El Valencia Basket al fin se siente un grande: más de 12.000 aficionados llenan el Roig Arena en cada partido para seguir al equipo de moda
Pedro Martínez, que ya hizo campeón de la ACB al equipo en 2017, pidió en verano jugadores jóvenes, fuertes y humildes, y ahora está en el grupo de cabeza de la Liga y Euroliga
Cuando Miki Vukovic ascendió al Pamesa Valencia a la ACB en 1996, antes de dar la sorpresa en la Copa del 98, no se fijó como objetivo ningún título. Su reto era llenar la Fonteta. O, dicho de otra forma, asentar el club sobre una masa social que terminaría por elevar al equipo. Si el añorado entrenador —...
Cuando Miki Vukovic ascendió al Pamesa Valencia a la ACB en 1996, antes de dar la sorpresa en la Copa del 98, no se fijó como objetivo ningún título. Su reto era llenar la Fonteta. O, dicho de otra forma, asentar el club sobre una masa social que terminaría por elevar al equipo. Si el añorado entrenador —fallecido en 2021— asomara hoy por Valencia, se caería de espaldas: el Valencia Basket, que este martes recibe al Partizán (20.30, Movistar+ Deportes), va segundo en la Euroliga y tercero en la ACB después de haber disputado la final de la pasada temporada. Pero más allá de los números, él, que siempre empezaba las ruedas de prensa hablando de los números, se deleitaría con el fastuoso Roig Arena y los 12.219 aficionados que acuden de media a los partidos.
Miki ya no está, pero la Europa baloncestística no para de elogiar al conjunto que ahora dirige otro maestro, Pedro Martínez, un técnico de 64 años que ha forjado un Valencia supersónico que no deja indiferente. Su estilo, con posesiones cortas, ataques rápidos y querencia por el tiro de tres puntos, le está encumbrando, aunque él sale casi a diario a la sala de prensa y le baja el fuego al guiso. “Somos muy buen equipo, pero para sacar los partidos tenemos que estar al 100%. No nos vale el 80% ni el 90%, y lo vimos contra el MoraBanc Andorra”, advirtió este domingo.
El barcelonés se refiere al último partido contra el equipo de Joan Plaza. El Valencia perdía por 17 puntos en el tercer cuarto y en un par de acelerones, con ese baloncesto que ha embrujado a su hinchada, se llevó la victoria. Lucha por no endiosarse Pedro Martínez, que rápidamente recuerda los días en los que no les llegó para remontar, como contra el Granada, Maccabi o Murcia, y jura que no presta demasiada atención a todo el ruido mediático. “Bastante tenemos con el día a día”, dice.
El líder se resta importancia, como cuando Kenny Atkinson declaró que todos los entrenadores de la NBA “aprenden de Pedro Martínez”. La última flor, quizá la más inesperada, le cayó a mitad de un concierto, el pasado viernes, en el Roig Arena. Esa noche, Loquillo interrumpió su actuación para explicar que hace muchos años, cuando él jugaba al baloncesto en el Cotonificio, de Badalona, vio que había un chaval que no tenía mucho arte para este deporte y le recomendó que se dedicara a entrenar. “Hoy es el mejor entrenador de Europa y lo tenéis vosotros”, clamó Loquillo.
El cerebro elegido por Juan Roig
El Valencia Basket, con un presupuesto de 9,5 millones, tiene un entrenador muy sabio, una gran plantilla y un feudo donde los rivales saben que van a sufrir. El equipo taronja ha jugado 15 partidos y solo ha perdido uno, sin público, ante el Hapoel israelí, el líder de la Euroliga. En el club les gusta hacer la broma de que, ante su afición, siguen invictos.
Los cerebros del equipo de moda son Enric Carbonell y Luis Arbalejo. El primero fue el elegido por Juan Roig para gobernar el club después de años de cierta vulgaridad tras la Liga conquistada precisamente con Pedro Martínez en 2017. Primero, desde 2020 como director de operaciones, y a partir de 2022 como director general. Carbonell nombró director deportivo a Luis Arbalejo en 2023.
Este pontevedrés, de 43 años, que ve cerca de 20 partidos a la semana, ha confeccionado una plantilla al gusto del entrenador, que le pidió gente joven, fuerte y humilde. “La pieza más importante en un deporte colectivo es el entrenador, y hemos acertado con Pedro Martínez. Todos son importantes, pero él es una pieza clave no solo en la construcción del equipo sino en la cultura. No es solo el estilo, sino el perfil de los jugadores tanto deportivo como personal, lo que llamamos intel. Preguntamos en los equipos donde estuvo el jugador y queremos saber también cosas de su familia. Lo que buscas es minimizar el error en los fichajes. El Valencia tiene medios para traer siempre a buenos jugadores, pero tienen que encajar. Por eso buscamos gente con buena mentalidad, humildes, honestos…”.
El fichaje arrebatado a Unicaja
Al final de la pasada temporada parecía que la vida del equipo dependía de la renovación de Jean Montero. El club lo consiguió, pero meses después el dominicano está rodeado por tres nuevos compañeros tan buenos o mejores que él: Darius Thompson, Omari Moore y Kameron Taylor, al que arrebataron al Unicaja. Un fichaje que simboliza un cambio de guardia después de años en los que el equipo malagueño fue la principal alternativa a Madrid y Barcelona.
La apuesta de estas dos temporadas ha sido arriesgada, con varios jugadores sin apenas experiencia en la Euroliga, como Montero, Taylor o Brancou Badio. Arbalejo asegura que todos los fichajes son consensuados con el entrenador. “Y Pedro Martínez tiene una opinión potentísima”, puntualiza. Luego se valora también el intel, el área física, la estadística avanzada, y el área técnico y táctica que lidera el catalán. “La idea siempre es equivocarnos lo menos posible”.
Eric Carbonell parece sintonizar con Pedro Martínez, al menos en el mensaje. “Hablar de éxito en estos momentos sería un error, pero sí estamos contentos con lo que estamos construyendo”. Su fijación no es el punto al que quieren llegar, sino dar pasos acertados día a día. El ejecutivo sabe que tan importante como los resultados y el juego es conseguir a nuevos aficionados y convencerlos cuando van al Roig Arena. “Lo que tenemos que hacer es que aquellos que conocen el juego y el rival se lo pasen bien, pero que aquellos que no conocen el juego ni el rival también se lo pasen bien”.
Pedro Martínez parece feliz. El entrenador dice que está en la ciudad en la que quiere vivir, rodeado por un grupo técnico “excepcional” y con algunos jugadores que están rindiendo por encima de lo esperado. “Entre todos estamos construyendo algo. ¿El qué? Ya se verá…”.