrià, Canal y Balderstone— se concentran este domingo en Navacerrada, al norte de Madrid, donde dormirán tres noches a la misma altitud que en Kigali antes de volar a la capital ruandesa el miércoles 24. Allí se espera que todo el peso recaiga sobre los hombros de Juan Ayuso, debilidad confesa de Valverde desde que asumió el cargo de seleccionador. El alicantino, sin embargo, no termina de verse en las mejores condiciones para asaltar el arcoíris después de un verano convulso en el que la llamada a última hora del UAE para disputar la Vuelta le dejó sin opciones de preparar el Mundial en altitud. No es baladí, habida cuenta de los 267,5 kilómetros y casi 6.000 metros de desnivel de la prueba en línea (domingo 28, a partir de las 9.45; Teledeporte) que amenazan con triturar los esfuerzos de todos los favoritos.
Gema Pascual, confiada
En Ruanda, España también contará con varias corredoras dispuestas a dar pasos de gigante para recortar la distancia con las cotas alcanzadas el pasado año por Grace Brown (contrarreloj) y Lotte Kopecky (ruta). La belga no defenderá reinado en Kigali para buscar un “reseteo mental”, algo que abre el abanico de posibilidades y, por qué no, incrementa las opciones en la prueba en línea (sábado 27, a partir de las 12.05; Teledeporte) de Mavi García, ganadora este año de una etapa en el Tour de Francia. Además de la mallorquina, la seleccionadora nacional, Gema Pascual, también ha citado para la ocasión a Mireia Benito, Usoa Ostolaza, Sara Martín, Ane Santesteban y Alicia González. Junto a ellas, aunque aún en categorías inferiores, la prometedora Paula Ostiz, plata en el Mundial júnior de 2024, eleva las opciones de España en la cuestionada cita de Kigali.