El Partizán de Belgrado no acepta la dimisión de Zeljko Obradovic y la afición se moviliza
El club solicita al histórico entrenador, nueve veces campeón europeo, que reconsidere su renuncia y siga en el banquillo y la hinchada toma el aeropuerto para recibirle
Le despidieron con un emotivo vídeo publicado en las redes sociales del Partizán de Belgrado bajo el lema “Gracias, Zeljko” y publicaron en la página web del club la carta a dirigida a la afición con la que Obradovic presentaba su “renuncia irrevocable” a seguir como entrenador debido a los malos resultados. Pero la historia no se cerraba ahí y este jueves al mediodía, pocas horas después del anunciado adiós del técnico más laureado del baloncesto europeo, nueve veces campeón de la Euroliga, el Partizán ha comunicado que no acepta la dimisión del preparador serbio de 65 años y que le pide que vuelva al cargo.
“La junta directiva, a propuesta del presidente Ostoja Mijailovic, decidió por unanimidad no aceptar la dimisión de Zeljko Obradovic y brindarle su apoyo incondicional, con el deseo de que siga siendo el primer entrenador del Partizán y tome las medidas necesarias para mejorar los resultados del equipo. Tras esta decisión, el club contactó con Zeljko Obradovic y le solicitó que reconsiderara su dimisión y continuara trabajando”, ha expresado la entidad de Belgrado. Mijailovic añadió después: “Su dimisión me conmovió mucho. Hice todo lo posible para que volviera al Partizán y ahora hago todo lo posible para que se quede donde lo queremos y lo apoyamos. Prefiero un título de la ABA League con Zeljko que seis títulos de la Euroliga sin él. Ayer todavía ardía la esperanza en mí, aunque todo parecía terminado. Espero sinceramente que acepte nuestra decisión y continúe trabajando en el club”. Y Marinkovic, escolta serbio del Partizán, expresó: “Si se trata de responsabilidad, depende de nosotros, los que estamos en el campo. Si existe la posibilidad de continuar, demostremos juntos que somos diferentes”.
La movilización pasó entonces de las palabras a los hechos. Unos 2.000 aficionados tomaron el aeropuerto Nikola Tesla para recibir al técnico a su regreso a Belgrado desde Atenas. Cuando Obradovic se encontró con esa manifestación a las seis de la tarde, en el rostro del viejo zorro se dibujó la emoción por el recibimiento. Sin hacer declaraciones, y escoltado por la policía, Zeljko salió del recinto sacudido por sentimientos encontrados. La cabeza le había hecho dimitir; puede que el corazón le pida continuar al abrigo de su gente.
La escena en el aeropuerto fue una reproducción de la espectacular atmósfera que se vive en cada encuentro en Belgrado. El Stark Arena tiembla minutos antes de que el gran sabio salga a la pista procedente del vestuario y explota cuando la cabellera blanca asoma por el túnel. Los metros que separan la entrada a la cancha del banquillo en el que toma asiento se convierten en un homenaje de toda la grada al héroe. Una escena similar se repitió este martes en Atenas en la visita del Partizán al Panathinaikos, el club donde Obradovic conquistó cinco de sus nueve Euroligas en un ciclo mágico de 13 años (1999-2012). La hinchada verde se rindió al ídolo igual que la afición de Belgrado que inundó el aeropuerto.
La pelota vuelve ahora a las manos de Obradovic, un entrenador que no acostumbra a volver sobre sus pasos cuando ha tomado una decisión tan firme. “Los partidos de nuestro querido club se han convertido en algo más que baloncesto gracias a ustedes, que son los más merecedores de ello. Lamentablemente, ha llegado el momento de asumir la responsabilidad de todo lo malo ocurrido esta temporada y presentar mi renuncia irrevocable”, expresó el técnico el miércoles, en una carta pública a los aficionados, después de perder el día anterior en la Euroliga contra el Panathinaikos. Era la novena derrota del Partizán en la competición europea en 13 jornadas y la séptima en las últimas ocho citas continentales. Sin la sensación de tener la ascendencia suficiente para cambiar la dinámica, Obradovic dimitió. Pero la gente del Partizán, el club donde comenzó en 1991 su histórica carrera en los banquillos y donde volvió en 2021, no está dispuesta a dejarle marchar. Según una persona muy cercana a él, “la decisión es muy meditada, pero cuando la afición colapsa un aeropuerto para rogarte que no te vayas...”.